IGNACIO DE LOYOLA
Reglas de la Compañía

Reglas para los Estudiantes de la Compañía de Jesús
De Roma, circa 1553

  1. El fin de la doctrina que se aprende en esta Mínima Compañía es ayudar con el favor divino a las ánimas suyas y de sus próximos.

  2. Primeramente se procure tener el ánima pura y la intención del estudiar recta.

  3. No busque ninguno en las letras otras cosa sino la gloria divina y bien de las ánimas, y con la oración a menudo pidan gracia de aprovecharse para tal fin en la doctrina.

  4. Después tengan deliberación firme de ser de veras estudiantes. Persuádanse de no poder hacer cosa más grata a Dios Nuestro Señor en los Colegios que estudiar con la intención dicha.

  5. Y así mismo se persuadan que cuando nunca llegasen a ejercitar lo estudiado, el mismo trabajo de los estudios, tomado por caridad y obediencia, como debe tomarse, será obra muy meritoria ante la Divina Majestad.

  6. Será gobernado el orden de las ciencias como pareciere al Superior.

  7. El estudio de las lenguas sea con intención, entre los otros buenos fines, de defender, interpretar y dar autoridad a la traducción de la Escritura Sagrada que tiene aprobada la Iglesia.

  8. Todos los estudiantes oigan las lecciones de los maestros que el Rector del Colegio les señalare.

  9. Los estudiantes sean diligentes en prever [i. e., ver con anticipación] las lecciones y sean continuos en el ir a oírlas; y, juntamente, sean diligentes en repetir las lecciones oídas y demandar lo que no entienden.

  10. Y tengan todos diligencia de anotar lo que conviene para suplir la memoria.

  11. Persuádanse todos que hay grande utilidad en el ejercicio de disputar, especialmente para los que estudian Artes y Teología Escolástica.

  12. Hállense los estudiantes en las disputaciones o círculos ordinarios de las Escuelas que frecuentan, aunque no sean de la misma Compañía.

  13. Procuren en doctrina juntamente con modestia señalarse.

  14. Haya en el Colegio cada domingo, o algún otro día de la semana, si especial causa no lo impidiese, alguno de cada clase de los artistas [i.e., estudiantes de Artes (Filosofía)] y teólogos [i. e., estudiantes de Teología] señalados por el Rector, que sustente algunas conclusiones, después de comer [i. e., almorzar].

  15. Estas conclusiones se pongan el sábado en la tarde a la puerta de las Escuelas.

  16. Vendrán a disputar o a oír todos los que quisieren.

  17. Después que brevemente hayan probado sus conclusiones, argüirán los que quisieren de fuera y de dentro de casa.

  18. Habrá algún presidente que enderece [i. e., modere] los argumentantes y saque en limpio la doctrina de lo que se trata, para utilidad de los que oyen, y dé señal de acabar a los que disputan, compartiendo el tiempo de manera que haya lugar en las disputaciones para todos.

  19. Ultra [i. e., además] de estas dos maneras de disputaciones dichas, aún cada día debe señalarse alguna hora para que se dispute en los Colegios, presidiendo alguno, como es dicho.

  20. Procúrese en estas disputas que se ejerciten más los ingenios y se aclaren las cosas difíciles de las dichas facultades [i. e., cursos], a gloria de Dios Nuestro Señor.

  21. Los que estudian Humanidad [i. e., Latín y Retórica], tengan también una hora para conferir y disputar de las cosas de su facultad [i. e., curso] cada día delante de quien los enderece.

  22. Tengan también los mismos un domingo después de comer [i. e., almorzar], conclusiones; y otro domingo se ejercitarán en composiciones en prosa o en verso.

  23. Las composiciones hagan, ahora de presente [i. e., improvisadas] para ver la prontitud del escolar, ahora se traigan hechas [i. e., preparadas con antelación], y allí se lean públicamente, dándoles el tema.

  24. Todos, especialmente los humanistas [i. e., estudiantes de Latín y Retórica], hablen latín comúnmente, y todos tomen en memoria lo que les fuere por sus maestros señalado.

  25. Todos ejerciten mucho el estilo en composiciones.

  26. Haya siempre quien corrija las composiciones.

  27. Podrán también algunos, con parecer del Rector, ver por sí algunos autores fuera de los que oyen.

  28. Y un día de cada semana después de comer [i. e., almorzar], uno de los más provectos [i. e., maduros] haga una oración latina o griega de alguna cosa con que se edifiquen los de dentro y los de fuera, y se animen para las cosas de mayor perfección en el Señor Nuestro.

  29. Ultra [i. e., además] de lo dicho, los artistas [i. e., estudiantes de Artes (Filosofía)] y teólogos [i. e., estudiantes de Teología] especialmente, y también los demás, tengan estudio particular y quieto, para mejor y más largamente entender las cosas tratadas.

  30. Y vean, si otro no pareciere al Rector, algún comentario; y este sea uno solo y escogido para la primera pasada.

  31. Escriban todo lo que conviene para mejor comprender las cosas y suplir la ausencia de libros y falta de memoria, y ayudarse cuando menester fuere.

  32. En los estudios será bien que, acabada una facultad [i. e., curso], se repase, viendo algún autor o autores más que la primera vez, con parecer del Rector.

  33. Y será útil de lo que toca a la facultad [i. e., curso] hacer un extracto más breve y digesto que eran los primeros escritos que hacía cuando no tenía la inteligencia que después de acabados sus cursos.

  34. Si en las Escuelas no se hiciesen repeticiones, será necesario hacerlas en casa, luego [i. e., inmediatamente] después de venidos de los estudios, cuando posible sea; y si luego no se pudieren, el Rector escogerá la hora más conveniente.

  35. Han mucho de advertir los estudiantes que con el calor del estudiar no se entibien en el amor de las verdaderas virtudes; y, juntamente, que las mortificaciones y oraciones y meditaciones largas no tengan por el tal tiempo mucho lugar sin necesidad.

  36. Y consideren que los estudios tomados de veras como la Compañía suele, piden, en cierto modo, el hombre entero; y, juntamente, entiendan que el atender a los estudios con pura intención del divino servicio será no menos grato, antes más, a Dios Nuestro Señor por el tiempo dellos que las mortificaciones, oraciones y meditaciones no necesarias.

  37. Ultra [i. e., además] de oír misa cada día, y cada ocho días confesarse y recibir el Santísimo Sacramento, el tiempo de la oración tendrá el escolar por orden del Rector.

  38. Vayan los escolares y vuelvan acompañados uno con otro, con modestia interior y exterior, cual para edificación de sí mismos y de otros conviene.

  39. Su conversación con los otros escolares sea solamente de cosas de letras o espirituales, como en todo se puedan ayudar a mayor gloria divina.

Laus Deo.