Creer o no creer en Dios


La fe, una cuestión no sólo de creencias sino de compromiso de vida

Córdoba, 3 mayo 2021
Ramón Meléndez, empresario autónomo

          Desde hace muchos años, la pregunta más recurrente en charlas, relaciones sociales o a nivel de amistad es: Tú, ¿crees en Dios? Como si la respuesta tuviera alguna importancia. Porque lo que cada uno crea (o no crea) es irrelevante, ya que Dios existe, y este hecho es independiente de lo que los ateos se lo planteen o no.

          La pregunta correcta, pues, debería ser: Si Dios existe, ¿que vas a hacer tú, al respecto? Ésta es la auténtica cuestión.

          Y hay varias formas de responder, aunque la respuesta tampoco sea lo importante. Lo realmente importante es cómo vas a vivir tu vida, respecto a esta evidente realidad. Pues esta realidad se puede sencillamente obviar (que es lo que hace la mayoría de la gente), tenerlo en cuenta y convivir con ello (utilizándolo en nuestro egoísta beneficio) o asumirlo en su totalidad (con sus deberes y obligaciones al completo, pero también con sus enormes beneficios).

          La grandeza de Dios radica en que él da a cada uno de nosotros la libertad, para elegir cómo vivir nuestra vida. Pero también en que Dios pedirá cuentas y responsabilidades a cada uno, sobre lo que haya hecho en su vida. Y todos deberemos someternos a su juicio.

          Un juicio en el cual, con inmensa misericordia pero también con justicia, encontraremos el premio o castigo por nuestra forma de afrontar esta realidad. Y que a nadie le quepa la menor duda: el premio (a los que cumplieron con él y sus mandatos) será extraordinario, y el castigo será terrible (para los que le dieron de lado, y lo apartaron de sus vidas).

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 Act: 03/05/21          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A