Eslóganes Vacíos


Aberración de las mujeres obispas, señal de que algo falla en el mensaje anglicano

Querétaro, 21 noviembre 2022
Genaro Alamilla, periodista de Observatorio

          Hoy se encuentran frente a frente dos realidades: el hombre de hoy y la Iglesia de hoy. Pero ni él ni ella viven ya las realidades del Medioevo, ni las del cuarto milenio por venir, así que ¿cómo es el hombre de hoy, y cómo debe ser la Iglesia ante él? Ésta es una cuestión preocupante para el hombre que reflexiona, y para un amigo que me lo hacía pensar mientras tomábamos un buen café.

          La primera cuestión es responder al cómo es el hombre de hoy. Y la verdad es que, aunque sea penoso decirlo, el hombre de hoy es un hombre fracasado y desilusionado, derrotado por una ciencia y una técnica que se les ha ido de las manos, y lo están sometiendo a la servidumbre. Es decir, que su misma técnica le ha conducido a la serdidumbre, sobre todo económica.

          El hombre de hoy, por otra parte, se ha visto envuelto en una cultura (creada por él mismo) de la muerte, que ataca la vida y el seno materno a través de una infinita variedad de anticonceptivos, que están a su disposición y gustos (a la carta) y, por supuesto, con todo un prospecto de contra-indicaciones. ¡Pobre hombre, adicto a la cultura de la muerte, creyendo que lucha por una vida mejor!

          El hombre de hoy es adicto a la droga, al alcohol y al sexo, víctima del materialismo y del consumismo que él mismo ha fabricado. Y para poder llevar ese tren de vida hace lo que haga falta, hasta sacrificar su propia dignidad y dejar que le pisoteen sus derechos más básicos. Todo esto, y más, es el hombre de hoy.

          No somos pesimistas, pero sí realistas, porque ese hombre de hoy trata de encubrir esta realidad, sin detenerse siquiera un instante a reflexionar sobre ello. E incluso huye de ese campo de reflexión, escapando a través de los horóscopos, la temperatura de cada día o la asistencia a los videntes más trastornados.

          Bien. Y la Iglesia ¿cómo actúa ante este hombre de hoy? Los expertos deberían responder con verdad y objetividad, para bien de la misma Iglesia. Desde luego, parece que no en todas las regiones la Iglesia está a la altura de la realidad del hombre de hoy, bien por carecer de elementos materiales, bien porque la formación en los seminarios dista bastante de lo que ese hombre de hoy necesita. ¿O será que el eximio ejemplo de los últimos papas no ha calado todavía en los evangelizadores de hoy?

          Necesitamos una nueva Iglesia a la altura de las inmensas necesidades, y carencias, del hombre de hoy. Sólo así será eficaz en su misión, y podrá llevar a cabo la ilusionante estrategia de la nueva evangelización. Aunque, a decir verdad, no es que se vea mucho tal estrategia (la nueva evangelización) en muchos sectores de la Iglesia, sino que más bien se está manejando como un eslogan más, vacío y carente de realidad. ¿Usted qué opina?

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 Act: 21/11/22         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A