Organización Mundial del Comercio


Países ricos y China, auténticos monopolizadores de la OMC y del comercio mundial

Querétaro, 4 marzo 2024
Rolando García, periodista de Observatorio

          A menos de 2.000 km de Afganistán, y en plena península arábiga, se celebró hace años (en 2001) la IV Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La sede era la capital del pequeño emirato de Qatar, Doha, escogida por la dificultad que tendrían los manifestantes anti-globalización para asistir.

          La Conferencia Ministerial es el órgano supremo de la OMC, y en ella se toman las decisiones en cuanto a las negociaciones de liberación comercial entre sus 142 miembros. Las tres primeras se llevaron a cabo en Singapur, en Ginebra, y en la tristemente célebre Seattle.

          La Conferencia de Doha era importante debido a que en ella debía decidirse el programa y el calendario de las negociaciones futuras. Además, desde el fracaso de la Conferencia de Seattle, muchos temas importantes habían quedado en el tintero.

          Los países en vías de desarrollo manifestaron su sentimiento de estar quedando fuera de las decisiones centrales de la arquitectura del comercio internacional, tomadas entre los países ricos. Por otro lado, algunos países desarrollados tenían interés en incorporar a las negociaciones temas de protección al medio ambiente, normas mínimas de protección social y el comercio de las marcas y patentes.

          Por supuesto, en tan pocos días sería imposible encontrar soluciones para cada uno de estos puntos. Pero eso fue lo que buscó Doha, llenando la agenda de un sinfín de temas para que en la ronda multilateral se pudiese ceder en una cosa para obtener ventajas en otras. De esta manera, los países en vías de desarrollo obtendrían algunas ganancias, pero también algunas pérdidas.

          ¿Y qué se obtuvo finalmente? Los miembros de la OMC aprobaron iniciar una nueva ronda a partir del siguiente año, dándose un tiempo límite de 3 años para llegar a una conclusión (esto último es importante, porque la pasada ronda duró 7 años, y a nadie convenía posponer indefinidamente la conclusión de una negociación).

          Los acuerdos principales de esa nueva ronda de contactos (de 3 años) se obtuvieron en 5 campos: agrícola, anti-dumping, textil, bienes industriales y patentes de medicinas. En el tema agrícola, por ejemplo, lo que se acordó fue buscar "una reducción, con miras a eliminar toda forma de subsidio a la exportación".

          Negociar sobre las medidas anti-dumping pudo parecer un triunfo para los países en vías de desarrollo, y un trago amargo para los Estados Unidos (principalmente, para sus productores de acero). Pero el Congreso estadounidense no aprobó nunca nada al respecto, ni al respecto hizo nada Bush ni su negociador comercial, Robert Zoellick.

          En el tema de patentes, los países en vías de desarrollo sí consiguieron una cierta victoria frente a las grandes farmacéuticas, logrando el derecho a usar medicinas genéricas mucho más baratas en casos de crisis sanitarias o crónicas (sida, cáncer, diabetes y asma), sin tener que pagar los derechos a los propietarios de las patentes.

          Además del bulo de la "nueva ronda multilateral de negociaciones", la entrada de China en la OMC ha sido el hecho más importante en los últimos años, como 5º exportador y 6º importador mundial de productos manufacturados. De hecho, China es hoy en día un actor de primer orden en el comercio internacional.

          La entrada de China en la OMC es otro de los grandes timos de la OMC. De hecho, su entrada había sido sucesivamente pospuesta debido al aparato de producción e intercambio comunista chino (totalmente cerrado), mientras que ahora, de la noche a la mañana, nos quieren hacer creer que finalmente China ha liberalizado el comercio de su país (cuando lo que ocurre es totalmente lo contrario).

          Visto lo visto, los países en vías de desarrollo nunca van a estar a la altura de los países ricos, porque ganarán ciertas migajas mientras que los países ricos también seguirán ganando (y más). El fracaso está asegurado, mientras los países menos desarrollados no estén en condiciones de negociar de igual a igual con los países más desarrollados, a nivel bilateral o multilateral.

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 Act: 04/03/24         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A