Santuario de Nyzhankovychi


Santuario de Nyzhankovychi (Ucrania), muy cercano a Juan Pablo II

Montevideo, 1 diciembre 2020
Pablo Hubner, doctor en Derecho

          Al lector le parecerá raro que desde Montevideo, en Uruguay, se hable de una advocación mariana de la región subcarpática de Galitzia (Ucrania), antiguo territorio austriaco tras la partición de Polonia del s. XVIII. Más exactamente, de la Virgen de Nizankowice, hoy llamada por los ucranianos Nyzhankovychi. Complicado y raro.

          No obstante, hay que recordar que fueron los polacos (bajo mando del rey Sobieski, y a petición del papa) quienes ayudaron a los Habsburgo (o Austrias) a que Viena no fuera tomada por los turcos en el s. XVII, ni que se produjera el retroceso de Europa ante el Islam otomano, a forma de pequeña Turquía europea. Y que fue un rey austriaco (Carlos I de Austria, último emperador austro-húngaro) el que, gran devoto del Sagrado Corazón de Jesús, había intentado negociar con los Aliados un alto el fuego que frenase la I Guerra Mundial (en 1916 y sin aparente éxito, pues lo desterraron a la isla de Madeira), por cuya causa fue beatificado por Juan Pablo II el 3 octubre 2004 (la que sería su última beatificación).

          Hechas estas consideraciones, diremos que la localidad de Nyzhankovychi, ubicada en Galitzia (ex Austria, ex Polonia) fue anexionada por la URSS en 1945, y pasó a pertenecer a Ucrania desde 1991. Se encuentra a 3 km de Polonia, y carece de la prosperidad y demografía de antaño. Había nacido en el s. XIV bajo nombre de Krasnopol, dató sus primeras menciones de 1377 y 1378, y recibió sus derechos civiles (según la ley de Magdeburgo) en 1408, por parte de la corona polaca (cumpliendo su VI Centenario en 2008, cuyos días conmemorativos se celebraron el 1 de mayo para hacerlos coincidir con la fiesta de Nuestra Señora de la Providencia).

          Hasta 1867 fue cabeza de distrito bajo la administración austriaca, perdiendo dicho privilegio ante la polaca Przemysl, a 12 km de distancia. Enviaba sus diputados a la Dieta autonómica del Reino de Galitzia (con sede en Lemberg, más tarde Lvov y hoy Lviv), y sirvió de importante nudo ferroviario entre Galtzia y Hungría.

          De esta localidad multiétnica, a nivel lingüístico y religioso, sólo quedan hoy 3 cosas en pie: sus 3 Iglesias, junto a alguna capilla y poco más.

          Cuenta hoy con menos de 2.000 habitantes, de gente migrante (de Ucrania y Polonia) que utiliza su condición de punto fronterizo y tren binacional (que va de la polaca Przemysl a la ucraniana Galitzia y viceversa, a través de Nyzhankovychi y la línea 102). Casi todos ellos son de etnia ucraniana, y de los judíos asquenazíes asentados allí (desde 1600) no queda ni uno, al morir casi todos ellos en el Holocausto. Desgraciadamente, el iddish (o hebreo antiguo) se dejó allí de oír, al igual que mucho antes había hecho el ruteno (o eslavo antiguo).

          Entrando ya en materia, una de las principales iglesias de Nyzhankovychi es la gótica Iglesia de la Trinidad, construida entre 1448 y 1451 y dotada por Casimiro IV de Polonia con la categoría de parroquia. Fue reconstruida dicha iglesia en 1524 (tras la invasión tártara), y en 1910 erigió un campanario de ladrillo que fue destruido poco después (por los cosacos rusos, en la I Guerra Mundial).

          Desde siempre, ha sido la Iglesia de la Trinidad la parroquia de los polacos en Nyzhankovychi, manteniendo hoy su rito latino o, como dicen los ucranianos, romano-católico (para diferenciarlo del rito greco-católico, que es el que siguen los ucranianos de rito oriental). Hasta 1948 tuvo misas y párroco propio (el padre Jan Szetel), hasta que los soviéticos la cerraron y la transformaron en depósito de granja colectiva (de cereales y fertilizantes) y establo de caballos, para ser finalmente transformada en depósito de estiércol.

