Masacre de Acteal


Genodicio de Acteal, nunca investigado, ni sacado a la luz, ni explicado

Querétaro, 16 octubre 2023
Rodrigo Guerra, periodista de Observatorio

          El asesinato de un grupo de indígenas indefensos que hacían oración en Acteal, hace algunos años, conmovió al mundo entero. Fueron acribillados por la espalda, ellos no eran población armada, y entre las víctimas hubo mujeres embarazadas. Los grupos paramilitares, bajo sus intereses caciquiles en Chiapas, fueron los responsables.

          El mundo quedó conmocionado. Pero la conmoción pasó pronto, porque el efectismo de los medios de comunicación ya se encargó de crear la emoción inmediata del día, mientras a la semana siguiente se daba el caso por olvidado.

          Pero la verdad no muere nunca, y por eso los muertos de Acteal mostraron que, si bien el inocente puede morir a manos de los que poseen el poder, la violencia extrema nunca podrá acallar la dimensión existencial de la vida humana.

          También demostraron que, si se elimina a Dios de este mundo, ya no habrá motivo para respetar al ser humano. Sin el amparo de Dios, el hombre no es más que otro objeto cualquiera, que se puede usar y tirar cuando se quiera, sobre todo si no se porta dócil y disponible a los antojos del pirado político de turno. Si esto no cambia, demos por hecho el paradigma darwiniano de la "supervivencia del más fuerte", que Spencer transfirió al mundo humano.

          El horror de la masacre de Acteal es tan grande que no puede tener sino hasta un significado filosófico. No sólo por el número de víctimas y el carácter terrible de sus asesinatos, sino por representar el símbolo de la humillación del ser humano, como fruto de una profunda desviación espiritual que no tiene reparo en recurrir a cualquier tipo de barbarie.

          Y si no, ¿qué es lo que gravitaba por las cabezas de aquellos asesinos? ¿O qué idea tenían éstos sobre la dignidad de los pueblos indígenas, y sus legítimas demandas de autodeterminación? ¿Y qué filosofía justifica la exclusión sistemática de los más pobres?

          Cuando la fuerza se separa de la verdad, la injusticia se dedica a aplastar todo lo que encuentra de digno en este mundo, porque esa cosmovisión pone en entredicho sus sinvergonzonerías y tropelías. Y por mucho que traten de maquillar su imagen mediante los medios de comunicación (sobre las políticas de conveniencia, del mayor rendimiento, del menor costo social...), todo será bla bla bla.

          Acteal ya pasó, y de nada sirvió que México ratificara el Convenio 169 de la OIT, comprometiéndose a promover una reforma integral de los derechos humanos. Porque todo siguió igual, y aquellos criminales asesinos de los 49 inocentes de Acteal salieron poco después a la calle, tras haber hecho el estado un paripé de juicio y condena.

          Decía Rocco Buttiglione que "el oprimido puede y debe combatir por la justicia con las armas de esta tierra, pero sabiendo que la verdadera victoria es la victoria espiritual, la que recobra y reconstruye la verdad del hombre en sí y en los otros. Sólo manteniendo la mirada fija en esta victoria es posible evitar, en los enfrentamientos del mundo, el pasarse insensiblemente al lado de la injusticia".

          Hasta ahora el escenario del conflicto chiapaneco había estado dominado por el ejército mexicano, el EZLN y los grupos paramilitares. Con la promulgación de la Ley Indígena estos grupos ya no actuaron más, pero empezaron a actuar otro tipo de grupos (los diputados, legisladores, gobierno central...) con otro tipo de violencia igual o peor de dañina. Si no se cuenta con los propios indios, nunca será posible tener un México incluyente, dotado de estructuras justas y encaminado al auténtico desarrollo.

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 Act: 16/10/23         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A