EFRÉN DE NÍSIBE
Discurso a Hipatio
LIBRO II
I
Las contradicciones en la enseñanza de Mani
Observa con inteligencia, oh Hipatio, cómo esta enseñanza se destruye por sí misma, se refuta por su propia naturaleza y se desenmascara por su propio carácter, así como su condenación proviene de ella y está en ella. Y así como las mismas palabras de los siervos dieron el veredicto contra ellos ante el Señor de la viña, así también las mismas palabras de esta enseñanza dan el veredicto de su condenación ante los oyentes sabios.
II
La oscuridad no podría haber tenido pasión por la luz
En efecto, ha puesto un comienzo difícil frente a un final confuso, cosas que se oponen entre sí para que se sepa que ninguna de ellas es verdadera. En efecto, al principio dijo que las tinieblas tienen una pasión ansiosa por la luz, lo cual no es natural en estas tinieblas que son visibles, puesto que incluso estas tinieblas que son visibles para nosotros son, como dicen, de la misma naturaleza que las que son invisibles para nosotros. Sin embargo, estas tinieblas ciertamente huyen de la luz como de su opuesto, y ciertamente no la atacan como a lo que les es agradable. He aquí un argumento en favor de su condena, un argumento extraído de la naturaleza de las cosas en general.
III
La luz tampoco aprisiona finalmente a la oscuridad
Oye ahora de nuevo, oh Hipatio, otro argumento contra ellos y sus escrituras. Si la oscuridad verdaderamente anhelaba apasionadamente la luz porque la Luz la calmaba, ¿cómo dicen que la luz es su opuesto y finalmente su torturador? Y si la luz es un elemento que es deseable y atractivo para la oscuridad, ¿cómo se produce de esa naturaleza agradable algo que es amargo para la oscuridad? Pues la dulzura de nuestro lugar da testimonio de que la amargura no se prueba en su seno. La prisión para la oscuridad no se construye a partir de la oscuridad. Pero si esa prisión, el torturador de la oscuridad, se construye a partir de la naturaleza del dominio de la oscuridad, una naturaleza no puede torturarse a sí misma. Pues el fuego no se quema a sí misma. Y si la oscuridad es torturada por lo que le pertenece (una noción difícil de aceptar), entonces el bien tampoco está en reposo en su lugar, y se descubre que es absurdo el asunto (pues toda entidad que está en su propio lugar está angustiada, mas en el lugar de su opuesto, está en reposo). Porque si toda la oscuridad en conjunto con todo lo que hay en ella es una entidad completamente igual, no se opone a su propia naturaleza; así como un lobo no se opone a sí mismo ni un león a sí mismo.
IV
¿Cómo pudo el Ban de Mani hacer una tumba a la oscuridad?
Si desde el dominio del bien se construye esa prisión para las tinieblas, ¿cómo se cambia su goce en tormento? Pues he aquí que es una naturaleza que es inmutablemente placentera. El arquitecto y constructor de esa tumba, dice Mani, "es uno (quienquiera que sea, cuyo nombre es Ban) que en los días de su adversidad se convirtió en el modelador de la tumba de las tinieblas". Pues bien, ¿y cómo de esa entidad única, siendo única, provienen tanto el constructor como lo que se construye, y de ella la tumba y de ella la tierra sobre la que se construye la tumba? Pues esto es lo que sucede con esta tierra nuestra: todo proviene de la tierra misma, tanto el que hace como lo que se hace; pues como no fue creada a partir de naturalezas y entidades, es transformable en cualquier cosa según lo ordene la palabra del Hacedor. Si las piedras para la prisión provienen del reino de la luz, deben sufrir al ser cortadas. Pero si todas esas cosas son una sola naturaleza y provienen de un solo bien, ¿cómo puede dividirse? ¿Y cómo es posible que esa naturaleza, cuando es cortada, no sufra? Y quienes ni siquiera quieren partir el pan, para no "dolores a la luz que está mezclada con ella", ¿no la sufren al cortar y labrar estas piedras? Y si la luz sufre al partir el pan, ¡cuánto más sufre al cortar y labrar sus miembros! Y si es una tierra en la que no hay sensación, y son piedras en las que no hay sentimiento, ¿cómo es posible que, aunque es una sola naturaleza y un solo bien, de ella surjan almas parlantes y también piedras sordomudas? Por lo tanto, no hay una sola esencia homogénea, sino muchas desemejantes entre sí. Y si, a causa de su condición muda, no sienten cuando son cortadas, he aquí también que esta luz, que es de la misma naturaleza, está mezclada con estas cosas en una condición muda. ¿Por qué, pues, no los parten y cortan, puesto que esta luz no siente? Pero si no lo cortan para no lastimarlo, con los dientes lo hacen sufrir mucho más cuando lo comen, y con sus vientres cuando lo encierran allí.
