28 de Abril

San Luis Mª Grignion

José Luis Pérez
Mercabá, 28 abril 2024

         Nació en 1673 en Montfort sur Meu (Bretaña), a 20 km de Rennes y como 2º hijo de los 18 hijos que tuvieron Juan Grignion y Juana Roben, que a los 2 años de casarse se trasladaron a vivir a Bois Marquer, en la vecina parroquia de Ifandic.

         El padre era feligrés fiel e incluso fervoroso, pero de temperamento colérico, preocupado por salvaguardar las apariencias de su rango y reemprender, a través de sus hijos, el ascenso social de su linaje. La madre, amable y bondadosa, pero abrumada por sus 18 maternidades sucesivas.

         No era éste, pues, el ambiente muy propicio para el desarrollo armónico de Luis. En muchos aspectos, el niño se parecerá a su padre, especialmente en su propensión a la violencia. E incluso reconocerá él mismo, más tarde, que "le costaba más vencer su vehemencia y la pasión de la cólera que todas las demás juntas".

         Con ello se relaciona también su marcada inclinación por la soledad. Rehuía la compañía de los niños de su edad, "retirándose a un rincón para dedicarse a la oración y rezar el rosario ante una pequeña imagen de la Santísima Virgen". Un amor especial a María, que Luisito siempre mostró desde pequeño, que bien pudo ser una traslación de su afecto particular hacia su propia madre. Eso sí, rodeado de una fuerte madurez espiritual, poco común a su edad.

         En 1684, los padres deciden enviar a Luis al Colegio Becket de Rennes, regido por los jesuitas. Allí permanecerá Luis 8 años completos, ejercitándose en el estudio y "llevándose todos los premios al final de cada curso". Acentuó allí, además, ciertas líneas que más tarde marcarían su vida: su poca integración, su gusto por la soledad, sus frecuentes visitas a la Virgen (especialmente en la Iglesia del Salvador), su ardor por la predicación misionera y su solicitud para con los marginados.

         Al terminar sus estudios medios, comenzó Luis los de filosofía y teología (que completará gracias a una benefactora) en la Universidad de la Sorbona y el Seminario San Sulpicio de París. Al partir de Rennes, y en el umbral de una nueva vida, Luis manifestó el nuevo estilo de vida que en adelante había resuelto abrazar.

         Su familia le había ofrecido un caballo para ir a París, pero él lo rehusó. Eso sí, aceptó de su madre un vestido nuevo, y de su padre 10 escudos para los gastos del viaje. Tras franquear el puente sobre el río Vilaine (en Cesson), a Luis se le presenta y éste aprovecha su 1ª oportunidad misionera: un mendigo, al que regala sus 10 escudos y con el que intercambia su vestido nuevo. Y prosigue el camino a París, vestido de mendigo y resuelto desde entonces a vivir cerca de los pobres y a contar sólo con la Providencia, para hacer frente a sus necesidades.

         En París se hospeda Luis en diversas pensiones dirigidas por los sulpicianos. El alimento era mediocre y el alojamiento exiguo, pero de esa manera cursó los años de Teología en la Universidad de la Sorbona.

         Con un ardor exagerado, añadió Luis sus propias mortificaciones a las de una vida austera (hasta que 2 años después, tuvo que ser hospitalizado en un hospital), y casi de milagro se repuso de la enfermedad y de las sangrías que le hicieron. Pero más milagroso aún fue el hecho de que, al salir del hospital, tuvo la sorpresa de saber que tenía un puesto en el Seminario de San Sulpicio. Allí entró en julio de 1695.

         San Sulpicio había sido fundado por el padre Olier, uno de los maestros de la francesa Escuela de Espiritualidad, que ponía el acento en el misterio de la encarnación y en el lugar de María en el designio divino de salvación. Era, pues, el lugar ideal para que Luis desarrollara su espiritualidad personal.

         Durante el tiempo que pasó en San Sulpicio, tuvo Luis ocasión de estudiar la mayor parte de las obras de espiritualidad entonces disponibles, particularmente las concernientes al lugar de María en la vida cristiana. Para esto aprovechó muy bien su cargo de bibliotecario. Tuvo tiempo también para salir a enseñar el catecismo, sobre todo entre los jóvenes marginados de la Parroquia de San Sulpicio.

