Una nueva civilización sólo surgirá desde el corazón

Yamena,.9.diciembre.2024
Arzob.
.Goetbé.Djitangar,.primado.de.Chad

          Queridos hermanos, ha menudo he comparado la marcha del Chad hacia su normalización con la marcha del Éxodo que llevó al pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida, no por una carretera sino a través del desierto del Sinaí, a través de un camino sembrado de obstáculos y peligros. Los hebreos tuvieron que vagar durante 40 años por el desierto, y fue una nueva generación la que entró en la Tierra Prometida, tras haber aprendido a caminar con perseverancia en la ley de Dios.

          Nuestro país también atraviesa una época de desierto, y sólo logrará la normalización de su vida nacional si logra superar el egoísmo y los prejuicios heredados de las generaciones anteriores, verdaderos obstáculos en nuestras relaciones intercomunitarias.

          No obstante, estoy convencido que nacerá un nuevo Chad, si logramos acabar con el odio y el desprecio que obstruyen nuestros corazones. Tenemos una generación de hombres y mujeres de gran valor, capaces de diálogo y comprensión mutua. Escuchémonos unos a otros, y recuperaremos nuestro verdadero lugar en el concierto de las naciones.

          Acabo de regresar de la reunión del Comité Permanente de ACERAC, que se celebró del 21 al 27 de febrero en Mongomo, Guinea Ecuatorial. Y hemos preparado ya la Asamblea General que se celebrará del 17 al 24 de julio sobre el tema: "El movimiento migratorio de jóvenes en la subregión centroafricana, signo de malestar social". La Iglesia y todos los creyentes estamos dispuestos a ofrecer lo mejor de nuestra hospitalidad, a todas las delegaciones que quieran venir del África Central, y discutir todos estos asuntos.

          Las Sagradas Escrituras no indican una forma explícita de estado. El pueblo de Israel, cuya fe hemos heredado, experimentó la teocracia, y más tarde la monarquía, antes de acabar integrado en el Imperio griego y luego romano. En el mundo presente, la vida de los ciudadanos está regulada por la ley que dictan las autoridades políticas, y en el respeto que a ellas se les debe, sean del signo que sean. No obstante, cuando las leyes de los hombres están en contradicción con la ley de Dios, para nosotros ha de prevalecer la ley de Dios, remitiendo a cada fiel a su libertad de conciencia.

          La Iglesia tiene 2.000 años de historia, y ha acumulado mucha experiencia en mediación y reconciliación. Así que también hoy puede ser una referencia para animar a todos los chadianos que tienen dudas o temores, a la hora de animarse al diálogo como única vía posible para la reconciliación. La reconstrucción del Chad será exigente, y exigirá la renuncia a ideas preconcebidas y sacrificar muchos intereses personales. Pero ése es el camino, si lo que se quiere es la igualdad de derechos y deberes de todos los ciudadanos, como regla fundamental de convivencia.

          La Iglesia Católica siempre ha defendido su solidaridad con los pobres, los pequeños, los débiles y los que más sufren en la sociedad. Cuando me dispararon granadas lacrimógenas durante la manifestación del 15 de febrero, por ejemplo, lo que me ocurrió fue una simple ilustración de esta opción preferencial del evangelio: que no queremos que nadie se pierda. Si esto le sucediera a otro líder religioso, lo felicitaría, y le expresaría mi simpatía y admiración.

          Las repetidas masacres de ciudadanos pacíficos, que tienen lugar en Sandana y Abeché, sin ninguna reacción o sanción legal contra los perpetradores, empañan la imagen de nuestro país como estado de derecho. Si el sistema de justicia guarda silencio, y la gente no tiene oportunidad de expresar su dolor, esto se parece a un estado ilegal, en que las autoridades reprimen con todas sus fuerzas. Y así, pregunto yo: ¿a dónde queremos ir?

          Cualquier observador atento puede darse cuenta que la impunidad de unos, y las desproporcionadas intervenciones represivas del estado, están multiplicando los errores. Corresponde a quienes están en el poder actuar responsablemente, aplicar la ley y restablecer la justicia en las relaciones entre ciudadanos. De ser así, el pueblo se sentirá seguro, y tendrá confianza en sus líderes. De lo contrario, nos dirigiremos hacia la dislocación de eso mismo que queremos construir.

          El diálogo nacional se está llevando a cabo a trompicones. Tras el entusiasmo con el que se organizaron los prediálogos, a nivel regional, surgió la dificultad de establecer diálogo con los grupos armados. Sin embargo, el gobierno no acude a interlocutores intermedios, y mantiene opacamente el calendario de conversaciones.

          ¿Para qué estamos nosotros aquí, entonces? ¿O es que los líderes religiosos somos meros bomberos apaga-incendios? Porque al principio se nos pidió asesoramiento e información, después se nos pidió que simplemente reflexionásemos, y ahora se nos impide participar directamente en la creación de las instituciones. No obstante, aquí seguiremos nosotros, con el corazón abierto y abiertos al diálogo, con dos delegados preparados por si son llamados al Comité del Diálogo y la Reconciliación.

.

  Act: 09/12/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A