5 de Septiembre
Teresa de Calcuta
Consuelo
Lozano
Mercabá, 5 septiembre 2024
El domingo 19 octubre 2003, en qué se celebró la Jornada Mundial Misionera, Juan Pablo II celebró la eucaristía en la Plaza de San Pedro a las 10.00 h, y beatificó de paso a la madre Teresa de Calcuta, la cual había fallecido el 5 septiembre 1997. La oficina de las celebraciones litúrgicas del sumo pontífice preparó la biografía de la nueva beata, y en ella se decía que:
"De sangre soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús. De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres. Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por él y ardiendo con un único deseo: Saciar su sed de amor y de almas".
Teresa nació en 1910 en Skopje (Balcanes), con el nombre de Gonxha Agnes Bojaxhiu y como hija menor de Nikola y Drane, recibiendo su 1ª comunión a los 5 años y la confirmación a los 6.
Desde el día de su 1ª comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos 8 años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de su hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida por la jesuítica Parroquia del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.
Cuando tenía 18 años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (conocido como Hermanas de Loreto), en Irlanda. Allí recibió el nombre de sor María Teresa.
En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 enero 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, sor Teresa fue destinada a la Comunidad de Loreto Entally (Calcuta), donde enseñó en la femenina Escuela de Saint Mary. El 24 mayo 1937 hizo su profesión perpetua, convirtiéndose desde entonces, y como ella misma decía, en "esposa de Jesús para toda la eternidad".
Con el tiempo se convirtió en la directora de la Escuela de Saint Mary (ca. 1944), ahondando entonces en una profunda oración y arraigado amor por sus hermanas y estudiantes, impregnado todo ello de una profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús en Loreto en la más absoluta fidelidad y alegría.
El 10 septiembre 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, sor Teresa recibió su inspiración o "llamada dentro de la llamada". Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida.
Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar "víctimas de amor" que "irradiasen a las almas su amor". "Ven y sé mi luz", Jesús le suplicó. "No puedo ir solo". Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a sor Teresa que fundase una congregación religiosa (las futuras Misioneras de la Caridad), dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres.
Pasaron casi 2 años de pruebas y discernimiento antes de que sor Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 agosto 1948 se vistió por 1ª vez con el sari blanco orlado de azul, y atravesó las puertas de su amado Convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.
Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras de Patna, Teresa volvió a Calcuta, donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis.
Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en "los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba". Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas.
El 7 octubre 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de 1960, sor Teresa comenzó a enviar a sus hermanas a otras partes de India.
El Decreto de Alabanza, concedido por Pablo VI a la congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Esta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante 1990, sor Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.
Para responder mejor a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, sor Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las hermanas, en 1979 los hermanos contemplativos y en 1984 los Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitó solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa.
Creó los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros Laicos de la Caridad. En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, sor Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un "pequeño camino de santidad" para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu.
Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en sor Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962, y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor.
Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención "para gloria de Dios y en nombre de los pobres". Toda la vida y el trabajo de sor Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.
Pero existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó "oscuridad" a su experiencia interior.
La "dolorosa noche" de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a sor Teresa a unión con Dios cada vez más profunda. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los problemas de salud cada vez más graves, sor Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros, a lo largo de las 610 fundaciones realizadas en 123 países del mundo.
En marzo de 1997, sor Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como superiora general de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con Juan Pablo II, volvió a Calcuta, y allí vivió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla, e instruyendo a sus hermanas.
El 5 de septiembre, la vida terrena de sor Teresa llegó a su fin. El gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado, y su cuerpo fue enterrado en la casa madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente).
Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús ("ven y sé mi luz") hizo de ella una misionera de la caridad, una "madre para los pobres", un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.
Menos de 2 años después de su muerte, a causa de la extendida fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, Juan Pablo II permitió la apertura de su causa de canonización. El 20 diciembre 2002 el mismo papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de sor Teresa de Calcuta.
Act: 05/09/24 @santoral mercabá E D I T O R I A L M E R C A B A M U R C I A