29 de Mayo

San Maximino de Poitiers

Consuelo Lozano
Mercabá, 29 mayo 2023

           Nació el 300 en Poitiers (Aquitania), proveniente de un piadoso hogar que trató de educarlo en las sólidas virtudes. Llegado a la adolescencia, decidió el propio Maximino adquirir la mejor formación cristiana posible, y emprendió un viaje a la diócesis de Tréveris en busca de su Escuela Episcopal, de la que se decía que su obispo Agricio había creado bajo ideales de santidad.

           En Tréveris recibió el joven Maximino formación en ciencias y humanidades, consiguiendo que su prelado (Agricio) se percatase de su lúcida inteligencia y firme amor a la doctrina católica, no dudando en conferirle las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones, hizo en breve tiempo Maximino notables progresos.

           Al morir Agricio, y conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad unánime fue éste elegido para su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris en el 332.

           Perturbaba en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y consustancialidad en las 3 personas de la santísima Trinidad, y según la cual el Jesucristo habría sido creado de la nada y era muy inferior al Padre. El Verbo encarnado era Hijo de Dios, pero por adopción.

           Reinaba entonces el emperador Constantino, a quien los herejes engañaron acumulando calumnias sobre el patriarca de Alejandría (San Atanasio, campeón en la lucha contra los arrianos), y logrando que el emperador lo desterraste de su diócesis alejandrina. Desterrado, pues, Atanasio, vino a refugiarse en Tréveris (ca. 336), donde Maximino lo recibe con enorme veneración, y trata por todos los medios que se suavizara su situación del desterrado. Lo mismo hizo con el patriarca de Constantinopla (Pablo), también forzado a ir a Tréveris tras los ultrajes recibidos en un sínodo arriano.

           Así permaneció Maximino en su diócesis de Tréveris, dando alojamiento a los patriarcas de Constantinopla y Alejandría, hasta que finalmente muere Constantino y su hijo mayor (Constantino el Joven) le sucede en la sede imperial occidental, decretando el fin del destierro de ambos.

           En el 345 Maximino concurre al Concilio de Milán, donde los arrianos (cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia) son otra vez condenados. Pero Maximino no se fía de la condena impuesta, y por eso propone al emperador oriental (Constante, hermano de Constantino el Joven) la celebración de un gigante concilio ecuménico eclesial, para cimentar la paz de la Iglesia. Constante escribe a su hermano Constantino, y ambos conciertan la celebración del Concilio de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria).

           Los arrianos quisieron atraer a Constante a su secta, y justificar la conducta seguida contra Atanasio. Pero Maximino alerta al emperador, defendiendo al patriarca alejandrino y haciendo que éste fuese nuevamente restablecido.

           Vuelto a Tréveris tras varios años de ajetreos antiarrianos, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres y fundando nuevas instituciones por toda la diócesis. Un día que fue a visitar a su familia de Poitiers, allí le sobrevino la muerte, el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris, desde la ciudad de Poitiers.