Avivar las raíces cristianas de nuestros países

Libreville,.25.noviembre.2024
Arzob.
.Jean.Patrick.Ibaba,.primado.de.Gabón

          Queridos hijos e hijas, hombres y mujeres de buena voluntad, hermanas y hermanos convecinos, queridos hijos de Dios. Una vez más, la historia nos da la oportunidad de celebrar el ascenso de nuestro país a la soberanía nacional e internacional.

          El próximo 17 de agosto, en efecto, Gabón conmemorará su independencia por 64 año consecutivo. Será un buen momento y una buena oportunidad para revisar todos nuestros lazos fraternales, y construir un país donde la paz y el amor sean más concretos en nuestra vida diaria. Deseo a todos un feliz día de la independencia, tanto a los que residen en Gabón como a los que están en el extranjero.

          Dicha conmemoración será también un solemne recordatorio de que el proceso de transición de nuestro país no está terminado, y que fue iniciado a través de un espíritu de servicio. Recordemos, por tanto, la armadura que nuestros padres fundadores quisieron para Gabón. Una armadura que respetara la dignidad humana, las libertades fundamentales y las libertades individuales. Una armadura que contribuyera a la restauración de la convivencia, las condiciones de vida, el desarrollo, la educación y el trabajo para todo gabonés.

          Mientras deseo que este día mantenga su significado original y sapiente, invito a todos a orar al Señor por nuestro país, para que las sirenas de los intereses egoístas sean ahuyentadas, y los mezquinos partidismos políticos no busquen sus propias ganancias sino las del pueblo.

          En 1844, nuestro país fue consagrado a San Miguel Arcángel y a Santa Virgen María, por los primeros misioneros que aquí vinieron. Estamos, por tanto, en pleno 180 aniversario de la evangelización de nuestro país, así que demos gracias a Dios por todo lo que se ha trabajado para hacer crecer la fe en nuestro suelo gabonés. Que este año sea un tiempo de renovación espiritual y de compromiso misionero, para cada uno de nosotros y más allá de las heridas de nuestras historias.

          En esta perspectiva, la Iglesia acompaña a quienes comparten nuestras esperanzas y sufrimientos. A través de muchos ministros ordenados, sus hijos e hijas, y actores en los más varios niveles sociales, la Iglesia sirve a Gabón. Está sirviendo para construir un ideal de vida digna para todos los gaboneses. Está sirviendo para que cada gabonés encuentre la alegría de ser feliz en una tierra en paz. Está sirviendo para intentar que el Espíritu Santo viva y se instale en nuestro país, de manera firme y permanente.

          Pidamos al Señor que nuestros esfuerzos no sean en vano, sino que den frutos abundantes para la radiación de nuestro país. Que nuestra sociedad esté siempre más atenta a respetar nuestros valores. Que el mismo Señor, a quien elevamos nuestras oraciones, bendiga nuestro país y a toda su gente. Sigamos siendo testigos del amor de Cristo, en nuestras vidas y sociedad.

          El pasado 7 de junio bendije la Plaza N'Tchorére, en que se instaló una estela en honor al capitán Charles Bromée yi N'Tchorére, héroe de la resistencia franco-gabonesa contra la ocupación nazi. En presencia de los miembros del CTRI, y de otros funcionarios, mostré la voluntad de Dios hacia el pueblo gabonés. También recordé la determinación de los gaboneses en la lucha contra la opresión, al tiempo que alentaba a las futuras generaciones a abrazar los valores de la fe y del heroísmo, como señal de un nuevo Gabón.

          Queridas hijas e hijos, el nuevo Gabón comienza cada vez que podemos sentarnos juntos a pensar en el nosotros, superando los egos, trascendiendo las diferencias y olvidando los rencores. Sostenemos en nuestras manos la pluma de la nueva historia para nuestro país. Escribámosla con la tinta de Dios, para que él bendiga nuestro país y a todos sus habitantes.

          Percibo el fervor de vuestro apoyo espiritual, así que recibid mi más profunda gratitud. Que el Señor os lo devuelva con creces, y vuestras oraciones estén siempre conmigo. Que la misericordia y la bendición de Dios se derramen sobre todos y cada uno de nosotros. Con mis bendiciones y oración paternal, Dios bendiga a Gabón y ¡a todos vosotros!

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  Act: 25/11/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A