La codicia está destruyendo el planeta y al hombre
El 18 junio 2015 el papa Francisco I emitió su encíclica Laudato Si sobre el cuidado del medio ambiente y de nuestra casa común. En dicha encíclica, el papa hacía una llamada a la responsabilidad moral del ser humano de cuidar la creación, proteger la dignidad humana y salvaguardar el medio ambiente. En dicha encíclica, y en otras partes de su magisterio, el papa Francisco culpa a la actividad humana, y a su "codicia desenfrenada", del aumento de la contaminación, la desigualdad y el calentamiento global. E insta a todos a actuar rápidamente, ya que la Tierra "comienza a parecerse, cada vez más, a una inmensa pila de inmundicia". Creo que estas palabras han de movernos a todos a la conversión, y a una acción conjunta sobre un tema tan importante que afecta a toda la humanidad y a las generaciones futuras. Y también a responder a una de las preguntas que el papa hacía en el corazón de la Laudato Si: "¿Qué clase de mundo queremos construir, y dejar a los que vienen después de nosotros?". Las respuestas que ha ido sugiriendo el papa en estos últimos años exigen cambios profundos en los sistemas políticos, económicos, culturales y sociales, así como en nuestros estilos de vida individuales. Y nos exigen revisar con valentía nuestra forma de vida, nuestras mentalidades y nuestras actitudes, ya sea uno político, o economista, o comercial. El papa Francisco ve el cambio climático (calentamiento global) como una gran amenaza para la vida en el planeta, y avisa que esto necesita una "acción global urgente" y un diálogo honesto sobre nuestro entorno, tanto social como ecológico. Como Iglesia local de Zimbabwe pido hoy a todas las partes la creación de una plataforma de concienciación y acción, en la que estén involucrados tanto los católicos cualquier ciudadano interesado, tanto los socios del desarrollo como el gobierno zimbabuense. Una plataforma que, a través de las agencias ambientales, contribuya (a través de la reflexión, el diálogo y la acción) a los problemas del medio ambiente y del cambio climático, en nuestra situación local. Con el papa Francisco I invito a todos los fieles, a los religiosos, al clero y a todos los cristianos, a orar, a reflexionar y a actuar sobre el mensaje de Laudato Si. También hago una llamada especial a los líderes políticos, a los educadores, empresarios, científicos, expertos en tecnología digital, medios de comunicación, grupos de consumidores, y organizaciones no gubernamentales, para que se unan a nosotros en esta acción, para proteger y cuidar nuestra casa común que es la Tierra. .
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