China, llena de Sangre


Desapariciones en China, práctica habitual del gobierno hacia lo discordante

Córdoba, 16 agosto 2021
Ramón Meléndez, empresario autónomo

          Si hacemos un breve repaso a la historia, que es la mejor manera de afrontar el presente, recordaremos que desde que el comunismo llegó a China (con Mao Tse Tung, ca. 1954), empezó a tener lugar en el bello país oriental el genocidio masivo, el asesinato selectivo, la tortura instrumental, los linchamientos públicos y toda clase de violaciones a la libertad individual y los derechos humanos.

          Sólo en la famosa Revolución Cultural de Mao, el comunismo asesinó a más de 20 millones de seres humanos por el mero hecho de discrepar con el régimen, dejando el legado del socialista Hitler en mero aprendiz de lo que debía ser el verdadero animalismo político. Y hablamos sólo de un periodo corto de tiempo (5 años), si nos ponemos a pensar en la cantidad de décadas que llevan gobernando estos salvajes en la encantadora China. Pero eso no fue todo, pues aquel pasado sigue estando presente, y es el pan cotidiano de nuestros días.

          Tan sólo hace unos años (ca. 1989), las discrepancias estudiantiles de la Plaza de Tiananmen acabó con miles de estudiantes asesinados por el Partido Comunista, por el simple hecho de no estar de acuerdo con el comunismo. Y hoy en día sigue ocurriendo lo mismo, en su vertiente de detención nocturna, desaparición matinal y silencio vespertino. A eso se le llama cometer asesinatos políticos, y violar todo tipo de derechos y libertades "en nombre del estado y del bien de la patria".

          Como hace ya tiempo que todo régimen socialista fracasó (ca. 1991), y quedó palpable que el socialismo era una ruina económica y un vertedero de hambre para su población, en ese momento China pidió a los países occidentales, a través de su caudillo Xiaoping (ca. 1993), entrar en el club de los amigos capitalistas, bajo amenaza de extender a sus satélites asiáticos los conflictos e inestabilidad. Y como siempre, los países liberal-capitalistas le ofrecieron una solución muy a su estilo, consistente en ayudas preferenciales a cambio de que el gigante chino empezase a consumir sus coca-colas y hamburguesas.

          Lógicamente, los chinos adaptaron ese modelo capitalista a su realidad política y social, a través de la creación de una serie de empresas que fuesen multinacionales (capitalistas) pero controladas por el propio estado (comunistas). Y si se trataba de competir en hacer ropa, o aparatos eléctricos, o en cualquier otra cosa, ellos no iban a escatimar en mano de obra, como nueva clase proletaria que el mismo Marx había denunciado: la mano de obra esclava (niños obreros, obreros sin sueldo, fábricas estercolero, 24 horas al día...). Esa fue la solución de China, y a ver quién competía contra eso.

          De esta forma, las empresas chinas empezaron a hacerse con el mercado mundial manufacturero, ya que sus productos eran los más baratos porque no tenían coste de producción. E incluso porque muchas fábricas occidentales, o empresarios occidentales, podían ir allí a hacer el agosto.

          Pero la clave siguió siendo la misma: controlar el proceso, controlar los beneficios, controlar a las personas, controlar las empresas. Y lo que se ha conseguido al final es un país súper-poderoso económicamente, en el que el 100% de los beneficios capitales son para el Partido Comunista y para los asociados al partido, como suele pasar en los regímenes comunistas de 2ª categoría, como el cubano o venezolano. Y mientras, el pueblo trabaja para el estado y para el partido en condiciones de esclavitud, oprimido bajo la amenaza de "misteriosa desaparición".

          Esto es lo que los muy imbéciles de los liberal-capitalistas han conseguido a largo plazo, porque no huelen más allá de sus necesidades y porque lo que quisieron convertir en un gran perro comedor, ahora se ha convertido en la 1ª potencia económica mundial, dictando las órdenes del mercado. ¡Que genios!

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 Act: 16/08/21          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A