Servir a Dios y a la Iglesia con todas las fuerzas

Reikiavik,.4.marzo.2024
Arzob.
.David.Tencer,.primado.de.Islandia

          Queridos hermanos y hermanas, hoy damos gracias a Dios por el año jubilar 50 de nuestra diócesis de Reikiavik, y también porque de septiembre a enero han venido a Islandia 3 congregaciones para echarnos una mano. El 9 septiembre vino la madre Pentecostés con la hermana Reina y la hermana Asunción, pertenecientes a las "hermanas azules" o Siervas de Jesucristo. El 15 de noviembre también comenzaron aquí sus trabajos los hermanos capuchinos, y el 6 de enero vinieron aquí los hermanos de la Congregación Verbo Encarnado, Lucio Ballester y Gabriel Grosso.

          Estamos muy contentos de acoger a estas congregaciones en nuestro país, y hacia ellas va nuestra gratitud. Como decía el viejo Chesterton, "la prueba de toda felicidad es la gratitud", y por eso estamos todos muy agradecidos, aunque muchos todavía no los conozcan.

          Estamos agradecidos a Dios por estos 50 años, y también por las personas que han ido haciendo posible todo esto. Uno de nuestros sacerdotes, por ejemplo, lleva ya más de 5.000 misas en sus parroquias, y ha confesado ya a miles de islandeses, así como bautizado a muchos niños y preparado a muchos muchachos para la 1ª comunión, la confirmación y el sacramento del matrimonio. Ha velado por muchos enfermos en los momentos difíciles de sus enfermedades, y enterrado a muchos difuntos al tiempo que oraba por ellos.

          ¿Y os imagináis a las parroquias de Hafnarfjorour o Stikisholmur sin nuestras hermanas azules? Quien las visite sabrá de lo que hablo, y lo verá inmediatamente por sus propios ojos, porque la respuesta se la dará aquel niño que un día tomó la mano de una hermana y, mirándome seriamente, me dijo: "¡La amo!". O una anciana que decía de paso: "Son nuestros ángeles".

          ¿Debo continuar? Pues sí, lo haré, porque hay que decir que los sacerdotes y monjas que han venido a nuestra diócesis lo han hecho por amor a este país, para vivir entre nosotros y para morir en su trabajo diario. Hermanos y hermanas, oremos con gratitud por todos aquellos que trabajan para la Iglesia, y esperemos que muchos de nuestros adolescentes asuman pronto sus deberes, cuando puedan. Estamos en un buen lugar y en una buena comunidad eclesial, y nuestras parroquias nos están esperando. 

          Que cada uno de vosotros encuentre su lugar en la viña del Señor. Quizás no estéis todos cualificados para el trabajo más duro, pero a lo mejor sí que podéis ir recogiendo las ramas de la tierra, para aligerar el trabajo a los demás trabajadores. Así que ¡ánimo!, y a participar en la vida parroquial. Pero no como una mera oferta, sino como una vocación real, de la que nos hablaba Juan Pablo II en su exhortación Christifideles Laici:

"Los miembros laicos del pueblo fiel de Cristo son aquellos que forman esa parte del pueblo de Dios que podría compararse con los trabajadores de la viña mencionados en el evangelio de Mateo. El Reino de los Cielos es semejante a un padre que salió temprano en la mañana, para contratar trabajadores para su viña. Y después de acordar con los obreros un denario por día, los envió a su viña" (Christifideles Laici, 1).

          Queridos hermanos, tomad en serio esta llamada de Dios. Sigamos estando cerca de nuestra Iglesia, y mostremos a nuestra parroquia y sacerdotes nuestra cercanía física y espiritual. Como hemos escuchado hoy en el evangelio de la Anunciación, el personaje principal de la historia es Dios, que "tanto amó al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16).

          En efecto, Dios estaba buscando una persona que quisiera ofrecerse como voluntaria para cumplir su plan, y encontró a esa persona en la Virgen María cuando ella respondió: "Hágase en mí como has dicho", dispuesta a aceptar todo lo que Dios quisiera. Con esta aceptación, por parte de la Virgen María, ella realizó plenamente su vocación, y la fue confirmando a lo largo de su vida.

          Hermanos y hermanas, Dios continúa con su plan de salvación, también hoy y también en Islandia. Y sigue buscando hombres y mujeres que libremente se ofrezcan a él, dispuestos al sacrificio y a dar la vida si es necesario. ¡Qué maravilloso es ver a quienes viven su vocación de esta manera!

          Tomemos un ejemplo muy válido para todos nosotros. Se trata de Noel Pinot, un sacerdote francés fallecido durante la Revolución Francesa. Al principio le prohibieron servir como sacerdote, pero él siguió haciéndolo porque sabía que Dios se lo pedía. Los enemigos de la Iglesia lo capturaron justo cuando se había puesto sus vestiduras para celebrar la misa, y lo arrastraron con sus vestimentas por las calles, hasta que lo metieron en la cárcel.

          Después de 12 días lo sacaron de la cárcel y lo llevaron a la guillotina. Ninguno de ellos se dio cuenta de que Pinot todavía estaba vestido para ir a misa, y todo el mundo escuchó que, cuando subía las escaleras hacia la guillotina, rezaba las oraciones preparatorias que los sacerdotes hacen antes de la misa. De hecho, esta fue su última misa. En ella dio gracias a Dios, pero no con pan y vino, sino con su cuerpo y su sangre, confirmando así plenamente su vocación.

          Dios busca hombres y mujeres así, en todos los tiempos y en todos los países. Todos los sacerdotes y monjas que sirven en Islandia han sido llamados por ese mismo Dios, y han respondido como hizo Noel Pinot y la Virgen María : "Aquí estoy, que me suceda como has dicho".

          Pidamos ayuda a la Virgen María, que siempre estuvo cerca de su Hijo y que es madre de la Iglesia. Oh Virgen Madre, guíanos y sostennos para que vivamos siempre como verdaderos hijos de la Iglesia. Permítenos hacer nuestra parte para ayudar a establecer en la tierra la civilización de la verdad y el amor, como Dios quiere y para gloria suya (Christifideles Laici, 64). Yo mismo pido humildemente vuestra ayuda, vuestras oraciones y vuestra paciencia, y os prometo lo mismo. Con mi bendición, vuestro obispo y hermano.

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  Act: 04/03/24         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A