Dar gracias a Dios, por todo lo conseguido

Dhaka,.12.septiembre.2022
Arzob.
.Bejoy.Cruze,.primado.de.Bangladesh

          Bangladesh es un país de contrastes, pues por un lado muestra uno de los mayores éxitos de los tiempos recientes en armonía, desarrollo humano, oportunidades económicas y gestión de desastres naturales. Pero por otra parte es un país donde la corrupción y el soborno están muy extendidos, y una pequeña minoría se está enriqueciendo a costa de la mayoría. Eso sí, como país y pueblo, en Bangladesh somos generosos a la hora de dar la bienvenida a quienes necesitan apoyo, sobre todo a los refugiados venidos de Myanmar.

          En el plan pastoral que hoy inauguramos, pretendemos dar prioridad a la familia, pues toda familia cristiana es como una fuente de energía, y es allí donde se enciende el destello del evangelio, y donde los niños aprenden. El día de mañana estos niños, que habrán crecido en un ambiente donde existe la fe cristiana, serán los responsables de la Iglesia y de la sociedad, y por eso se debe prestar la debida atención a la familia cristiana, como nuevo protagonista de la misión de la Iglesia. Hoy en día, los fieles de muchos lugares se están distanciando gradualmente del clero y los religiosos, y en gran parte lo hacen porque los sacerdotes y los religiosos están menos interesados en las visitas familiares.

          Mi predecesor el card. Rozario tenía una gran estima y fraternidad con los laicos, e involucró profundamente a muchos de ellos en las actividades pastorales. Siguiendo este ejemplo, yo mantendré ese espíritu, involucrando y apoyando a los laicos en sus actividades y el apostolado de esta diócesis.

          De hecho, los laicos pueden llegar a otras personas más fácilmente que los religiosos, porque los religiosos viven y trabajan en comunidad, mientras que los laicos viven inmersos en las estructuras del mundo. Los laicos tienen, por tanto, una gran oportunidad de ser testigos de Cristo, y están llamados a "predicar y dar testimonio del evangelio de Cristo en su vida cotidiana y con las personas que encuentran". Todos somos misioneros, y cada bautizado tiene la responsabilidad de anunciar el mensaje del amor de Cristo.

          Las actividades y relaciones ecuménicas y el diálogo interreligioso están muy avanzadas ya en Dhaka. Mediante este plan pastoral, intentaremos hacerlas penetrar de una manera más amplia, a nivel parroquial. En nuestro tiempo y en nuestro contexto, el diálogo interreligioso es una herramienta poderosa para establecer relaciones fraternas con personas de otras religiones. Como católicos, sentimos la responsabilidad de promover la unidad con otras denominaciones cristianas, y desarrollar buenas relaciones con las comunidades musulmanas.

          La palabra de Dios invita al diálogo interreligioso, y según el Concilio la Iglesia no rechaza nada que sea santo y verdadero en estas religiones, las cuales "reflejan a menudo un rayo de verdad" (NA, 2). Por eso la Iglesia entra en diálogo con ellos. En este país mayoritariamente musulmán de Bangladesh, la comunidad cristiana quiere vivir en paz, armonía y diálogo, y comparte un profundo respeto por el resto de creyentes en Dios. Como dijo el Santo Padre Francisco I, "el diálogo entre musulmanes y cristianos es una necesidad vital de la que depende en gran medida el futuro de la humanidad".

          En esta megalópolis que es Dhaka, los inmigrantes necesitan cuidados materiales y espirituales. A menudo son pobres y vulnerables, y constituyen las periferias existenciales. Los cuidaremos y nos detendremos en ellos, y no permitiremos que sean unos olvidados.

          La palabra de Dios nos llama a la justicia y a la integridad en la vida pública. Y por eso la Iglesia hace una contribución significativa en las áreas de la educación, la salud y los servicios sociales. En estas áreas, nuestra diócesis debe ser solidaria y defender la justicia para todos, especialmente para los pobres.

          Los profetas de la Sagrada Escritura fueron defensores de los derechos de los pobres, de los huérfanos y de las viudas, y hablaron en su nombre. La mayoría de las personas en Bangladesh vive en la pobreza, privada de las necesidades de la vida y azotada por calamidades naturales. En esta situación, los cristianos estamos llamados a vivir la palabra de Dios y compartirla con estas personas. La palabra de Dios y las bienaventuranzas (Lc 6, 20) nos impulsan a convertirnos en una Iglesia de los pobres.

          También se hará hincapié en la salvaguardia del medio ambiente, la concienciación sobre los derechos cívicos y la mejora de los servicios de salud, la promoción del compromiso político y la adopción de nuevas tecnologías, así como el uso de los medios de comunicación.

          No obstante, la prioridad de este plan pastoral 2021-2022 es la espiritualidad de comunión en la vida individual, familiar y social, así como la formación en la fe, la evangelización y los servicios ministeriales. Sin olvidar las oportunidades educativas y la formación de valores.

          La llamada a la santidad es una llamada universal, pero hoy no es posible para muchas personas, porque su agitado ritmo de vida no les permite asistir a la Santa Misa. Por eso intentaré que no pierdan su vida de fe y de relación con Dios, que son los pilares de la santidad. Mi misión es acompañar y guiar el camino de la santidad del pueblo de Dios en Dhaka. Ahora bien, la realización de este plan no sólo me corresponde a mí, sino a toda la comunidad católica, sacerdotes, religiosos y laicos.

          La archidiócesis de Dhaka acoge a unos 24 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes. Y en ella contamos con 117 sacerdotes (entre diocesanos y religiosos), 341 hermanas de diferentes congregaciones, 115 laicos misioneros y cientos de catequistas. Entre las obras sociales promovidas directamente por la Iglesia Católica en Dhaka se encuentran 7 clínicas y dispensarios médicos, 7 hogares para ancianos y discapacitados, 10 albergues para jóvenes o niños y 3 orfanatos.

          Es éste un momento apropiado para echar la mirada atrás y estar agradecidos a Dios por todo lo que ya se ha logrado. Apreciemos lo que ya se ha logrado, y reflexionemos sobre los desafíos pastorales presentes y de futuro. Imploro a Dios que nos bendiga a todos con abundantes gracias, bajo la maternal intercesión de la Santísima Virgen María.

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  Act: 12/09/22         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A