Bombardeo sexual a los Adolescentes


Clases obligatorias de Sexualidad: acoso estatal a los menores de edad

Madrid, 1 noviembre 2019
Eulogio López, director de Hispanidad

            "Pico de queso" es la expresión que emplean las adolescentes para referirse a los varones lujuriosos. Para las mujeres de parecidas inclinaciones casquivanas, sus colegas de sexo prefieren la expresión "ésa es una loba".

            Al parecer, hay muchas lobas y muchos picos de queso, y a los jóvenes y adolescentes no se la dan con queso, ni los unos, ni las otras. Les identifican fácilmente, más que nada porque abundan bastante y porque vivimos un mundo donde el sexo nos sale por las orejas. Sexo icónico, sí, de mirar y no actuar, pero nos sale por las orejas.

            A los adolescentes no se la dan con queso, pero a los adultos sí. Y, cuanto más informado, más sensible, y más intelectual (es decir cuando más pedante) es el fulano, más.

            Ejemplos hay a miles. El Centro de Arte Reina Sofía, por ejemplo, quiere introducir los pases de moda en el recinto, porque ya se sabe que la moda es arte, fashion en estado puro. Cualquier adolescente diría que lo que quieren los técnicos del museo es contemplar las turgencias (o las semi-turgencias, que vivimos en la anorexia) de las modelos, pero no se le ocurriría sublimar tan pedestre costumbre hasta elevarlo al rango de arte.

            Por ejemplo, pasear por Madrid significa contemplar señoras en bragas a todas horas, y algún que otro señor en calzoncillos (esto es fundamental para la igualdad entre los sexos). Cuelgan de las marquesinas y los chirimbolos (definición castiza con la que los madrileños se refieren a unos enormes pivotes colocados por el excelentísimo Ayuntamiento en las calles y chaflanes más céntricos de la capital), que financian el erario público. Naturalmente, nadie se atreve a levantar la voz, o sea, reducido al silencio que merecen los carcas.

            Pero el vendaval continúa, y llega a las más altas y dignas esferas empresariales. Hace tiempo que la prensa, las más sesuda of course, se ha convertido en el mayor catálogo de la prostitución. Ahora, son las televisiones las que toman el relevo.

            Por ejemplo, los canales de TV mayoritarios en España, los serios, han entrado en una competición feroz por ganar el premio Punta de Queso. A3 TV, propiedad de la 1ª empresa del país, Telefónica, ha lanzado Por ti, sobre 12 lobas y 3 aspirantes a proxenetas (no me consta que lo sean, sólo lo parecen) encerrados en un antro a ver qué pasa. Lo que, por otra parte, no precisa mucha imaginación literaria.

            Detrás de Tele 5 España están las muy serias familias Ybarra y Bergareche, acompañadas del aún más serio primer ministro italiano (el empresario Silvio Berlusconi), lanzan en Tele 5 otro engendro, titulado Hotel Glamour. Y el glamour es justamente eso que ustedes están pensando. Aquí se trata de encerrar a los profesionales del famoseo y de la prensa rosa, que ya se sabe que siempre termina por ser verde.

            Naturalmente, ni el señor Alierta, ni el señor Berlusconi se sienten responsables de ellos: no es nada personal: son negocios, y ellos sólo son presidentes y propietarios.

            Y la televisión pública camina en la misma línea dignificando los carnavales, una tradición, dicho sea de paso, muy poco española, y que ahora, al parecer, se ha convertido en el vademécum de nuestra cultura.

            El mundo del teatro, el instrumento cultural más influyente de la historia, avanza, glorioso, en la misma dirección. Así, en España se prepara una obra dedicada al pene, y sus perspicaces promotores hablan de que buscan (esforzada búsqueda), varones dotados de miembros "respetables, elásticos y graciosos". El asunto da para un ensayo. Ya han pasado 70 aspirantes (todos ellos formados en el Actors Studio, con el método Stanislasky, seguro) dispuestos a destapar el tarro de las esencias.

            Pero, con todo, la sublimación del sexo alcanza su zenit justo en el momento en que alcanza la esfera del pensamiento. Y resulta que la marea viscosa, con olor a semen y a casa lenocinio, ha alcanzado a la intelectualidad. Lo que está pasando en el mundo recuerda aquel episodio que narra Chesterton (ya va para cien años), cuando se encontraba ocupado en uno de sus pasatiempos favoritos: tumbado sobre la hierba en una soleada tarde, en el campus de la Universidad de Oxford:

"¿Sabe usted por qué ese campanario se yergue así? Yo expresé un respetable agnosticismo, y él continuó, con aire displicente: Oh, siempre lo mismo, el Obelisco, el culto del falo. Le miré y, mientras él sonreía, con su barba en punta, no fue a Pam a quien vi, sino al diablo en persona. No hay palabra para expresar la enorme, la insana, la perversa incongruencia de un propósito semejante en semejante momento y en parecido lugar. Por un instante, justifiqué todas las pasiones de aquellos que quemaban a las brujas; después el sentimiento de un absurdo más enorme se levantó en mí como una aurora. Así es, respondí tras un instante de reflexión. Y así debe ser: sin el culto fálico, habrían erigido la Iglesia boca abajo’. Tuve para reír durante varias horas".

            Y concluye el escritor inglés:

"Yo no creo que la mitología comenzara por el erotismo, pero estoy persuadido de que terminará por él. De hecho fue lo que ocurrió, y cuanto más lujuriosa se hace la poesía más la poesía se convierte en cenagal. El vicio griego, los vicios orientales, los viejos demonios semitas, todos los maleficios y todas las perversiones, se batieron sobre la imaginación romana de la decadencia como moscas sobre un estercolero".

            Igualito que ahora mismo, cuando el hartazgo de sexo refleja la decadencia de Occidente. Y por cierto, a lo mejor sólo es casualidad, pero pornografía y violencia siempre van de la mano. Y la conclusión, no puede ser sino el mejor reflejo del mundo actual, el del año 2003:

"Se cansa uno de todo, principalmente de hacer como el que hace, y llega la hora inevitable en la que el niño, cansado de jugar a los ladrones o de hacer el piel roja, se pone a atormentar al gato. Llega la hora en que el hombre está fatigado de fábulas, y no encuentra ya encanto en persuadirse de que un árbol es una hermosa joven y que la luna ha bajado hasta el lecho de un pastor.

Esta saciedad produce en todos los paraísos artificiales el mismo resultado, que consiste en doblar la dosis. El hombre busca pecados nuevos e inéditas obscenidades. Se entrega a las más sucias prácticas y a las peores locuras de las supersticiones orientales: se apuñala los nervios con el cuchillo de los sacerdotes de Baal. El sonámbulo busca despertar de la pesadilla".

            Pero no puede. Ni los poderes públicos, ni las televisiones, ni los detentadores de la cosa cultural, ni los empresarios más poderosos, se lo permiten.

            Al final, una sociedad pornográfica e hipersexualizada es muy útil para los políticos, porque resulta una sociedad tremendamente borreguil. Los preceptores de la reina Isabel II se preocuparon de pervertirla sexualmente desde su más tierna infancia, porque consideraban que era la mejor manera de que fuera una reina manipulable. Ya adulta, le confesaba al escritor Pérez Galdós que nunca había sabido lo que era una constitución. Pero la ignorancia real, y su deformación viciosa, provocaron una guerra civil en España y algún desastre añadido.

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 Act: 01/11/19          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A