Pregunta 6 sobre la Vida de Pareja

Madrid, 19 octubre 2020
¿Está hoy en crisis la pareja tradicional?

           No. No hay crisis de la familia, pues los estudios sociológicos y estadísticos demuestran que es una institución que no sólo no está pasada de moda, sino que merece las puntuaciones más altas en los índices de satisfacción. La familia sigue viéndose como el núcleo central de la sociedad, el ámbito de convivencia más íntima entre todos sus miembros. Frente a la despersonalización y masificación de la vida moderna, la familia constituye para nuestros contemporáneos el ámbito primario de transmisión de valores y de solidaridad.

           Sí existen hoy, por el contrarío, familias en crisis, rotas, que sufren en el hogar los males de nuestro tiempo: insolidaridad, falta de valores morales, pérdida del sentido trascendental de la vida... Y, además, que soportan fenómenos dramáticos para las personas y que inciden en la vida familiar como el paro juvenil, la drogadicción, etc. Sin embargo o quizá precisamente por ello, la familia es de nuevo valorada como ámbito de acogida, de humanismo, de solidaridad. La familia es hoy el ámbito de felicidad más deseado como proyecto de vida por los jóvenes. No existe pues crisis de la familia, sino familias en crisis.

           Desde otra perspectiva se puede decir que la familia siempre ha estado en crisis porque es una institución que (permaneciendo su núcleo definitorio esencial) varía con el tiempo, se adapta a las circunstancias sociales y económicas cambiantes según las épocas. El último gran cambio familiar de hondas raíces sociológicas en occidente, fue el motivado por la industrialización y el urbanismo que han provocado que la familia rural en que convivían varias generaciones con vínculos territoriales cercanos se haya visto sustituida por familias reducidas a padres e hijos y, como mucho, abuelos, que viven en grandes ciudades, lejos del resto de los parientes; a la vez la familia ha dejado de ser unidad de producción, empresa, como lo era en las civilizaciones agrarias, para reducirse a un papel estrictamente privado, ajeno a la vida económica salvo en cuanto consumidor. A la par, se ha convertido en normal el trabajo retribuido fuera del hogar de la mujer, la implantación del sistema educativo obligatorio, la creación de los sistemas públicos de seguridad social y de pensiones... fenómenos que han determinado una pérdida por parte de la familia de parte de las funciones sociales que en épocas anteriores recaían sobre ella. En la situación así creada ha incidido la revolución anticonceptiva en paralelo a la llamada "liberación sexual", trastocando parámetros seculares.

           Por debajo de estos cambios sociales, sigue imperturbable una realidad; el varón y la mujer se quieren, se entregan en un amor fecundo que se abre a los hijos creando vínculos de afecto y solidaridad que duran toda la vida. Esto es la familia, hoy y ayer, en las sociedades más avanzadas y en los pueblos más primitivos. A pesar de todos los cambios estructurales, sociales, ideológicos o económicos, la familia es reconocible como tal en todos los tiempos y culturas.

           Las notas definitorias de la familia a que nos hemos referido en la pregunta 4 son válidas para todas las épocas y lugares pues se sustentan en la naturaleza humana y sus constantes (UFE-AREFC, nº 6).

CONFERENCIA EPISCOPAL, Delegación de Familia y Vida

 Act: 19/10/20     @tiempo ordinario         E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A