Aquí no nos dejan evangelizar, pero aquí estamos

Kabul,.26.agosto.2024
Mons.
.Giovanni.Scalese,.administrador.de.Afganistán

          Queridos hermanos, debemos estar siempre abiertos a todos, y preparados para dar razón de nuestra esperanza (1Pe 3, 15). Y aunque no nos dejen evangelizar, debemos testimoniar nuestra fe, aunque sea discretamente. Esta es ahora nuestra misión.

          Como bien sabéis, entre la Santa Sede y la República de Afganistán no hay relaciones diplomáticas, ni tampoco nos dejan tener relación con la población local, por el momento. Antes sí que podíamos salir al centro de la ciudad, y la gente nos conocía como los mullah, desde que en 1933 se estableciese la primera parroquia en todo el país. Eran tiempos pacíficos, en que muchos filipinos solían llenar las capillas, las Hermanitas de Jesús trabajaban como enfermeras en los hospitales, y los cristianos vivían entre la gente, como "afganos entre afganos".

          En 2004 se fundó la comunidad Pro Bambini di Kabul, que gestionaba una pequeña escuela para niños minusválidos, surgió una vocación dominica local y llegaron religiosas de la India. En 2005 llegaron 4 jesuitas indios para dedicarse al campo de la educación, a través de su Servicio Jesuita para Refugiados (de los que hoy sólo quedan dos, desde que uno de ellos fuera secuestrado). En 2006 llegaron las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, que actualmente siguen teniendo un orfanato para niños minusválidos, y ayudan a más de 300 familias pobres. Y poco después fueron llegando otras 4 religiosas, que siguen estando con nosotros (de la India, Filipinas, Ruanda y Madagascar).

          No obstante, en 2014 la situación empezó a empeorar, con atentados casi a diario y con unas severas medidas de seguridad que redujo la asistencia a nuestra misa dominical. Hasta que en 2021 las fuerzas extranjeras se fueron del país, y los talibanes tomaron el poder.

          En general, el problema no son los afganos, sino los talibanes. De hecho, puedo decir que los afganos se sienten orgullosos de ser afganos, dicen que "existen antes de ser musulmanes", y todavía mantienen algunas tradiciones pre-islámicas, como el Nowruz (el nuevo año persa), prohibido por los talibanes por ser una fiesta pagana.

          Aunque son musulmanes, los afganos no son árabes, y su cultura es un cruce entre la cultura persa y la india. Incluso sus idiomas, aunque están escritos en grafía árabe, son idiomas indo-iranios. Pero no hace falta hablar ni persa, ni dari, ni pastún, para entrar en contacto con ellos, porque son gente normal y accesible.

          Desgraciadamente, hoy en día sólo podemos ofrecer el servicio litúrgico, y los sacramentos que no sean el bautismo o el matrimonio. Pero ¡aquí estamos!

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  Act: 26/08/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A