Dios actúa con ternura y solidaridad

Sucre,.23.mayo.2022
Arzob.
.Ricardo.Centellas,.primado.de.Bolivia

          Hoy celebramos la clausura del año jubilar de la misericordia en toda la Iglesia universal, y en comunión con el papa Francisco I queremos agradecer a Dios todo lo vivido a lo largo de este año. Conducidos por el Espíritu de Jesús hemos meditado, reflexionado y experimentado la misericordia de Dios. Así mismo, este año de gracia nos ha motivado para acercarnos con mayor profundidad a la vida de Dios, y a descubrir paso a paso que su manera de actuar es la compasión, el perdón, la ternura y la solidaridad.

          En todas las jurisdicciones de Bolivia se han organizado una serie de congresos, talleres, peregrinaciones, eucaristías, actos penitenciales y muchas otras experiencias que han renovado nuestro discipulado. Todos somos conscientes de haber vivido la misericordia de Dios, y esto nos anima. Pero sobre todo nos compromete a seguir dando testimonio de la misericordia de Dios. Ningún cristiano puede vivir en la indiferencia, porque nuestra identidad es la misericordia, y por eso creo que hay que seguir viviendo bajo el lema "Misericordiosos  como el Padre".

          Como pastores o como miembros de las comunidades cristianas, hemos reflexionado sobre la familia, y sin lugar a dudas que todos estamos convocados a acompañar más de cerca la vida de las familias. Porque es el testimonio de las familias el que nos impulsa a seguir adelante en nuestro servicio evangelizador. Hoy en día tenemos muchas dificultades, algunas de ellas antiguas y otras surgidas en el presente, pero en fidelidad al proyecto de Dios seguiremos apoyando con decisión la vida y la misión de la familia.

          Hay varias acciones que podemos realizar por las familias. En primer lugar orar, escuchando a Dios para purificar e iluminar el camino de la familia. También podemos apoyar la formación y la estabilidad familiar, y acoger especialmente a las familias que estén en situaciones difíciles o irregulares. La interacción con las familias permitirá que aparezcan nuevas comunidades, y esta es la experiencia eclesial que buscamos: ser comunidad de las iglesias domésticas.

          Iluminados por la palabra de Dios que hoy hemos escuchado, y gracias a la constancia, salvaremos nuestras vidas, porque más allá de los sufrimientos está la salvación. Resistir activamente el mal, con la práctica del bien y con la esperanza, es algo que al final triunfará. Acerquémonos a Dios, y percibamos su presencia en nuestras vidas, en nuestro corazón y en nuestra mente. Porque así no nos desanimaremos, y seremos capaces de vivir lo que él nos mostró a través de su Hijo: vivir en misericordia. Eso nos capacitará para superar todas las adversidades.

          No es hora de lamentos ni cobardías. Afrontemos las situaciones difíciles que nos ha tocado vivir, con valentía y coraje cristiano. La injusticia institucionalizada no es eterna, la violencia no puede determinar nuestra cultura de paz, las presiones y condicionamientos políticos no anularán nuestra libertad de conciencia, y la incertidumbre ante la mentira y el engaño no ahogará nuestra búsqueda de la verdad. La cultura de la muerte no podrá paralizar nuestra lucha por una cultura de la vida digna, y siempre será Dios mismo el que bendecirá todo vuestro compromiso por el bien común.

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  Act: 23/05/22         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A