Adquirir un sano sentido de las relaciones humanas

Lahore,.3.septiembre.2022
Arzob.
.Sebastian.Shaw,.primado.de.Pakistán

          Queridos hermanos, es voluntad de Dios que encaremos para el próximo año la nueva evangelización en Pakistán, aceptando las realidades presentes y tratando de buscar soluciones concretas, para que también se pueda vivir aquí el evangelio de Jesucristo.

          En vista de esto, la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán hemos sentido la necesidad de traducir el Catecismo de la Iglesia Católica al urdu, para que todo tipo de personas puedan tener acceso a los fundamentos de nuestra fe.

          Antes de compartir las actividades planeadas para esta nueva evangelización, quisiera agradecer al Santo Padre su constante apoyo y estímulo en esta tarea, así como recordar que la población de Pakistán es de 190 millones, y que tan sólo el 2% somos cristianos. Es decir, que como tal no podremos depender mucho del soporte exterior, y que habremos de elaborar por nosotros mismos los diversos programas de formación en la fe. Somos una minoría muy pequeña, pero al mismo tiempo somos una Iglesia muy viva.

          Para esta nueva evangelización, lo que sí es esencial, tanto en Pakistán como en nuestra diócesis de Lahore, es adquirir un sano sentido de las relaciones humanas, como las que mantuvo Jesús con sus coetáneos. Sobre todo porque el consumismo domina nuestra vida diaria de hoy, y este consumismo puede deteriorar, o incluso hacer desechable, algunos tipos de relaciones en las familias y en los lugares de trabajo, aunque sea de forma inconsciente.

          Será necesario también establecer un diálogo interreligioso con los eruditos islámicos, con la sociedad civil y con el resto de minorías religiosas, en un esfuerzo por construir una sociedad armoniosa en la que todos los paquistaníes puedan vivir los valores religiosos comunes. Sobre todo en esos que ya profesamos de forma conjunta, como la justicia, la paz, el respeto por el medio ambiente, el buen gobierno y la preocupación fraterna recíproca.

          Pidamos humildemente, y desde ya mismo a Dios, el objetivo que buscamos con este proyecto de nueva evangelización: que este pequeño rebaño de Cristo en Pakistán se convierta en el faro de fe para la transformación de las personas, de la cultura y de la sociedad.

          La situación actual en Lahore parece ser ahora un poco mejor. Se ha mejorado la seguridad alrededor de nuestras celebraciones religiosas, y la gente está alegre y motivada. Es verdad que la gran mayoría de vosotros sois pobres, pero sois muy ricos en la fe, estáis muy interesados en la palabra de Dios, y los laicos están muy comprometidos en la labor de catequesis, ayudando a los jóvenes y a los matrimonios a vivir con fervor su fe. Sois los campeones de la misericordia.

          Es importante que nuestros jóvenes estén bien instruidos en la palabra de Dios, y para eso hay que enseñarles la Biblia. No para que se la sepan de memoria, pero sí para que la pongan en práctica a través del amor al prójimo. Especialmente hemos de intentar que los jóvenes cristianos vayan a la universidad, aunque sea algo difícil que requiere mucho dinero.

          También necesitamos reconstruir las iglesias y las estaciones misioneras. Necesitamos renovar nuestro seminario, porque tenemos muchas vocaciones y necesitamos atenderlas una a una, tanto a los 34 jóvenes del Seminario Menor como a los 12 que estudian Filosofía y 10 que están estudiando Teología.

          Oremos para que más jóvenes valientes respondan a la llamada de Cristo, ofreciéndose a vivir con él y trabajando en la proclamación de la buena nueva del evangelio. Él les enseñará a saber a qué cosas deberán renunciar, y les dará el coraje para poder hacerlo. Las ordenaciones son una bendición y un regalo de Dios para nuestra diócesis, y por eso felicito y saludo a sus padres, por la excelente disposición con que han acompañado a sus hijos al seminario.

          Preparémonos espiritualmente para estas fiestas de Navidad, con la alegría de poder celebrarlas un año más. No tengáis miedo a celebrarla como merece, a pesar de lo que sucedió la pasada Semana Santa, y a pesar de que podríamos ser atacados durante la temporada navideña.

          Celebremos con todo encanto la Navidad, decoremos nuestras casas con estrellas, en las calles, en las iglesias y en las escuelas. Y mostremos que Jesucristo es la Luz que ha venido al mundo. Si expresamos a todos esta esperanza, esta luz irá haciendo desaparecer las tinieblas. Necesitamos la luz de Cristo para iluminar nuestro camino, y para que las tinieblas sean vencidas. Así que pongamos las estrellas como símbolo de nuestra fe en Cristo. Comencemos sin miedo, pues, la novena navideña del próximo 16 de diciembre.

          Vivimos algunos momentos muy difíciles, como el ataque terrorista en el parque Gulsan Iqbal. Pero la gente se está recuperando, y tenemos el apoyo y oración de tantas y tantas personas que nos han recordado que no estamos solos. Pido a Cristo que venga una vez más al mundo, y que bendiga a todas las familias. Rezo por todos vosotros y os deseo paz y prosperidad.

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  Act: 19/09/22         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A