9 de Febrero

San Miguel Febres

Angel Amo
Mercabá, 9 febrero 2025

Semblanza

         Cuando fray Miguel Febres Cordero era niño, todos lo llamaban panchito, y hasta le tenían lástima por su delicada salud y deformes pies, que le impedían caminar correctamente. Pero el 21 octubre 1984, día de su canonización en la Plaza San Pedro de Roma, se convirtió en el gran santo de la historia de Ecuador, como ejemplo de seguimiento fiel a San Juan Bautista de la Salle, fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, congregación a la que él perteneció.

         En efecto, estamos en 1863, cuando el presidente ecuatoriano García Moreno, preocupado por el enorme analfabetismo de su país, y tras muchas insistencias, obtiene de la Congregación de la Salle que 10 hermanos de las Escuelas Cristianas se trasladasen de Francia a Ecuador, para fundar allí las escuelas populares. Las primeras 3 escuelas nacen en Quito, Guayaquil y Cuenca. Y los comienzos son duros, pues los hermanos tienen que vivir y enseñar en edificios miserables.

         Pero los alumnos se multiplican, y entre los de Cuenca está Panchito, que se distingue inmediatamente por su inteligencia y deseo de aprender. La enseñanza le encanta, permanece en la escuela fuera de horario escolar, y con frecuencia echa una mano a los hermanos. Miguel quiere entrar a formar parte de su obra, pero sus familiares se oponen, al considerar que la vida de los hermanos es demasiado pobre, para alta cuna social en que está situada la familia Febres. Y le ofrecen una alternativa: "¿Por qué, si tienes vocación religiosa, no sigues la carrera eclesiástica?".

         Miguel sigue el consejo de sus padres, y entra al seminario. Pero a los 3 meses ha de abandonarlo por graves enfermedades adquiridas, debido a su dificultad de adaptación. Finalmente, los padres ceden, y en la fiesta de la Anunciación de 1868 Miguel puede vestir el hábito de los lasallistas, convirtiéndose en el hermano Miguel.

         Terminado el noviciado, Miguel pasa a Quito, entre otras cosas para evitar las presiones del padre que sigue insistiendo para llevárselo a casa. Son años de trabajo intenso, preludio de una vida que no conocerá descanso, ni mucho menos tiempo libre. Tiempo completo para la enseñanza, con horarios agotadores, el trabajo catequístico y la ayuda a los hermanos enfermos. Sin embargo, el flaco Miguel logra sacar algunas horas para estudiar idiomas (no solo latín, sino también francés, italiano, inglés y alemán) y para escribir libros para las escuelas.

         En 3 años publica un centenar de textos escolares que tratan de religión y literatura, gramática y matemáticas. Aunque en varios casos se trata solo de ediciones corregidas, el trabajo es increíble, si se tiene en cuenta que Miguel fundamentalmente es un autodidacta. Como profesor es muy bueno, y logra hacerse querer. Cuando en 1890 se abre el gran Instituto la Salle de Cebollar, que tiene un semi-internado, es a él a quien se le confían los semi-internos.

         En 1907 lo llaman a Europa a preparar los textos escolares para los Hermanos de las Escuelas Cristianas que parten para América Latina. Primero va a Bélgica y luego, por su delicada salud, en busca de un clima más suave, pasa a España (a Premiá de Mar, cerca de Barcelona). Siguen siendo años de mucha actividad hasta la muerte por pulmonía. Antes de morir, les dice a los hermanos que rodean su lecho de muerte, entristecidos: "Otros trabajarán mejor que yo". Era el 9 febrero 1910.

 Act: 09/02/25     @santoral mercabá        E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A