29 de Octubre
San Narciso de Jerusalén
Arzob.
de Madrid
Mercabá, 29 octubre 2025
Semblanza
Nació el 99 en Jerusalén, y desde joven fue formado en el cristianismo por los círculos apostólicos de Jerusalén, debiendo ser sus catequistas aquellos mismos apóstoles a quienes el Señor había formado, o alguno de los discípulos de los apóstoles.
Recibió la ordenación presbiteral bajo el obispo Dulciano de Jerusalén, y ejerció su ministerio sacerdotal en la sede jerosolimitana hasta los 80 años, cuando es promovido y consagrado obispo de Jerusalén (ca. 179), como el nº 30 de la sede hebrea. Una edad avanzada para un nuevo prelado, aunque este hecho no le impidiera mostrar el ánimo y dinamismo de un joven.
Como datos más sobresalientes, presidió Narciso el Concilio de Cesarea (ca. 195), encargado de unificar con Roma el día de la celebración de la Pascua, y todo parecía marchar con normalidad. Atrás quedaba esa anécdota de la Pascua de años atrás, en que a falta de aceite, Narciso entregó agua a sus diáconos para encender las lámparas, y parece ser (según las crónicas) que éstas se encendieron.
Pero permitió Dios que la calumnia se introdujese en la Iglesia de Jerusalén, y fuese dirigida hacia su prelado Narciso. Porque 3 de sus clérigos (de la 2ª y 3ª generación de cristianos) no pudieron resistir el ejemplo de su vida, ni sus reprensiones, ni su éxito. Y se conjuraron para acusarle, sin que sepamos el contenido, de un crimen atroz. Parece de fábula que esto pueda pasar entre cristianos, ¡pero así fue!
Por lo que se cuenta, estos 3 malos clérigos acusaron a su obispo Narciso el año 202, afirmando que si la acusación fuese falsa, uno se dejaría quemar, el otro sufriría enfermedad y el tercero perdería la vista (lo que más o menos sucedió, años después).
La envidia es mala, y temible en el caso de convertirse en celos hacia el que llega nuevo a un hogar o trabajo. O incluso dentro de una casa, cuando los padres observan los celos de los pequeños ante la llegada de un nuevo hermano. Es lo que ocurrió en el caso del obispo Narciso, en el seno de su propia Iglesia de Jerusalén.
Pero el obispo Narciso prefiere no defenderse de las calumnias de sus 3 clérigos, y se retira al desierto. Perdona a sus ovejas y decide abandonar a su grey, viviendo en adelante y con humildad los acontecimientos, de la mano de Dios. Desde el más profundo secreto, se retira Narciso a un lugar desconocido del desierto, donde permanece 8 años dedicado a la oración y austeridad.
Años después, uno de los acusadores confiesa en público su infamia y hace penitencia por ello. Regresa entonces Narciso de su autodestierro, ¡con 110 años!, y permanece durante 6 años más acompañando a sus fieles, hasta que finalmente muere el año 216, con 116 años de edad. En este último tramo de su vida es ayudado por Alejandro, antiguo obispo de Flaviada (en la Capadocia) y ahora obispo coadjutor de Jerusalén, que a su muerte le sucede en el cargo.
Act:
29/10/25
@santoral
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E D I T O R I
A L
M
E
R C A B A
M U R C I A