23 de Mayo

San Juan Bautista Rossi

Pedro Martín
Mercabá, 23 mayo 2024

         Vivió en una época de marcado orgullo espiritual, y de lamentabilísimas desviaciones de la auténtica vida cristiana. Pues las raíces del jansenismo iban sofocando la buena semilla de la sencillez evangélica, de la confianza filial en nuestro Padre del cielo y de la caridad fraterna con sus hijos, los hombres de la tierra.

         En Italia, la doctrina jansenista proclamaba la autonomía de los obispos, concedía a los seglares una injerencia indebida en los asuntos eclesiásticos y propugnaba un peligroso desprecio de las obras externas y al espíritu de sumisión.

         La divina Providencia, sin embargo, empezó a suscitar en la Iglesia una serie de hombres auténticamente cristianos y evangélicos, como San Pablo de la Cruz (ca. 1694), San Alfonso María de Ligorio (ca. 1696), el padre Berulle, el jesuita Scaramelli... así como nuestro biografiado San Juan Bautista Rossi.

         Nació en 1698 en Voltaggio (Génova), en el seno de una familia campesina. Ya desde sus primeros años, se sintió el pequeño Juan inclinado a las cosas de Dios, y hacia una piedad que más tarde contrastaría con aquella piedad decadente de finales del s. XVII y principios del s. XVIII.

         A los 13 años ingresó en el famoso Colegio Romano de Roma (en efervescente lucha anti-jansenista), donde desarrollará todos sus estudios y adquirirá su completa formación humanística. Gozó allí de maestros tan preclaros como los padres Tolomei, Ulloa y Giattini, y sobre todo de unos testimonios tan vivos de apostolado y virtud, que el alma de Rossi ya nunca se separará de aquellos genuinos amores.

         Precisamente fue rector suyo en aquel Colegio Romano el padre Miarchetti, devotísimo del Sagrado Corazón y activo promotor de la catequesis entre los niños pobres, a quienes recogía y cuidaba en la Iglesia de San Ignacio. Con él, el padre Benedictis componía versos latinos a la vez que mortificaba su cuerpo con ásperas penitencias, aparte de fundar una Congregación de los Apóstoles (similar a las Congregaciones Marianas) que se dedicó a enseñar a hacer oración a los jóvenes, a hacer visitas a las casas de beneficencia y a repartir cercanía a los hospitales.

         En definitiva, adquirió en su juventud Juan una serie de enseñanzas, virtudes y ejemplos, que harían de él en el futuro el "padre de los pobres" y el "amigo de los humildes" (como se le conocía en las calles de Roma). Y todo ello sin ruidos estridentes ni resonancias aparatosas, sino con la imponente fuerza y trascendencia de la caridad cristiana.

         Mientras sigue sus estudios teológicos en la Universidad Santa Minerva de Roma, Juan forma parte de la Congregación de los Apóstoles, y gasta muchas horas en visitar los hospitales y las casas de pobres. Apostolado oculto y humilde, que no abandonará durante toda su vida, aun después de haber aceptado (contra su voluntad) la canonjía de Santa María in Cosmedín.

         El 8 marzo1721 fue ordenado sacerdote, y aquel mismo día hace voto de no aceptar ninguna prebenda eclesiástica, iniciando su sagrado ministerio en el Hospicio de Pobres de Santa Galla. Fue el sacerdote Rossi varón ejemplar, modelo acabado de ministro evangélico, hecho todo para todos para ganarlos a todos en Dios.

         Pero lo que más llama la atención en su vida fue aquella predilección constante, afectiva y efectiva, que mostró siempre por los más desatendidos y sin relieve en la sociedad. Los hospicianos, los presos, los vagos de profesión, los ignorantes y analfabetos, los niños harapientos y pillastres, fueron sus mejores compañeros por aquellas calles de Roma.

         A imitación de San Felipe Neri, a quien profesaba por su parte una devoción entrañable, fue Rossi el protector de pobres y afligidos, el consejero, abogado, amigo y maestro de todos. Sacerdote entrañablemente enamorado de Dios y de los hombres, no aguantó el espectáculo de un amor incomprendido y supo clavar en las carnes de sus hermanos el grito de salvación y de caridad.

         En 1731, y emulando los célebres hospicios romanos, funda Rossi uno parecido en las calles de Roma, para mujeres sin casa y desamparadas. Él mismo las recogía y las cuidaba espiritual y temporalmente, hasta conseguir colocarlas y proporcionarles un medio de vida digna y cristiana.

         Unos años más tarde (ca. 1737) muere un primo suyo (Lorenzo, canónigo de la Basílica Santa María in Cosmedin de Roma) y Rossi no tiene más remedio, a pesar de su abierta repugnancia hacia toda clase de cargos honoríficos, que aceptar (bajo obediencia) la vacante. Se trató de cambio sustancial de ambiente, pero que en nada había de afectar a su camino sacerdotal trazado.

         En su nueva condición de canónico, siguió siendo Rossi el sacerdote ejemplar y fiel cumplidor de sus deberes. Y el servicio del coro, el confesionario, el púlpito y la enseñanza del catecismo llenarán todas las horas de sus días.

         Su caridad alcanza los últimos rincones de Roma, y no hay cárcel, hospicio u hospital que no sea testigo de su celo, de su cariño y de su comprensión. Diligente, infatigable, siempre dispuesto, no descansó hasta convertir el fuego del amor que le abrasaba el alma en grito constante de su garganta y en entrega martirial de su vida.

         Tal vez no se pueda decir mucho más de la vida de Juan Bautista de Rossi. Ni casi sus mismos contemporáneos se dieron cuenta del hombre de Dios que estaba conviviendo con ellos con un corazón muy grande, doblemente apasionado por Dios y por sus hijos, los hombres.

         Pobre vino Rossi al mundo, pobre vivió entre los pobres, y muy pobre murió el 23 mayo 1764. Ese fue el epitafio que se elaboró para su tumba, en la Iglesia de Santa Trinidad del Pellegrini.

         Fue en tiempos de Pío IX cuando se inició la causa de beatificación de este escondido sacerdote y canónigo romano. Confirmados al fin unos milagros, fue beatificado el 13 mayo 1860. En 1879 vuelve a hablarse de nuevos milagros obrados, y en abril de 1881 el card. Leodochowski abre su causa de canonización. Hasta que el 8 diciembre 1881 fue elevado a la Gloria de Bernini por León XIII.

 Act: 23/05/24     @santoral mercabá        E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A