Involucrarse en la tarea eclesial

Coro,.1.mayo.2022
Arzob.
.Mariano.Parra,.primado.de.Venezuela

          Queridas hermanas y hermanos, hoy celebramos el 490 aniversario de la creación de la diócesis de Coro, por la Bula Pro Excellenti Praeminentia del papa Clemente VII. Una diócesis que, en el designio amoroso de Dios, fue la que inició de manera organizada la evangelización de nuestra patria, a lo largo de estas cálidas tierras falconianas.

          Su primer obispo fue el sacerdote español Rodrigo Bastidas, hijo del conocido conquistador Bastidas. Así comenzó la organización de la Iglesia Católica en nuestro país. A este 1º obispo le sucedieron otros 10 pastores, hasta ser trasladada la sede a la ciudad de Caracas. El año 1867 fue retomada esta diócesis bajo el pastoreo de Víctor José Díez, y el 12 octubre 1922 fue erigida definitivamente por el papa Pío XI, mediante la bula Ad Munus.

          A estas efemérides se une otra fecha significativa para nuestra Iglesia particular de Coro. El próximo 27 febrero 2023 celebraremos el 300 aniversario del hallazgo del sagrado lienzo de nuestra Señora de Guadalupe del Carrizal.

          Son momentos muy importantes en la vida de nuestra querida diócesis, y representan un signo de los tiempos y una profunda reflexión. La gracia de haber sido la 1ª sede episcopal de Venezuela, y de toda América del Sur, nos llama a asumir un compromiso serio con nuestra misión.

          Por esta razón, quisiera invitaros a todos los bautizados a descubrir qué nos pide Dios en estas circunstancias, yendo a la esencia de la misión de la Iglesia fundada por el Señor Jesús.

          El apóstol Pablo exclama con vehemencia "Ay de mí si no evangelizo" (1Co 9, 16). Esta frase debe ser para nosotros una llamada a la reflexión, porque la evangelización es la esencia de la Iglesia, y no podemos concebirla sin ella. La Iglesia vive para evangelizar, y un cristiano que no evangelizara no sería un fiel seguidor de Jesucristo.

          Tampoco podemos quedarnos estancados en el tiempo, sino que como dijo Juan Pablo II, hay que evangelizar "con nuevos métodos, nuevas expresiones y nuevo ardor". Desde Pentecostés la Iglesia ha llevado a cabo esta evangelización, pero la ha ido adaptando a la situación de cada época. En estos momentos, vivimos un gran relativismo ético, que poco a poco va invadiendo a nuestros niños y jóvenes. Esta situación representa un desafío para nosotros, un desafío que la Iglesia ha de afrontar. Tenemos que responder a este reto, porque de lo contrario la fe de nuestro pueblo se apagará.

          Unido a esta vocación evangelizadora, la Iglesia está llamada a ser misionera. El Concilio Plenario de Venezuela afirma que "la Iglesia, o es misionera o no es Iglesia". Todo bautizado debe ser misionero, y "a todos debe alcanzar la vocación misionera de la Iglesia" (PPEV, 11). La misión no es solamente fruto del mandato directo de Cristo (Mt 28, 16-20), sino que brota de la misma vida de la Santísima Trinidad.

          Para ser una Iglesia evangelizadora, actualizada y misionera, es necesario plantearse un nuevo dinamismo. Es lo que el Santo Padre Francisco I nos propone en su exhortación Evangelii Gaudium, a través de los verbos primerear, involucrarnos, acompañar, fructificar y festejar.

          Con el verbo primerear, el papa nos recuerda que Dios es quien toma la iniciativa, en el amor de crearnos y redimirnos. Y partiendo de esa iniciativa de Dios, nos invita el papa a que también nosotros, como discípulos del Señor, tomemos la iniciativa en el encuentro con los hermanos.

          Cuando primereamos, necesariamente nos involucramos. La comunidad cristiana ha de saberse involucrar, metiéndose en la vida cotidiana de los demás con gestos y obras, achicando las distancias y abajándose hasta la humillación, si es necesario. Todos hemos de asumir como propia la vida de los demás, con "olor a oveja y escuchando su voz" (EG, 24).

