16 de Noviembre

Domingo XXXIII Ordinario

Libros Proféticos
Ezequiel 16, 5-7-15.35-43.59-63

Oficio, I

         Así dice el Señor, oh Jerusalén: "Eres cananea de casta y de cuna. Tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Te arrojaron a campo abierto, asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te vi chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre: Sigue viviendo, y crece como brote campestre.

         Así dice el Señor, pequeña de Judá: "Creciste y te hiciste moza, y llegaste a la sazón. Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor. Extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento, hice alianza contigo y fuiste mía. Te bañé, te limpié la sangre, te ungí con aceite, te vestí de bordado, te calcé de marsopa, te ceñí de lino, te revestí de seda, te engalané con joyas. Te puse pulseras en los brazos y un collar al cuello, te puse un anillo en la nariz y pendientes en las orejas, y una diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino, seda y bordado. Comías flor de harina, miel y aceite. Estabas guapísima y prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza, tras las galas con que te atavié. Te sentiste segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con el primero que pasaba".

         Por eso, prostituta, escucha la palabra del Señor: "Voy a reunir a todos tus amantes. Voy a traer un tropel contra ti, que te apedreará y te descuartizará a cuchilladas. Prenderán fuego a tus casas y ejecutarán en ti la sentencia en presencia de muchas mujeres. Así dejarás de prostituirte, y no volverás a pagar el precio de tus fornicaciones. Cuando esto haga, aplacaré mi ira y apartaré de ti mi cólera; me serenaré y no volveré a irritarme. Por no haberte acordado de tu juventud, y por haberme provocado con todas estas cosas, yo te pagaré según tu conducta. ¿No has añadido la infamia a todas tus abominaciones?".

         Escucha al Señor, adulta Jerusalén: "Menospreciaste el juramento y quebrantaste la alianza, pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo cuando eras moza, y haré contigo una alianza eterna. Tú te acordarás de tu conducta, y te sonrojarás al acoger a tus hermanas, las mayores y las más pequeñas. Yo te las daré como hijas, mas no en virtud de tu alianza. Yo mismo haré alianza contigo, y sabrás que yo soy el Señor, para que te acuerdes y te sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo lo que hiciste".

 Act: 16/11/25     @tiempo ordinario         E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A