El covid, ¿por qué ahora?

Naturaleza del Coronavirus, para nada normal, y de origen todavía más dudoso

Córdoba, 7 junio 2021
Ramón Meléndez, empresario autónomo

          El mundo se está enfrentando a la peor tragedia humana desde la II Guerra Mundial, y muchas vidas se han ido al traste a nivel particular y global. La vida de millones de personas, de cientos de países, de varios continentes, y la humanidad en general, ha estallado en mil pedazos. Y a todo esto los medios de comunicación lo llaman “la nueva normalidad”, en su labor incesante de travestir la sociedad, manipulando la realidad y ocultando siempre la verdad.

          De este gigantesco desastre sólo sabemos con certeza una cosa: que todo ha sido provocado por el Covid-19, que surgió de la noche a la mañana. Lo lógico hubiera sido que ya desde el inicio el Régimen gobernante se hubiera hecho una serie de preguntas, buscando de inmediato las respuestas. ¿Cómo ha aparecido este virus? ¿De dónde ha salido? ¿Cómo se ha propagado de esta forma? Pero no quiere ni querrá hacerlo, quizás por no querer saber (o que se sepa) quién lo ha originado, ni qué lo ha propagado.

          Parece ser que este virus destructor fue originado en China, país totalmente hermético y hoy día principal aliado de la OMS y del clan globalizador, que entremezcla su ideología socialista con su religión atea y capitalismo voraz, y en que cualquier disidente o resistente acaba misteriosamente desaparecido a los pocos días de protestar.

          Y así nos encontramos con que ningún ente privado se atreve a investigar, por encontrar absoluta oposición en los países aliados del Régimen y clan globalizador (que no quieren que se investigue) y por no poder enfrentarse con este gigante llamado China. Esto huele a conjura del Régimen con China, en la que todos se tapan entre ellos y, mientras tanto, van sacando provecho a la situación, con todos los medios de comunicación haciendo el trabajo sucio.

          Quizás merezca la pena hacer una 2ª parte sobre esta pequeña reflexión, pero de momento ofrezco tan sólo estas evidencias sustentantes de las que hablaba Aristóteles, a la hora de hablar de la existencia de algo no alcanzado por la vista, pero sí por la razón.

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