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Robando a los Niños
Querétaro, 7 noviembre 2022 En el año 2021, según un informe de la Unicef, 11 millones de niños murieron a causa de enfermedades que era posible evitar, 170 millones de niños estaban mal alimentados y más de 100 millones de niños no tuvieron acceso a servicios educativos. Se trata de una realidad dura de digerir, que además ve agravada por muchas otras formas de explotación como la prostitución infantil y los trabajos forzados. La prostitución infantil sigue extendiéndose de manera alarmante por todo el mundo, y la esclavitud infantil es ya una práctica cotidiana, especialmente en los países subdesarrollados. Aunque hay que dejar claro una cosa, como he dicho en otras ocasiones: no hay prostitución sin clientes, ni esclavitud sin esclavizadores. Tampoco debemos olvidar que actualmente miles de niños son carne de cañón de los grupos guerrilleros y de los ejércitos irregulares. En los últimos años más de 2 millones de niños han sido asesinados y otros 6 millones de niños han sufrido lesiones o han quedado discapacitados como resultado de conflictos armados (de los cuales, por supuesto, ellos no son responsables). Recuerdo que, no hace mucho tiempo y de visita en algunos países centroamericanos, vi cómo a los niños no se les enseñaba a contar con peras y manzanas (como aprendimos nosotros), sino con balas y rifles. En los países más civilizados hay otras maneras más sofisticadas de robar la infancia y adolescencia a los niños. En los Estados Unidos, por ejemplo, cada vez se ponen más de moda los USA PreTeen Princess, concursos de belleza para niñas (menores de 10 años) que visten a las niñas como adultas y las hacen pasar por clases de modelaje, actuación e interpretación, como si fuesen profesionales (mayores de 18 años). También es ya común ver en todas partes que en los medios de comunicación promueven concursos y programación de mayores para niños (como telenovelas, talkshows...), con millones de éstos pegados a los televisores y compitiendo en casa. Todo esto ha hecho que los menores cambien la percepción que tienen del mundo, sus preocupaciones y sus actitudes. Un estudio reciente patrocinado por Coca Cola ha mostrado que niños de 12 años de edad tienen las mismas actitudes, o ven a la vida de forma semejante, que los jóvenes de 25 años. Y ha arrojado el dato que, entre las principales preocupaciones de los niños, está el "no tener suficiente dinero". En fin, el agitado ritmo de vida que llevamos en la actualidad hace que no nos importe invadir el mundo de los niños, con tal de ganar espectadores y consumidores. De esta manera hemos arrebatado a los niños sus espacios para los juegos, la alegría, la serenidad y la inocencia. Como padres de familia, y como sociedad, hemos de hacer todo lo posible para que no se venda la infancia por unas cuantas carcajadas de gente aburrida, ni se acabe borrando del mapa esta etapa tan importante de la vida como es la etapa infantil. .
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