Los monaguillos son insustituibles para servir el altar
Queridos monaguillos, el servicio del altar comenzó en nuestra diócesis de Gaborone hace años, cuando un grupo de jóvenes (de hasta 21 años) empezaron a reunirse regularmente para enseñarse mutuamente diferentes formas de servir, desarrollar su espiritualidad y conocerse mejor. Había dos parroquias que participaban en esa reunión: la Parroquia de Saint Bernadette y la Catedral de Cristo Rey. En ese momento, no participaban más que estas parroquias, y los servicios se limitaron a los eventos eucarísticos y a la misa crismal. Con el tiempo, las jóvenes también comenzaron a interesarse en el servicio del altar, y quisieron empezar a desarrollarlo en sus parroquias. La mayoría de los sacerdotes no se lo permitieron, debido a las diversas complicaciones que suponía aceptar chicas, mas otros sacerdotes se ofrecieron a ayudarlas, y empezaron a trabajar su espiritualidad y entrega personal. Tras ese primer movimiento, comenzaron a surgir los primeros monaguillos en las parroquias principales, y esos grupos de monaguillos empezaron a acompañar a sus sacerdotes en sus viajes a las estaciones remotas. Esta iniciativa generó aún más interés en otros niños de las estaciones remotas, y éstos se fueron uniendo a los monaguillos que venían de las grandes localidades. A medida que pasaban los años, más niños se convertían en monaguillos, y algunas parroquias empezaron a unirse a las reuniones que Saint Bernadette y CKC ofrecían para enseñar y discutir sobre el servicio del altar. En ese momento, los sacerdotes comenzaron a confeccionar el uniforme propio de los monaguillos, consistente en una camiseta azul con un logotipo y el lema "Servir es reinar y reinar es servir". Cuando se repartieron las camisetas, las niñas quisieron hacerse monaguillas, pero no se les permitió. Más adelante, se hizo oficial que las niñas también podían servir en el altar, y los sacerdotes comenzaron a llevarlas a la CKC, para que allí aprendieran. Años más tarde, el padre Macloyed se hizo cargo del grupo de monaguillos de la diócesis, y cambió su nombre a Altar Servers. Comenzaron a reunirse regularmente en Saint Bernadette, y a tener talleres para involucrar plenamente a otras parroquias. Al año siguiente hubo un campamento al que asistieron más de 5 parroquias, y ese primer campamento incluyó juegos, concursos de música y enseñanzas espirituales. El padre Macloyed permaneció con los monaguillos 3 años más, y en 2017 entregó el mando al padre Phala, quien también continuó con el mismo entusiasmo. Se quedó con ellos durante 2 años, y pasó a llamar al grupo Asociación de Monaguillos de Gaborone. Fabricamos entonces nuevas camisetas y gorras, con un nuevo logotipo y el lema "Servir es Reinar". Cuando el Padre Phala fue transferido a otro lugar, se asignó al grupo un nuevo director espiritual, el diácono Bakang Malila. Malila había sido uno de los primeros monaguillos de nuestra diócesis, y fue el que construyó la profunda espiritualidad que hoy os asiste. También dejó claro que el servicio del altar era un ministerio eclesial, y no una simple asociación. Los monaguillos comenzaron a participar plenamente en todos los eventos eclesiales, creando una página de facebook, un grupo de facebook y un grupo de whatsapp para que la comunicación fuese más rápida y sencilla. El comité ejecutivo de monaguillos, junto con el diácono Bakang, visitó lo que llamamos "parroquias caídas o inactivas", principalmente para involucrarlas en este proyecto. La visita parroquial mejoró sensiblemente la asistencia a las reuniones y talleres de esas parroquias, y hoy todas ellas notan mejoras en la disciplina y en el servicio al altar. Una vez ordenado sacerdote, el padre Bakang y varios monaguillos organizaron uno de los campamentos más exitosos que hemos tenido, en la Parroquia Santa Teresa de Lobatse. Más de 20 parroquias de la diócesis de Gaborone asistieron a ese campamento, y organizaron un picnic en el que se jugaba e interactuaba fraternalmente. Ese año tuvimos 2 talleres de liderazgo, el primero en el decanato de Otse y el segundo en el decanato de Molepolole, en Saint Placid. Durante esos talleres hubo una gran participación, y algunas mejoras en el servicio y la disciplina. Vosotros, monaguillos, sois nuestros líderes, y nuestro cuerpo de apoyo de adultos. Vosotros sois de gran ayuda en todos los sentidos, ya que nos asesoráis, nos transmitís vuestra espiritualidad y nos enseñáis cómo manejar las complicaciones de la vida. Estamos muy agradecidos de tener un grupo así, como vosotros, y os apreciamos porque siempre habéis estado con nosotros. .
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