Pobreza
Mundial
Pobreza y riqueza,
juntas en una misma ciudad, y no separadas por áreas continentales
Querétaro,
9 octubre 2023
Jesús Colina, periodista de Observatorio
El primer movimiento anti-globalización, o
Movimiento de los Disobbedienti, tuvo lugar en julio de 2001 en Génova,
con ocasión de la Cumbre de Génova del G8. Se trató de un fenómeno
que generó una violencia tan inaudita, que superó los cálculos más pesimistas. Un
joven de 23 años,
Carlo Giuliani, murió el 20 de julio a manos de otro joven, carabinero de 20 años.
Y como dijo por aquel entonces el padre Piero Gheddo,
misionero del PIME y testigo de los hechos:
"Ante
aquel pobre muchacho, muerto sobre el asfalto, todos estaban dispuestos a expresar sentimientos de
condolencia, y todos se declaraban
contrarios a la violencia. Los contestatarios al G-8 se dividieron en pacíficos y
violentos, pero sólo de forma artificial. Porque es cierto que muchos de ellos
pasaron a ser pacíficos, pero la mayoría sigue empapándose en esa ideología
que habla de la violencia como única forma, posible, y necesaria, de
conseguir los objetivos".
Las
causas que llevaron a esta violencia, siguió explicando el p.
Gheddo, "provienen de la ideología de fondo del ‘todo y ya’, originada en
1968". Porque, como siguió explicando el p. Piero:
"El G-8 tenía en su agenda, desde hacía
muchos meses antes, la intención de discutir y decidir acerca de cómo reducir la
miseria de los pueblos pobres. ¿Y qué sentido tiene protestar contra los jefes
de los países ricos, y no hacerlo contra la sociedad rica del despilfarro, de lo
superfluo, del desinterés por los pobres del mundo? Los líderes del G-8 han sido
elegidos democráticamente, y dependen del voto de sus electores. Y si no cambia
el ‘modelo de vida y desarrollo’ de esos electores, ni siquiera el que es jefe puede
hacer gran cosa".
A esa causa de fondo, señala el p. Gheddo,
habría que añadir otra causa más inmediata, que es "el análisis
marxista sobre la pobreza de los pueblos
pobres, que divide el mundo entre explotados y explotadores".
Entre los contestatarios del G-8, recuerda el p. Piero, "no he encontrado a ninguno que no crea
ciegamente en el angosto esquema ideológico del marxismo, según el cual nosotros somos ricos
porque los otros son pobres, y viceversa".
Con todo esto es necesaria una reflexión,
concluye el padre Piero Gheddo
(+2017), fundador de AsiaNews:
"Si
este análisis es verdadero, como creen los anti G-8, inevitablemente se llega
a la condena y rechazo del mundo rico. Pero este análisis está radicalmente
equivocado, pues si no, ¿por qué van los misioneros a Africa a
educar, y no van ellos? ‘Educar no es necesario’, dicen los anti G-8, pues ‘las
culturas son todas equivalentes, y la pobreza proviene de la rapiña de los
ricos a los pobres’. Pero las causas de la pobreza en el Tercer Mundo son mucho
más profundas (históricas, culturales, sociales...), y por eso los
misioneros sí van a los pobres, y hacen de ellos agentes del
desarrollo".
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