5 de Mayo

San Gotardo de Hildesheim

Consuelo Lozano
Mercabá, 5 mayo 2024

         Nació el 960 en Reichersdorf (Baviera), siendo desde pequeño enviado por su padre (Ratmund) a la atención de los monjes benedictinos de la Abadía de Niederaltaich, que se encargaron de él y le dieron una buena formación en humanidades, de la mano del maestro Uodalgius.

         Tomado el hábito benedictino, el año 990 es elegido Gotardo como abad electo de la Abadía de Altaich, y se dedica a recorrer los diversos monasterios (de Hersfeld, Tegernse, Kremsmunster...) de las regiones del Rhin, restaurando en ellos la disciplina y pureza original de la Regla de San Benito, un tanto relajada en muchos casos.

         Aparte de reformador monástico, también fue el abad Gotardo uno de grandes animadores de la cultura del s. XI. Su obra de constructor sacro (de más de 30 iglesias en la zona) fue posible por la confluencia de entusiasmos con el emperador Enrique II de Alemania, último de los gobernantes sajones y también peleón (en conquista de territorios hacia el este), artista (propagando las catedrales románicas por doquier) y piadoso (siendo canonizado en 1146).

         Conocida la personalidad del reformador Gotardo, Enrique II de Alemania decidió nombrar a Gotardo como nuevo obispo de Hildesheim (ca. 1022), encargándole en su consagración que terminara la catedral y la Iglesia de San Miguel.

         Hildesheim era una diócesis de la Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania y al pie del macizo montañoso del Harz. Había sido establecida como tal en la época carolingia (ca. 810), y en el s. XI se había convertido en un gran centro de cultura y espiritualidad románica. En cuanto a su capital, Hildesheim es hoy un gran centro industrial y de comunicaciones (cercano a Hannover), pero en el s. XI era una ciudad libre del Sacro Imperio Romano Germánico.

         Como obispo de Hildesheim, la labor pastoral de Gotardo no quedó reducida a restaurar las piedras que le había encargado restaurar Enrique II de Alemania, por mucho arte que pudiera sacarse de ellas. Pues se esforzó igualmente en buscar la forma de facilitar la enseñanza de la juventud, proporcionó al pueblo sencillo escuelas y hospitales y fundó asilos para pobres. Murió el 5 mayo 1038 en Hildesheim, siendo canonizado por Inocencio II en 1131 en la Catedral de Reims.

         Quizás por la última de sus tareas (los asilos para pobres), y por su final trato directo con la enfermedad (que Gotardo intentó aliviar en los dolientes), es por lo que hoy día se acostumbra en Austria y Prusia a invocar a San Gotardo, como remedio para la gota y los reumatismos. De todos modos, ha pasado a la historia como un gran monje y obispo, constructor del Románico.

 Act: 05/05/24     @santoral mercabá        E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A