          Francisco I también nos recuerda, en 3º lugar, que "la comunidad cristiana ha de acompañar a la humanidad en todos sus procesos, por muy duros y prolongados que sean". Esto significa saber "aguantar largas esperas, con aguante apostólico y mucha paciencia, evitando maltratar los tiempos" (EG, 24). Acompañar es permanecer en el amor, es prolongar en el tiempo y en el espacio la acogida y la animación, es la fidelidad puesta en acción.

          Pero es importante que en todo este proceso se tenga bien clara la intencionalidad de dar fruto, o fructificar. El Santo Padre lo indica así: "Fiel al don del Señor, la Iglesia sabe fructificar". La comunidad cristiana siempre está atenta a los frutos, porque el Señor quiere que sea fecunda. Esto supone cuidar el trigo y no perder la paz por la cizaña. El sembrador ha de encontrar la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta, y dé frutos de vida nueva.

          Finalmente, este camino tiene un momento importante en la celebración gozosa y alegre de cada paso que se da, y de cada pequeña victoria que se logra con la ayuda del Espíritu. Es el momento de celebrar, y el papa nos lo recuerda: "La evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia, la cual es fuente de un renovado impulso donativo" (EG, 24). Y es que en la liturgia, y en el resto de expresiones de culto, reconocemos y celebramos la acción salvífica de Dios. La liturgia es la celebración gozosa de un pueblo que reconoce el hecho salvífico de la Pascua del Señor. De ahí que nuestras celebraciones hayan de ser expresión viva de nuestro encuentro con el Señor.

          Para celebrar estos acontecimientos tan importantes para nuestra Iglesia particular, convoco a todos los bautizados a celebrar un tiempo jubilar, que comienza hoy 21 julio 2021, y que se alarga hasta el próximo 27 febrero 2023.

          Pido a mis hermanos sacerdotes que se sientan auténticos pastores en sus zonas, parroquias y vicarias, y sean los primeros en dar ánimo a los demás. Las zonas pastorales han de ser espacios de crecimiento e interrelación, con la incorporación de los laicos en aquellas zonas donde todavía no se acostumbre a esto.

          Al secretariado de Pastoral Familiar le exhorto a que refuerce cada día más la Jornada de la Familia Doméstica, que ya hemos comenzado en nuestra diócesis, y que haga posible que cada día se incorporen más familias a la propia tarea de nuestra Iglesia.

          En cuanto a la catequesis, pido al secretariado diocesano que haga los esfuerzos suficientes para que se aumente el número de los catequistas, y se consolide la escuela de formación de los mismos. Igualmente hago una llamada a que se implemente en todas las parroquias el itinerario catequístico mandado por el Concilio Plenario de Venezuela.

          La Pastoral Juvenil y Vocacional deben ofertar programas que ofrezcan oportunidades de discernimiento vocacional, y espacios de participación para los jóvenes en cada una de sus parroquias.

          La Pastoral Social es muy importante en la situación actual de nuestro pueblo, por lo que le invito a reforzar y aumentar los proyectos concretos de trabajo, que den respuestas a las necesidades de la gente, a la conciencia de las personas, y a la defensa de los derechos humanos.

          La Pastoral Educativa y Universitaria tienen una misión clave en estos momentos que vivimos, pues tienen como tarea promover una renovación profunda del mundo educativo, tan golpeado por las circunstancias. La educación y la familia han de ser los pulmones de la formación en valores.

          Exhorto al Secretariado de la Comunicación, en comunión con Radio Guadalupana (105.1 FM) y todas las demás radios católicas, a elaborar micrófonos con mensajes evangelizadores en todas las redes sociales, y en cualquier tipo de medio de comunicación.

          El camino que hemos de transitar es todavía largo, y estará lleno de obstáculos. Pero traigo de nuevo a la memoria la frase de Jesús en el evangelio, y que Juan Pablo II nos recordó a los venezolanos con insistencia: "Duc in altum, remen mar adentro".

          No perdamos el entusiasmo, el ardor y la esperanza. El Señor nos acompaña en este camino, y la Morenita del Carrizal camina a nuestro lado, guiándonos en la construcción del reino de su Hijo muy amado. Que arda nuestro corazón en comunión. Les bendigo de todo corazón, con afecto paternal.

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  Act: 01/05/22         @primados de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A