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Perdónales, Padre
Córdoba,
4 abril 2022 El mismísimo Señor Jesucristo le pidió en cierto momento al Padre Dios que perdonase la maldad de los hombres para con él, la de aquellos que "no saben lo que hacen". Pero desde entonces ¿cuantas veces ha ofendido el hombre a Dios, y lo sigue haciendo? En el Antiguo Testamento hubo también grandes ofensas al Creador, y en muchas ocasiones hubo grandes castigos por parte de Dios. Desde la llegada de nuestro Señor Jesucristo, él ha mediado por nosotros y ha logrado detener la justicia divina. Pero, ¿por cuánto tiempo? Si nos fijamos en nuestra sociedad, las ofensas a Dios son constantes y de todo tipo, contra Dios y contra todo lo que él representa (su Hijo, el Espíritu Santo, la Virgen María, la Iglesia...), empezando por las personas normales (que lo niegan, no le hacen caso, no cumplen sus normas) y acabando por las personas anormales (que se ríen de él, insultan gravemente su divinidad y hasta queman y matan todo lo suyo). La anormal persecución contra Dios (y los que le siguen) es algo que ya está alcanzando niveles terribles, empezando por la exclusión social, siguiendo por las crueldades cotidianas y terminando por el asesinato en muchos países. El hombre se ha colocado en el lugar de el Creador, como pobre imbécil se cree el centro del universo, y como animal desbocado se cree con derecho a hacer todo tipo de tropelías. Pues bien, aquí está la respuesta de la Biblia: saber por cuánto tiempo detendrá Dios su mano (Mt 24, 36) hasta castigar a ese pobre animal por todas sus animalidades (Mt 24, 28), en vez de haberse hecho más humano y espiritual (Mt 24, 12). La Biblia asegura que ese día va a llegar (Mt 24, 30), y que entonces esos imbéciles quedarán sin aliento (Mt 24, 30) ante lo que les sobreviene, porque la justicia de Dios prevalecerá (Mt 24, 40-41) y provocará su llanto y rechinar de dientes (Mt 24, 51). .
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