          Con la caída de la URSS en 1989, las autoridades locales entregaron el templo (cuasi derruido) a la Iglesia Católica, y gracias a las 40 familias piadosas que quedaban (como la bisabuela de Wlodimiercz Moroz), pudo reconstruirse y volver a ser consagrada, en 1991. Que quedaban o que estaban allí en ese momento, pues se trataba de personas (polacas, ucranianas, judías) que habían logrado escapar de la URSS y entrar en Europa, a unos territorios fronterizos que Alemania había ofrecido para el caso y que, aunque satélite soviético, ofrecía mayor tolerancia religiosa y racial.

          Durante la reconstrucción de la iglesia polaca, numerosos ornamentos llegaron bajo donaciones anónimas llegadas a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Y con ellos también llegó una imagen de la Virgen de Fátima en madera, que por lo visto había sido tallada en 1930 en Czestochowa (Polonia). La Virgen fue colocada en un altar lateral de la iglesia, y dicho altar pasó a ser llamado "el altar de los pobres".

          Una vez restablecida la normalidad, numerosos polacos (dispersos y cercanos) comenzaron a visitar la localidad, para rezar en el cementerio (por sus seres queridos) y para oír misa en la iglesia polaca. Hasta que llegó el 5 enero 2005, y aquel niño Wlodimiercz Moroz (ahora adulto y miembro de la arquidiócesis latina de Lviv) fue a visitar a sus ancestros, y de repente empezó a temblar de pánico al creer estar viendo algo que no era normal: la imagen de la Santísima Virgen (llamada de la Providencia, a pesar de ser una Virgen de Fátima), empezaba a llorar. El joven avisó de ello al sacerdote, quien también vio lo mismo.

          ¡Una imagen de madera llorando! Y eso que no había humedades en las paredes. Bueno, el hecho es que a dicha imagen le daba por llorar, todos los días 13 de cada mes y algún que otro día más (el día que agonizó Sor Lucía, el día que agonizó Juan Pablo II). Y así todos los días 13, durante 2 años y hasta el año 2007.

          Según informa Wlodimiercz Moroz, él ha llegado a contar 102 lacrimaciones, hasta el día en que éstas dejaron de tener lugar. Como dato de trasparencia, el párroco de la Iglesia de la Trinidad sacaba a dicha Virgen en procesión todos los días 13, y ¡se producía la lacrimación en plena calle!

          En el plano civil, tanto las autoridades greco-católicas como ortodoxas, y el mismísimo patriarcado de Kiev, fueron a presenciar in situ el acontecimiento, junto al párroco católico y fieles ucraniano-polacos. Y ¡se han unido!

          Pues la división de credos había sido tirante durante los años anteriores, incluso durante la visita de Juan Pablo II a Lviv (Ucrania, el 25 junio 2001), en que tuvo lugar una gigantesca discusión (entre los eparcas y patriarcas) acerca de los territorios fronterizos, y la primacía de unos ritos o de otros (lo que provocó que Juan Pablo II nombrase al arzobispo de Lviv como cardenal, para intermediar).

          El año 2007 el cardenal de Lviv (card. Jaworsky), y presidente de la conferencia episcopal ucraniana, erigió la Iglesia de la Trinidad en Santuario de la Providencia de Nyzhankovychi, "por los hechos marianos ocurridos a lo largo de 2007". Se trataba de la persona que mejor conocía el tema, y el que, según parece, administró los últimos sacramentos a Juan Pablo II, en abril de 2005.

          Tras lo cual, envió el arzobispo de Lviv las lágrimas de la Virgen a un laboratorio científico, a través del sacerdote polaco Jacek Waligora, para que un comité médico analizara su contenido. Los resultados médicos no se hicieron esperar: lágrimas humanas, con todas sus cualidades.

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 Act: 01/12/20          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A