Consumo Alimentario


Cadena industrial alimentaria, clave para un buen consumo alimenticio

Madrid, 7 agosto 2023
Marta Hernández, redactora de Papernest

          El sector alimentario es esencial para el sustento de la población, pero pocas veces nos detenemos a pensar en la cantidad de energía que se requiere para producir y transportar los alimentos que consumimos a diario. El consumo energético en este sector abarca desde el proceso de fabricación de los productos hasta su distribución final, y tiene un impacto significativo tanto en el medio ambiente como en la economía.

Aspecto

Impacto del Consumo Energético

Medio Ambiente

Emisiones de gases de efecto invernadero
Cambio climático
Agotamiento de recursos naturales
Contaminación del aire y agua

Economía

Costos de producción
Precios de los alimentos
Competitividad de las empresa
Creación de empleo
Desarrollo sostenible

          La fabricación de alimentos implica una serie de etapas que requiere un consumo considerable de energía, desde la preparación y mezcla de los ingredientes, hasta la cocción, envasado y etiquetado. Cada paso del proceso demanda electricidad, gas o combustibles fósiles. Además, en la producción industrial es común el uso de maquinaria y equipos especializados que también consumen energía, desde los hornos y calderas hasta sistemas de refrigeración y transporte interno en las fábricas.

          En este sentido, es importante destacar que no todos los alimentos requieren la misma cantidad de energía en su fabricación. Por ejemplo, los productos que pasan por procesos de deshidratación, enlatado o congelación, suelen demandar más energía que los alimentos frescos. Por ello, es crucial buscar formas de optimizar estos procesos, en vistas a reducir su huella energética.

          Además del consumo energético, el sector alimentario también genera una importante huella de carbono. La huella de carbono se refiere a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero liberadas durante todo el ciclo de vida de un producto, incluyendo su fabricación, transporte y consumo.

          La producción de alimentos de origen animal, como la carne de vacuno, tiene una huella de carbono considerablemente más alta en comparación con los alimentos de origen vegetal. Esto se debe en parte a la demanda de recursos y energía necesarios para criar y alimentar al ganado, así como a las emisiones generadas por su digestión y la gestión de los desechos animales.

Alimento

Demanda Energética
(kWh/kg)

Huella de Carbono
(kg CO2/kg)

Pan

2.5

0.9

Pasta

3.8

1.6

Carne de vacuno

16.2

27.0

Pollo

6.4

5.7

Leche

1.9

1.9

Queso

7.6

13.5

Yogurt

2.3

2.0

Aceite de oliva

10.1

7.6

Azúcar

3.2

1.8

Frutas y verduras

0.8

0.4

Cerveza

5.7

0.9

Vino

4.3

1.5

Chocolate

9.6

19.4

          Es fundamental que las empresas y los consumidores tomen conciencia de la huella de carbono asociada a los alimentos que consumen, y busquen las opciones más sostenibles. Optar por alimentos de temporada y producidos localmente puede reducir la necesidad de transporte, y por ello disminuir la huella de carbono. Así mismo, fomentar una dieta más vegetal puede tener un impacto positivo tanto en la salud como en el medio ambiente.

          Una vez que los alimentos han sido fabricados, deben ser transportados a los puntos de venta y distribución. El transporte alimentario también representa una parte significativa del consumo energético del sector. Desde camiones y barcos, hasta aviones y trenes, los alimentos deben ser trasladados en condiciones óptimas, y en unos plazos adecuados para preservar su calidad.

          El transporte de larga distancia tiene un impacto energético considerable, debido a las grandes distancias recorridas y a la necesidad de mantener la cadena de frío en ciertos productos. Además, el empaquetado de los alimentos también tiene implicaciones energéticas, ya que los materiales utilizados en los envases deben ser fabricados, lo que implica un consumo adicional de energía.

Medio de Transporte

Consumo Energético
(kWh/tonelada·km)

Camiones

0.13

Barcos

0.04

Aviones

1.29

Trenes

0.08

          Dada la importancia del impacto energético en el sector alimentario, es necesario implementar estrategias que permitan reducir este consumo y mejorar la eficiencia energética. Algunas medidas que se están adoptando hoy en día incluyen:

          1º Optimización de los procesos de fabricación. Las empresas están buscando formas de mejorar la eficiencia energética en cada etapa del proceso de fabricación, desde la modernización de maquinaria y equipos hasta la implementación de sistemas de control y monitorización del consumo energético.

          2º Fomento de la producción local. Reducir la dependencia de alimentos transportados desde largas distancias puede disminuir significativamente el consumo energético. Promover la producción local y el consumo de alimentos de temporada puede contribuir a esta reducción, además de fortalecer la economía local y promover la sostenibilidad.

          3º Uso de energías renovables. La adopción de fuentes de energía renovable, como la solar o eólica, puede ser una opción viable para reducir el consumo energético en el sector alimentario. Algunas empresas ya están implementando sistemas de energía solar en sus instalaciones, y utilizando vehículos eléctricos para el transporte de alimentos.

          El consumo energético en el sector alimentario tiene un impacto directo en los costos de producción y en el precio final de los productos. La electricidad es una de las principales fuentes de energía utilizadas en este sector, por lo que el precio de la luz es un factor determinante en la economía de esta industria.

          El aumento de los precios de la electricidad supone un desafío para las empresas del sector alimentario, que dependen en gran medida de esta fuente de energía. Para mitigar este impacto, es esencial buscar y seleccionar la opción más conveniente del mercado actual, lo que permitirá reducir los costos energéticos y tomar decisiones más eficientes. Esta medida no sólo beneficia a nivel económico, sino también desde una perspectiva ambiental.

          Las empresas deben considerar no sólo el aspecto económico al comparar tarifas, sino también el compromiso con el medio ambiente y la responsabilidad social corporativa. Al tomar decisiones informadas, las compañías del sector podrán mejorar su competitividad, así como contribuir positivamente al cuidado del planeta (ver más).

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 Act: 07/08/23         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A