Preguntar al Público

Canales de TV, a la caza de huecos videntes y no de ciudadanos formados

Querétaro, 5 febrero 2024
Jaime Septién, periodista de Observatorio

          Está muy de moda lanzar preguntas al público, principalmente por parte de los noticierios. Estas preguntas sirven para que los medios puedan medir el rating de cada uno de sus programas, pero también son un auténtico sensor social para ellos.

          En México, las preguntas que plantean Televisa y Televisión Azteca van desde las que tienen una cierta relevancia hasta las que parecen más ociosas, como "¿cree Ud. que en nuestra sociedad todo marcha sobre ruedas?", "¿hay buenos y malos policías?", "¿de qué color le gustaría el traje de los bomberos?", "¿considera usted que las botas del presidente X deberían ser siempre de charol?".

          Lo que realmente buscan los medios de comunicación, al lanzar a los telespectadores estas preguntas, no es tan sólo recibir llamadas y ganar dinero, sino que lo que buscan es conocer realmente el número de telespectadores que tienen y lo que éstos respiran, puesto que las llamadas representan ciertos porcentajes de población.

          En principio, la idea no es mala. Pero si esto es así, ¿por qué no proponer a las televisoras que utilicen las mismas llamadas para mejorar su trabajo? Es decir, ¿por qué no formulan dichas preguntas de forma que lo que busquen es el mejoramiento de la televisión, o la radio, o el periódico... o la sociedad en general? Ahí dejo la pregunta, por si lo que buscan dichos medios no es su retroalimentación sino la mejoría de la sociedad. Y aquí dejo también otra batería de útiles preguntas:

—¿Cree Ud. que esta televisora actúa con responsabilidad social?
—¿Cree Ud. que esta televisora promueve el bien común, el desarrollo y la paz social?
—¿Cree Ud. que nuestra programación busca el bienestar de la familia y de la sociedad?
—¿Cree Ud. que estamos ayudando a la educación de los niños y jóvenes, en valores humanos?
—¿O cree Ud. que tomamos como pretexto la libertad de expresión, para transmitir programas huecos y baratos?
—¿O cree Ud. que nuestros noticiarios, más que informar, alientan la delincuencia y la violencia?
—¿O cree Ud. que nuestra televisora corrompe a los menores?

          Éstas son algunas preguntas que los medios podrían hacer al público, si lo que buscan no es tan sólo obtener su anhelado rating sino escuchar la opinión de la sociedad, y de los que queremos una mejor televisión y una mejor sociedad.

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