Semana XXXIV Ordinaria, sobre el Padrenuestro

Roma, 21 noviembre 2022
Si ya tengo pan, ¿por qué le pido más?

           Porque «no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Dios» (Mt 4, 4). Así, la petición del pan cotidiano se refiere al hambre de la palabra de Dios y del cuerpo de Cristo, recibido en la eucaristía. Así como también al hambre del Espíritu Santo.

           Pedimos este pan con una confianza absoluta. Y lo pedimos para hoy, el hoy de Dios. Esto se nos concede, sobre todo, en la eucaristía, que anticipa el banquete del Reino venidero (CIC, nº 2835-2837 y 2861).

JOSEPH RATZINGER, Doctor en Teología Dogmática

 Act: 21/11/22     @tiempo ordinario         E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A