Llegar a las capas laborales más bajas

Bukoba,.23.enero.2023
Arzob.
.Desiderius.Rwoma,.primado.de.Tanzania

          Estimados miembros de la Obra Kolping, en nombre de la Conferencia Episcopal de Tanzania y en nombre de la Iglesia Católica en Tanzania, os doy la bienvenida a nuestro país. Por favor, siéntanse como en casa y disfruten de la brisa del Océano Índico. ¡Karibuni sana!

          "Todo buen árbol da buenos frutos" (Mt 7, 17-18). La Obra Kolping es un buen árbol, y a partir de ahora va a estar plantado en el municipio de Bukoba, región de Kagera, tras haberlo hecho durante más de 25 años en más de la mitad de las diócesis católicas de Tanzania. Felicito mucho a vuestra sociedad por sus notables esfuerzos de promoción del ser humano, tanto espiritual como físicamente.

          Según las enseñanzas de la Iglesia, todo cristiano bautizado y todo aquel que ya ha recibido el Sacramento de la Confirmación puede predicar el evangelio y llevar la buena nueva por todo el mundo (Mt 28, 18-20). La Obra Kolping ha logrado predicar el evangelio a través de su creatividad y los kanisa katoliki dhidi y los ukimwi (música y poesía, llenas de la palabra de Dios y de ética, de obediencia a Dios y de servicio al hombre).

          Pero vuestra Obra, queridos hermanos, no sólo ha logrado evangelizar este país a través de la creatividad evangélica, sino que lo ha hecho a través de una fuerte vida espiritual. Una vida espiritual que vosotros habéis cimentado en los fuertes pilares de la fe y la piedad hacia Dios, insistiendo mucho en la oración y en el trabajo guiado por la oración.

          Vosotros mismos comenzáis el trabajo de cada día con la meditación de la palabra de Dios, y en vuestra vida cotidiana prestáis mucha atención al espíritu de amor entre vosotros, así como dais mucha importancia a la recepción diaria de sacramentos. Y cuando habéis terminado la labor diaria, antes del anochecer os reunís para dar gracias a Dios, para que el diablo no vea posible perturbar vuestro apreciable estilo de vida.

          Vuestros grupos de trabajo han sido siempre obedientes a la jerarquía de la Iglesia, y los resultados positivos de vuestra buena conducta ahí están: la desaceleración del SIDA en la región de Kagera. En otras diócesis habéis logrado enseñar a fabricar jabón, a confeccionar ropa, a establecer parcelas, a fundar escuelas primarias y secundarias, a asesorar agricultores y pastores. En salud habéis abierto dispensarios, en alimentación habéis abierto el estudio de las comidas nutritivas avanzadas. En definitiva, todas las diócesis que han sido tocadas por vosotros aprecian el trabajo que habéis realizado.

          Sed bienvenidos, pues, a Bukoba, una diócesis donde no os van a faltar los desafíos. Sobre todo el gran desafío que yo sufro de manera especial, y que ya os confieso: el de ver a los niños en la calle, y su explotación laboral. Yo creo que ése es nuestro verdadero desafío actual.

          Esos niños no tienen a nadie que les cuide, son privados de las oportunidades de la escolarización, y terminan acabando en cualquier tipo de trabajo marginal. Desde muy pequeños comienzan a trabajar en cualquier cosa, se van haciendo esclavos de sus amos y algunas niñas terminan metidas en negocios inmorales. Podríamos decir que la pobreza es el principal problema de todos, pero el aumento de los niños de la calle, y el trabajo infantil, son los que más arraigados están en las estructuras socioculturales y económicas de esta sociedad.

          También me preocupa el exceso de indulgencia en la adicción al alcohol y a las drogas, porque eso perjudica la capacidad de pensar y manejar la vida familiar. Me preocupa la incapacidad de los padres para elaborar un presupuesto familiar que incluya la escolarización de sus hijos, intentando así evitar que éstos acaben en las peores formas de trabajo infantil e incluso en la prostitución. Y es que, a veces, la falta de preparación de un presupuesto familiar lleva a los padres a tratar a sus hijos como una fuente de ingresos.

          No podemos tolerar una sociedad forjada a base de esclavitud infantil, de trabajo infantil forzado, de tráfico de niños, de prostitución y pornografía, de niños soldados y de cualquier forma de trabajo denigrante o peligroso.

          Pido a Dios que os bendiga, y os permita ser una semilla de esperanza para Bukoba. La misma que lleva ya 25 años creciendo en varias parte de Tanzania, y que aspira a convertirse en un árbol fuerte con capacidad para dar cobijo y desarrollo integral a la sociedad de Tanzania. Ad majorem Dei Gloriam.

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  Act: 23/01/23         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A