Superar las Dificultades


Jóvenes de hoy en día, ahogados ante cualquier mínima dificultad

Beirut, 11 diciembre 2023
Yaacoub Badaoui, licenciado en Filosofía

          ¿Cómo puede encontrar el hombre moderno ese estímulo que le impulse a superar las difíciles condiciones de su vida?

          Uno de esos estímulos podrá ser encontrado, por el hombre moderno, en el aprendizaje a "respirar con sus dos pulmones", el oriental y el occidental, y no sólo con éste último (como ha sido la costumbre histórica de Occidente). Si el mundo occidental se nutre del misticismo oriental, y de la religiosidad de las Iglesias orientales, encontrará mucha más paz y ese estímulo que busca para sus condiciones modernas de vida.

          En el ya lejano 10 junio 2001 tuvo lugar en la Plaza San Pedro de Roma la canonización de la primera santa oriental de los tiempos modernos: Rafqa el Rayes, de la Orden Libanesa Maronita (OLM) y beatificada con anterioridad por Juan Pablo II (en 1985), uniéndose así a la tríada de santos maronitas San Charbel Makhlouf y San Nemetala Kassab al Hardini.

          Rafqa había nacido en 1832 en Hamlaya, en el corazón del Monte Líbano, y había sido bautizada con el nombre de Boutrosieh (lit. Pedra). Siendo joven ingresó en la Congregación de las Religiosas de María, y se cambió su nombre de pila por el de Rafqa (lit. Rebeca). Años después, con 29, decide entrar en el Convento de San Simeón Estilita, con régimen de clausura.

          En 1860 se encuentra en la ciudad de Deir el Kamar durante las masacres del Chouf, perpetradas por los drusos contra los cristianos, siendo ella afectada por las matanzas y padeciendo varias veces el tormento del éxodo forzado de una región a otra.

          Siguiendo la invitación de San Pablo, a "ofrecer nuestros sufrimientos por la salvación del mundo", Rafqa aceptó con gozo todo tipo de enfermedades (ceguera, parálisis...) y dolores físicos, después de haber pedido a Cristo poder participar de sus sufrimientos.

          En 1897 fundó, junto con otras 5 religiosas, el Convento de Jribta, también con régimen de clausura. Y allí permaneció hasta su muerte (en 1914) y hasta hoy en día, pues es allí donde se encuentra hoy su tumba.

          La vida de la primera santa libanesa de los tiempos modernos "refleja la vida de la comunidad maronita, caracterizada por el sufrimiento y el dolor, y nos exhorta a superar las dificultades actuales", dijo en su momento el cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, patriarca de la Iglesia Maronita.

          Matanzas, éxodos, persecución racial, odio religioso y discriminación social, enfermedades y dolor... No cabe duda de que Rafqa es una santa de nuestros tiempos, y que su vida nos enseña a todos a aceptar los infortunios con gozo, descubriendo en ellos su increíble valor salvífico.

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 Act: 11/12/23          @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A