         El 6 junio 1700 fue ordenado sacerdote, y celebra su 1ª misa en el altar de la Santísima Virgen de San Sulpicio. Poco después, ingresa en la Tercera Orden de Santo Domingo, pues se sentía identificado con la espiritualidad de la Orden de Predicadores.

         Como novicio dominico, ejerció Montfort su ministerio en la Parroquia San Clemente de Nantes. Pero allí se sintió frustrado porque no encontraba suficiente ocasión de predicar lo que él quería. Examinó, por tanto, otras opciones ( incluso la de hacerse eremita), hasta que se convenció de que Dios le llamaba a "predicar misiones a los pobres". Y empezó a soñar, para esta finalidad, la fundación de "una pequeña compañía de sacerdotes, agrupados bajo el estandarte de la Santísima Virgen".

         Al cabo de algunos meses, aceptó el cargo de capellán del Hospital General de Poitiers, una especie de asilo en el cual se encerraba a los indigentes. Montfort se entregó con todo entusiasmo y generosidad al servicio de estos pobres, pero empezó a hacer reformas que le atrajeron dificultades con las autoridades. En la Pascua de 1703 era despedido del hospital, y vuelve fracasado a París.

         En París se une al equipo de capellanes del Hospital de la Salpetriere (el 1º hospital fundado por San Vicente de Paúl), pero a las pocas semanas es igualmente despedido. Comienza entonces para él un período de continuos rechazos, por casi todos sus amigos y conocidos. Se le acusaba de orgullo y ceguera.

         Durante 1 año vivió Montfort en el Alojamiento du Pot de Fer de París para mendigos, sin amigos y sin ministerio preciso. Este retiro le brindó la ocasión de meditar más profundamente en Jesucristo, y escribir probablemente su Amor de la Sabiduría Eterna.

         Los pobres de Poitiers, sin embargo, no le habían rechazado, y le escriben para que vuelva. De acuerdo con el obispo, regresa Luis al Hospital General de Poitiers, y allí emprende de nuevo su reforma. Para este propósito empieza a ser ayudado por las jóvenes María Luisa Trichet (que se siente llamada a ser religiosa, y a entregarse al servicio de los pobres) y Catherine Brunet, futuras fundadoras de las Hijas de la Sabiduría.

         Pero Montfort continuaba suscitando oposición por sus reformas, y a los pocos meses de empezar, el obispo y María Luisa le persuaden para que abandone el hospital, por 2ª vez.

         Comenzó entonces a predicar, por su cuenta, por Poitiers y sus alrededores, que era lo que él sentía que Dios le pedía. El procedimiento empleado era siempre el mismo: invitación a renovar las promesas del bautismo, procesiones y liturgias animadas. Pero el llegar a los suburbios de Montbernage es advertido por los clérigos diocesanos, que dan parte al obispo de Poitiers. Y a inicios de la cuaresma de 1706, el obispo de Poitiers prohíbe a Montfort cualquier tipo de predicación en su diócesis.

         Sueña entonces Luis con orientarse hacia las misiones en el extranjero, y para ello se pone en camino hacia Roma, para pedir el parecer de Clemente XI. El papa le recuerda que en Francia tiene un suficiente campo de apostolado, y le devuelva a su patria con el título de misionero spostólico.

         De nuevo en Francia, y tras un retiro en Mont Saint Michel, Luis se pone a buscar su propio equipo de misioneros, hasta que visita la comunidad sacerdotal de Dinán, y allí es aceptado como miembro (bajo la dirección del padre Leuduger). Durante algunos meses predica en Saint Malo y Saint Brieuc, visita su natal Montfort y llega a Plumieux y Cheze (en cuyas minas edifica una capilla dedicada a N. Sra de la Piedad), casi siempre prefiriendo predicar a los más pobres.

         Pero parece que no podía lograr su plena medida como miembro de un equipo. Pocos meses después dejará el equipo misionero para ir un año a San Lázaro (a la salida de Montfort), en compañía de 2 hermanos en la vida comunitaria.

