Dictadura del Sentimiento


Lo que me dicte el primer sentimiento que se me cruce, enemigo de lo real

Querétaro, 6 octubre 2025
Arturo Zárate, periodista de Observador

         Si el mundo está loco, ¿por qué México no lo ha de estar? Esta es la pregunta que nuestros líderes de avanzadilla vienen proponiendo desde hace ya 40 años, promoviendo cambios constitucionales al estilo de prohibir el caldo de gallina (para no maltratar animales) y matar a los bebés humanos (para no hacer sufrir a las mujeres por el embarazo).

         En Escocia ya meten en la cárcel a quienes, a tres cuadras del abortorio, se atreven a hacer una oración mental, no sea que sus pensamientos supongan una tortura mental contra las damas que allí ejercen sus "derechos reproductivos" (en este caso, anti-reproductivos). Por lo que se ve, los escoceses son los más avanzados en este tipo de campos, a la hora de usar los poderes telepáticos para atrapar a los infractores.

         En definitiva, hoy se acostumbra a tomar decisiones y legislar según los sentimientos, y no según la razón. Las apetencias, en la medida que se satisfagan (sin importar cómo), son el bien objetivo a alcanzar, y el criterio de toda moralidad. ¡A copular con quien se te antoje!, porque eso es amor. ¡A brindar sin parar!, porque eso es salud. ¡A matar a tus hijos!, porque ése es tu derecho reproductivo.

         Como se ve, la maquinaria social actual no define los bienes en términos reales, sino en términos de lo efímero. Y si no, ahí están las 5 botellas de tequila, con las que se ha brindado no una vez sino 70 veces seguidas.

         Paul Poupard advirtió que "la emoción es el nuevo nombre de la evidencia", al tiempo que agregó: "Cuanto más intensa sea la emoción, tanto más fuerte será la certeza experimentada". En efecto, el hombre contemporáneo busca, a través de las emociones gratificantes, suplir el tiempo de duración, y el impacto de sus sensaciones de insatisfacción, frustración o fracaso. Si quieres evadir tus penas, súbete a una montaña rusa.

         El problema de esta praxis, o dictadura del sentimiento, es que dura poco (y en el caso de la montaña rusa, que acabas con la espalda destrozada). Además, mientras los placeres son efímeros, y se esfuman en un instante, tus obligaciones van a seguir estando ahí, como cambiar los pañales, madrugar al día siguiente o seguir curando tu resfriado.

         Por supuesto, no siempre se barre la casa bailando, ni se trabaja en la fábrica cantando. Pero si se hace con espíritu se está amando lo que se hace ahora, y se seguirá haciendo mañana, y siempre se estará haciendo. Como ya advirtió Teresa de Calcuta, "el que no vive para servir no sirve para vivir".

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 Act: 06/10/25         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A