Pregunta 22 sobre la Vida de Pareja

Madrid, 8 febrero 2021
¿Es posible compaginar, hoy día, televisión y familia?

           Sí, pero con mucho cuidado. Pues aquellos hogares en que la televisión sustituye a los padres (en la educación de sus hijos) acaban viéndose, frecuentemente, muy seriamente dañados. Y porque aquel hogar donde no se sabe apagar la tele (o cambiar de canal, si éste ensucia las almas e inteligencias de los videntes), es un hogar en que los padres han abdicado de sus responsabilidades más elementales.

           La televisión puede ser un gran medio para formar, informar y entretener. Pero puede ser también un elemento de corrupción y destrucción. La diferencia está en si se está viendo lo que se ha decidido ver, o es algo que merece la pena ver. O si, por el contrario, se enciende el aparato (TV) a ciegas, y se deja meter en casa lo que sea, aunque sea incultura, violencia, pornografía o corrupción.

           Para evitar que la televisión eduque niños con patologías sexuales y hábitos de violencia, los medios que han de poner los padre son: ver poca televisión, y ver sólo lo que merece la pena.

           Además, han de ayudar los padres a sus hijos a ser críticos con lo que están viendo, y a no dejarse esclavizar por cualquier otro programa más sensual o seductor. En este reto, han de ser ellos (los padres) los primeros en dar ejemplo, aunque no estén los hijos delante. Pues cabe recordar que el ejemplo de los padres es el principal instrumento de educación (UFE-AREFC, nº 22).

CONFERENCIA EPISCOPAL, Delegación de Familia y Vida

 Act: 08/02/21     @tiempo ordinario         E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A