         Después, y durante 2 años, predicó misiones en Nantes y sus alrededores. En casi todas tuvo éxito con un buen número de conversiones. Su fama de gran misionero se propagó. La gente sencilla comenzó a llamarlo "el buen padre de Montfort". Y él trataba de prolongar los resultados espirituales de sus misiones con la fundación de cofradías y asociaciones que estimulaban a la gente a permanecer fieles a la renovación de sus promesas bautismales. También erigía vía crucis o calvarios como recuerdos tangibles de las misiones.

         En Pontcháteau logra Luis la ayuda de miles de personas para erigir un gigantesco calvario como impresionante recuerdo del amor de Dios. Este calvario, no obstante, le causará no pocas decepciones. La víspera de su bendición, el obispo la impidió. Había recibido orden del rey de demolerlo, y también le impide el obispo predicar en su diócesis.

         Éste no fue el único caso, pero fue el más impresionante de todos. Porque allí Luis fue invitado a compartir la cruz de Cristo. Él no se deja abatir por las pruebas, y se refugia en la reflexión y meditación. E incluso compartirá sus reflexiones en su Carta a los Amigos de la Cruz.

         Invitado por el obispo de la Rochelle, deja Nantes en 1711 y comienza el último período de su vida. Los últimos 5 años antes de su muerte (en 1716) fueron para Luis años de intensa actividad. Estaba constantemente ocupado en predicar misiones. Siempre iba a pie de una misión a otra.

         E incluso sacó tiempo para escribir el Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, el Secreto de María, las Reglas de los Sacerdotes Misioneros de la Compañía de María y las Reglas de las Hijas de la Sabiduría, así como numerosos Cánticos que empleaba en las misiones y hacía cantar con aires populares de la época.

         Emprendió Montfort 2 largos viajes, uno a París y el otro a Ruán, para tratar de reclutar miembros para su Compañía de María (con la que soñaba cada vez más, cuando se acercaba el término de sus días). De tiempo en tiempo sentía la necesidad de retirarse a un lugar tranquilo y solitario, como el Bosque de Mervent o su pequeña Ermita de Saint Eloi, cerca de la Rochelle.

         Sus misiones ejercieron gran influencia, particularmente en la Vendée. No obstante, siguió teniendo Montfort dificultades, sobre todo a la hora de persuadir a otros sacerdotes para juntársele y trabajar con él, como miembros de la Compañía de María.

         Con todo, en el último año de su vida se le unen 2 sacerdotes, Mulot y Vatel. Y algunos hermanos que le ayudaban en su labor misionera. Fue el origen de los Hermanos de San Gabriel.

         El obispo de la Rochelle (mons. Champflour) fue siempre un gran amigo de Luis. Y aunque había quienes continuaban oponiéndosele, con el apoyo del obispo fundó Montfort escuelas de caridad para los niños pobres de la Rochelle, e invitó a María Luisa Trichet y Catherine Brunet (que servían pacientemente en el hospital de Poitiers) a que fueran a ayudarle. Hicieron éstas por fin su profesión religiosa, y así nació la Congregación de las Hijas de la Sabiduría. Bien pronto, otras jóvenes se les juntaron.

         En abril de 1716, y agotado por el trabajo y la enfermedad, acude Luis María a Saint Laurent sur Sevre para comenzar a predicar la misión. En el transcurso de esta misión cayó enfermo, y murió el 28 de abril.

         Miles de personas asistieron a sus funerales, en la Iglesia de Saint Laurent. Poco tiempo después se propagó la noticia de los milagros que acontecían junto a su tumba. Los 2 sacerdotes de la Compañía de María (Mulot y Vatel) se retiraron a Saint Pompain con algunos hermanos, y sólo 2 años después emprenderían la obra tan querida al corazón de Luis María: la predicación de misiones.

         En 1888 el padre Montfort fue beatificado, y en 1947 fue canonizado por Pío XII. Las congregaciones que dio a la Iglesia (la Compañía de María, las Hijas de la Sabiduría y los Hermanos de San Gabriel) se desarrollaron y propagaron, primero en Francia y después en el mundo entero. Y continúan testimoniando el carisma de San Luis Mª Grignion de Montfort, y prolongando su misión: establecer el reinado de Dios, y el reinado de Jesús por María.

 Act: 28/04/24     @santoral mercabá        E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A