Violencia del Corazón


Odio ciudadano, cada vez más extendido entre la población juvenil

Querétaro, 22 enero 2024
Yusi Cervantes, psicóloga del APSIC

          En muchas ocasiones vemos las imágenes de los telediarios y no podemos creerlo, sobre todo los episodios de odio que diariamente tienen lugar en Oriente Medio, Europa Oriental, África y hasta en Japón. La mayor de las veces creemos que estamos asistiendo a esas películas que sacan brillo a la violencia con todo tipo de efectos especiales, pues ¡estamos tan acostumbrados a esos canales televisivos de violencia! Y a veces hasta cuesta caer en la cuenta de que las escenas de los telediarios son reales, pues ¡tantas guerras, tantos atentados, tanto odio entre hermanos!

          Por de pronto, lo que cabe preguntarse es: ¿Por qué no nos consternamos de una vez para siempre ante tales tipos de actos inhumanos? ¿Por qué no nos consternamos seriamente cuando asistimos a la muerte por hambre de un ser humano, por ejemplo?

          La violencia (recibida) no justifica más violencia (como respuesta), pues dos males juntos jamás conseguirán un bien. Así que es de ceguera galopante que haya un país (Estados Unidos) que siga hablando del eje del mal, como si unos fuesen los buenos y otros (los que éstos decidan) son los malos, a forma de mala película de vaqueros e indios.

          Desgraciadamente, la estrategia adoptada por Estados Unidos es más frecuente de lo que parece, sobre todo en la vida cotidiana. Y si no, ahí están los padres de familia, enseñando a sus hijos que ellos saben lo que está bien y lo que está mal, lo que conviene y lo que no. ¿O cuántos se creen en la posesión de la verdad, y obligan a su cónyuge a pensar igual? ¿Y cuántas buenas conciencias hay, que condenan a quienes consideran que están equivocados? Pensemos también en las agresiones en el tráfico citadino, en la competencia laboral desleal, en la corrupción de la pobreza... y en tantas otras muchas formas de imponernos al prójimo y pasar sobre él.

          No hemos entendido todavía que el hombre se humaniza a través del diálogo, y que el diálogo implica perdón, respeto y humildad. Diálogo no significa depositar en la mente del otro mi verdad, sino buscar juntos la parte de verdad que en ese momento es necesaria.

          En este panorama, hay ciertas voces, como la de Scott Saunders, director asociado de psicología traumática de la Universidad de California, que dicen que "la pregunta clave a responder es: si esto nos va a hacer más humildes o más arrogantes, si nos llevará a salir adelante o retroceder hacia atrás".

          Los hechos dramáticos de la vida cotidiana deben llamar nuestra atención, respecto a qué violencia es la que estamos permitiendo a nuestro alrededor, sin quedarnos tan sólo en el nivel superficial de las guerras o los mundos pandilleros. Debemos condenar esta violencia, es evidente. Pero tenemos también que luchar por erradicar las muchas caras que hoy tiene la violencia en la sociedad, sobre todo en el interior de las familias y de los corazones.

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 Act: 22/01/24         @noticias del mundo              E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A