Tiranía estatal Actual


Ciudadanos anónimos, detenidos si se salen de la fila marcada por la estado

Córdoba, 10 enero 2022
Ramón Meléndez, empresario autónomo

          Con tanto golfo, sinvergüenza y estúpido metido hoy en política (los peores de la sociedad), y con el derroche de propaganda que sus medios de comunicación publican por doquier (repitiendo sus payasadas), los que nos gobiernan nos han hecho perder el sentido de lo que un estado moderno es, y nos han hecho creer otra cosa muy diferente a lo que realmente debería ser. Lo explicaré brevemente, a ver si se nos queda claro de una vez.

          El estado moderno nació en Valladolid el 19 octubre 1469, tras la unión de Isabel I de Castilla con Fernando II de Aragón (de 19 y 18 años) y según los parámetros con que hoy seguimos tasando a todo estado moderno (competencias representativas, justicia universal, propiedad privada, burocracia ministerial, sistema financiero, comercio mercantil, autofinanciación fiscal, diplomacia internacional y ejército profesional). Y desde entonces, todo estado moderno se ha dedicado a organizar la sociedad, a proporcionar a las personas una vida más llevadera, y a desarrollar las potencialidades nacionales, de forma digna y equitativa.

          Y si eso fue así en los primeros estados modernos de la historia (España y Portugal, a los que no tardaría en sumarse Inglaterra, y más tarde copiar Francia), hoy en día sigue siendo así, si es que los estados actuales quieren seguir llamándose modernos. De ser así, las funciones esenciales de los estados actuales pasarían por:

-desarrollar una adecuada organización territorial y administrativa,
-organizar una efectiva administración de los recursos nacionales,
-buscar los medios para promover trabajos dignos, con los que poder mantenerse y mantener a sus familias,
-dotar un sistema educativo que desarrolle a los niños y jóvenes de forma adecuada,
-facilitar el acceso a sus ciudadanos a viviendas dignas y asequibles,
-defender y proteger las fronteras, para que en su interior se pueda vivir en paz,
-preservar y transmitir las tradiciones e historia, de los antepasados y de la nación.

          Y por supuesto, tratar de extinguir cualquier tipo de pobreza existente, a través de mecanismos justos y no de la mal entendida caridad.

          Todo esto no tiene nada que ver con la realidad actual que vivimos, donde el estado ha pasado a convertirse en el enemigo del pueblo (a forma de señor feudal), y en que lo único que sabe hacer es explotar, amenazar, engañar y someterlo a la servidumbre (a forma de feudalismo medieval).

          Los integrantes de los estados actuales, desde los más altos cargos hasta el más pequeño, son comisarios políticos dedicados a que nadie se salga ni un milímetro de lo que ellos quieren. Y por supuesto, de lo hablado antes (modernidad, funciones esenciales...), nada de nada. Entre otras cosas, porque a los cargos dirigentes sólo llegan los más golfos y los más sinvergüenzas, y éstos son incapaces de hacer nada de lo dicho, o de saber cómo se hace.

          Todo esto nos lleva a una conclusión evidente, hasta para el más tonto: este estado actual es innecesario, y habría que deshacerlo para volverlo a reconstruir. Por decirlo con otras palabras, la mayoría de los estados actuales (por no decir todos) han quedado reducidos a pesebres de ineptos chupa-sangres, a los que que sólo les interesa tapar su fracaso laboral (si es que tenían trabajo) mediante la exhibición de un cargo, que ellos exhiben como trofeo a su reconocimiento social. Al fin y al cabo, ¿cuando unos catetos, o medio analfabetos, iban a imaginar llegar tan alto?

          Como siempre, intentamos aportar un rayo de luz y esperanza, aunque en este caso sea extremadamente difícil. La solución a esta lacra actual pasaría por no participar absolutamente en nada de lo que este esperpéntico estado proponga, comenzando por las elecciones. Y así hasta dar con algo (o alguien) que sí tenga sentido, sea capaz de empezar algo nuevo y reconduzca las cosas de verdad.

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 Act: 10/01/22          @noticias del mundo             E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A