Atrévete a Pensar


Atreverse a pensar, aprender a pensar, ponerse a pensar, la clave de todo

Querétaro, 10 noviembre 2025
Rebeca Reynaud, periodista de Observador

         ¿En qué he estado pensando los últimos meses? ¿Lo he indagado, o ni siquiera con los amigos? Esa idea a la que doy vueltas, ¿ilumina algo mi vida? ¿He pensado cómo? ¿Qué quiero dar de mí? Sin darnos cuenta, este cúmulo de pensamientos va conformando nuestra vida, familia, trabajo y sociedad.

         Todos los humanos, queramos o no, traspasamos continuamente información de lo intelectual a lo afectivo, de la cabeza al corazón, y viceversa. De no hacerlo reflexivamente, o hacerlo tan sólo a impulsos, nuestra forma de vivir podría convertirse en un perfecto robot o un animal desbocado. ¿Y eso? Porque lo estaríamos haciendo sin libertad. Como decía Aristóteles, "el pensamiento nos ayuda a ser libres", y "pensar sólo en la utilidad de las cosas es lo que menos se adapta a las personas magnánimas".

         Al pensar "es posible hacer conexiones interesantes, ya que la reflexión abre horizontes", dice la filósofa Susana Christiansen. Esto es así, pero ¿de dónde obtengo yo mi fuente de información? Sobre todo, porque no es igual que una fuente me esté suministrando sabiduría contrastada (la de un buen libro) a que me esté ofreciendo opiniones de chorlito, vía TikTok o Instagram.

         Decía Charles Taylor que "el cerebro descubre los significados (es decir, lo que ya está dado), pero no los crea por sí solo (o razona) sino sobre lo que le presenta la inteligencia o la imaginación". ¿Qué le presento yo a mi razonamiento? ¿Telebasura, o quizás un buen libro?

         Si lees un libro y te ayuda, analiza por qué y vuelve a leerlo, porque esa segunda lectura te abrirá a la comprensión de cosas más profundas. Eso te dará luz sobre toda la existencia, y esa luz te ayudará a comprender mejor la realidad, y esa comprensión te hará más feliz y mejorará el mundo.

         Tenemos que recuperar la capacidad de dar razones a lo que hacemos, y que lo que hacemos haya sido antes razonado. Para eso hay que formularse una pregunta: ¿Por qué? Si no hay un porqué, no podríamos mejorar, ni ayudar a nadie a mejorar. Si no se hace una "revolución del porqué", nunca cambiará la sociedad. Hay que dar un porqué a lo que yo elijo o decido, si lo que queremos es crear auténtica humanidad.

         En el momento de la dificultad, ¿no sueles preguntarte "qué hago para salir de eso"? Pues bien, no te preguntes eso, sino: ¿Por qué es esto así?

         Para todo esto es necesario dedicar tiempo, amar el silencio, higiene mental. La palabra re-flexión viene de "volver hacia atrás". Es decir, tomar distancia. Sin tiempo para el silencio no se puede profundizar. Como afirmaba Eleanor Roosevelt, "las mentes pequeñas discuten sobre personas, las mentes promedio hablan sobre eventos, las mentes grandes reflexionan sobre ideas".

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 Act: 10/11/22         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A