Conferencia
ONU de Pekín

La ONU, empeñada
en imponer un nuevo orden mundial, a todos los niveles
Madrid,
17 febrero 2025
Eulogio López, director de Hispanidad
La actual
ONU propone y ofrece para casi todo la misma agenda oculta: no seguir
insistiendo en que los ricos se
sacrifiquen por el bienestar de los pobres, pues la solución está en borrar a
éstos del mapa.
Tras el fracaso del marxismo y las evidentes limitaciones del modelo liberal,
ya el propio Ratzinger constató en un artículo para el diario italiano
Avvenire (ca. 2000) que con la Conferencia de Pekín (ca. 1995)
surgía un nuevo orden mundial, al ritmo de las conferencias
internacionales de la ONU sobre el papel de la población y la mujer en
la nueva filosofía y el nuevo mundo para ellos diseñado.
En este
sentido, son elocuentes las palabras de Ratzinger respecto a esa nueva
filosofía de la ONU, basada en la liberación de la mujer (fam.
destrucción de la maternidad) y desestructuración familiar (fam.
destrucción de la estabilidad social):
"Una filosofía de este tipo no tiene ya la carga utópica que caracterizaba el
sueño marxista. Por el contrario, es muy realista en cuanto
que fija los límites de los medios disponibles para alcanzarlo y recomienda. Por ejemplo,
defiende que no hace falta preocuparse
por el cuidado de aquellos que ya no son productivos, o no pueden ya esperar
una determinada calidad de vida".
"Esta filosofía no pide a los hombres,
habituados a la riqueza y al bienestar, hacer sacrificios para alcanzar un
bienestar general, sino que propone estrategias para reducir el número de los
comensales en la mesa de la humanidad, para que no se vea afectada la pretendida
felicidad que éstos han alcanzado".
"La peculiaridad de esta nueva antropología, que debería constituir la base
del nuevo orden mundial, resulta evidente, sobre todo en la imagen de la mujer
recogida por la ideología del Women’s Empowerment (lit. el poder para las mujeres),
nacida de la Conferencia de Pekín. Objetivo de esta ideología es la
autorrealización de la mujer".
"Los principales obstáculos que se
interponen entre ella y su autorrealización son la familia y la maternidad. Por
ello, la ONU busca que la mujer sea liberada, especialmente de su especificidad
femenina y de su maternidad".
"En el miedo al
otro es siempre, según el pensamiento actual de la ONU, un antagonista que nos priva de una parte
de vida, y una amenaza para nuestro yo y para nuestro libre desarrollo. Hoy no
existe ya una filosofía del amor, sino solamente una filosofía del
egoísmo. Por este motivo, en este punto del desarrollo de la nueva imagen de
un mundo nuevo, el cristiano tiene el deber de protestar".
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