Nacimiento de Cristo


Llegada al mundo del Enmanuel, el Mesías que el mundo necesita

Córdoba, 18 diciembre 2023
Ramón Meléndez, empresario autónomo

          Ha llegado la Navidad, la fecha en la que conmemoramos que hace 2023 años Dios se hizo hombre y nació de la Virgen María, en un humilde portal en Belén. Así fue como él quiso nacer, alejado de palacios y riquezas, de glorias y fastuosidad. Y así fue como él, que conoce a los hombres mejor que nadie, trazó el camino a seguir: la absoluta pobreza (a pesar de tan altísimo honor), y el saber estar por encima de este mundo. No obstante, miles de años después, los hombres siguen sin enterarse.

          Y es que los seres humanos seguimos igual, o incluso vamos a peor. Tanto que si Jesús naciera hoy día, sería todavía más despreciado que lo que fue en su día, y mucho más pobre que lo que era un pobre de entonces. Y todos los telediarios repetirían de forma unánime los mismos bulos: que la Virgen tuvo un lío con otro, que San José era un calzonazos, y que sería un peligroso negacionista quien afirmase que aquel niño era el Hijo de Dios.

          Sí, hoy día estamos mucho peor que entonces, porque si en aquella época sus gentes hubieran conocido el resto de la historia, habrían ido a millones a Judea, y habrían acogido afectuosamente dicho acontecimiento. En cambio, hoy creemos que lo sabemos todo, nos es indiferente lo que sucedió en aquella Navidad de Judea del s. I, y nos dedicamos a celebrar aquel suceso con regalitos y borracheras, como si fuera una broma burlesca lo que allí aconteció.

          Señor, ¡que miserable y estúpido es el hombre! ¿Y cómo podremos ser perdonados por esta maldad? Porque Dios creó el universo entero, y en vez de destruirlo en un suspiro (que podría hacerlo), hasta nos dio a su propio Hijo, engendrado de sus propias entrañas. Y nosotros lo ignoramos y lo celebramos burlescamente. Definitivamente, el hombre sigue siendo ¡un imbecil!

          Después de 2023 años, todavía no hemos comprendido que con Jesús nació el perdón de nuestros pecados, la única paz auténtica, el amor serio a la verdad, y esa esperanza que el hombre lleva buscando desde siempre, cuando alguna que otra vez reflexiona en su interior (si es que lo hace).

          Pero aquí seguimos celebrando por navidad el "qué me voy a poner para la cena", o el "qué voy a cocinar para esa noche". Y nos gastamos millonadas en marisco, juguetes y comilonas. ¡Qué lejos sigue estando este cochino mundo de aquel humilde y glorioso pesebre de Belén! Señor Jesús, perdona las injurias humanas, y ¡feliz Navidad!

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 Act: 18/12/23          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A