De seguir esto así, volveremos a la poligamia

Jartum,.2.diciembre.2024
Arzob.
.Michael.Mangoria,.primado.de.Sudán

          Queridos hermanos, me alegra que estéis contentos y orgullosos de ser cristianos, que llevéis con orgullo y convicción los símbolos cristianos y que os impliquéis en la vida de la Iglesia. Me gustaría que profundizarais todo eso, y lo irradiéis a la gente de buena voluntad y corazón abierto que hay en nuestros pueblos.

          Sudán está tan sólo al principio de la evangelización, y por eso tenemos que repensar la manera en que proclamamos la palabra de Dios. Hasta ahora hemos tendido a fijarnos en las cifras, y a bautizar a muchas personas. Pero hemos bautizado a muchos paganos sin que haya habido una verdadera conversión.

          En este sentido, mucha gente entiende mal el significado del bautismo, y llevan a sus hijos al bautismo porque están enfermos y piensan que el bautismo los curará. Pero esa no es la actitud cristiana, y por eso la fe no está todavía profundamente arraigada, y se confunden muchas cosas. Además, nuestras tradiciones locales siguen siendo muy fuertes.

          Por otro lado, tenemos que abordar con extrema gravedad el peligro de la poligamia. La gente quiere tener relaciones a cualquier precio, y por eso están a menudo con varias mujeres, incluso a la vez. Por eso no se quieren casar por la Iglesia, porque no pueden tomar otra mujer cuando lo desean. Éste es un gran desafío que tenemos por delante, que hemos de combatir explicando bien la concepción cristiana del matrimonio. E incluso del sacerdocio, y del porqué existe la opción del celibato.

          La emigración es también otro de nuestros desafíos, porque los sursudaneses vienen al norte y aquí no contamos con recursos humanitarios, ni podemos hacer nada para regularizar su situación ni buscarles trabajo. Ayudémosles en lo que podamos, aceptando a sus niños en nuestras escuelas y compartiendo con ellos la ayuda que nosotros recibimos del exterior.

          En ambos sentidos, el de la juventud poligámica y el de los inmigrantes, es necesario que reflexionemos sobre la forma de evangelizar la cultura.

          Respecto al peligro de la poligamia, no es que no se comprenda la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad y el matrimonio, sino que la gente no quiere vivirla. Por eso, hay que intentar que los jóvenes se animen a amar dicha doctrina de la Iglesia, y la sientan atractiva. Este es un desafío catequético de primer orden, que los sacerdotes debéis saber afrontar.

          También han de estar mejor formados en ello nuestros catequistas, para que no minimicen los problemas ni relativicen la transmisión de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio. Hemos de saber que luchamos contra una mentalidad cultural y sexual profundamente arraigada.

          Me preocupa también la educación y la formación de los fieles, en general. Y también la formación espiritual de los religiosos, de los seminaristas y de los sacerdotes. Por eso debemos utilizar mejor nuestras estructuras, que han sufrido mucho desde la división del país en 2011, cuando muchos de nuestros colaboradores nos dejaron para volver al sur.

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  Act: 02/12/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A