V
Sobre la doctrina de Mani, de que el cuerpo fue hecho por el Maligno
Si quien ha creado el cuerpo es malvado, como dice blasfemamente Mani (y Dios no lo quiera, porque no es así), y si las tinieblas han intentado crear ese cuerpo para que fuera una prisión para el alma, de modo que no pudiera salir de allí, no le sería difícil saber por esto que el horno de refinación que él creó lo daña y refina la luz. Pero si al principio no se dio cuenta, ahora que la experiencia le ha enseñado, podría destruir su creación y crear otro cuerpo, no uno que separe la luz, sino uno que encierre; no uno que refine, sino uno que ensucie; no uno que purifique, sino uno que manche; y no uno que haga lugar para que la luz salga, sino uno que detenga a la luz. Si esta creación del cuerpo realmente le pertenece al Maligno, entonces su obra nos convence de que es un Creador sabio y hábil, él que podría haber hecho vasos ajenos a la purificación de la luz. Pero si hubiera podido hacerlos así y, sin embargo, no los hizo así, su obra es suficiente para ensalzarlo y avergonzar a quienes lo acusan falsamente.
VI
Si el alma tuviera la misma naturaleza que la luz, sería refinada y enviada hacia arriba
Los médicos sabios nos demuestran (y los miembros con las venas lo atestiguan) que el poder del alimento penetra el cuerpo. Pero si la luz se va refinando poco a poco y se apaga, es evidente que se trata de una naturaleza que se disuelve y se dispersa. Y si el alma es de la misma naturaleza, ¿cómo no se apaga también en la refinación? Pues es necesario que la naturaleza del alma sea capaz de disolverse, lo mismo que la naturaleza de la luz. ¿Cómo es que la luz se apaga mientras el alma permanece? ¿Y quién ha dado al alma esta fijeza indisoluble? Si esto pertenece a su naturaleza, ¿cómo es que este elemento es en parte fijo y en parte no, en parte disoluble y capaz de dispersarse, en parte fijo y aglomerado? Pues si la naturaleza fuese fija desde su principio, los hijos de las tinieblas, al comerla (si es que la comieron), no habrían podido disolver su naturaleza. Pues, así como no podrían aniquilar su ser de modo que ya no existiera (pues, he aquí, existe), tampoco serían capaces de disolver la fijeza de su ser. Estas afirmaciones, pues, pueden hacerse sin examen, pero al examinarlas no pueden sostenerse.
VII
¿Cómo podría el Maligno fijar el alma en el cuerpo?
Si los maniqueos dicen que el Maligno fijó el alma en medio del cuerpo para que quedara prisionera, ¿cómo no fijó la luz, que se purifica y se apaga, para que no pudiera apagarse? ¿Y cómo fijó una naturaleza que no puede ser purificada? Pues ¿quién puede purificar la naturaleza del fuego para evitar que se divida en la llama de una lámpara? Y aunque el fuego se acumule, puede ser purificado porque no tiene una naturaleza purificada. Pero un rayo de sol no puede ser dividido por el hombre porque está purificado de principio a fin en una naturaleza indisoluble. Pero si por la entrada del alma en el cuerpo que puede ser purificado, fue purificada aquella que no lo estaba antes, ¿cómo es que aquella luz, que (según dicen los maniqueos) se purifica y se apaga, no fue purificada junto con su pariente que estaba purificado allí? Y si tiene conocimiento propio porque está reunido y fijado, está claro que aquellas partes que no están fijas son sordomudas sin conocimiento, y mudas sin habla, y quietas sin movimiento.
VIII
Sobre la enseñanza de Bardaisán, de que el alma está compuesta de
7 constituyentes
Es en relación con esto que Bardaisán, el maestro de Mani, habla con sutileza, cuando dice que el alma está compuesta y fijada de siete partes; aunque esto también es refutado. Porque las numerosas partes que el alma reúne y acumula, hacen posibles muchas mezclas de las siete partes sin la debida regulación. Y como no recibe en igual peso de todos los alimentos las partes de todos los componentes, puede suceder que la balanza de uno de los componentes prepondere y abrume al resto de sus compañeros; y esta abundancia de uno es la causa de la perturbación de todos los componentes. Y del cuerpo que está fuera es posible aprender acerca del alma que está dentro (pues siempre que uno de sus componentes prepondera debido a la cantidad de uno de los alimentos, el daño alcanza a todo el sistema). Pero el carácter espiritual de los ángeles prueba que su naturaleza no recibe nada más; Y no sólo esos seres santos están por encima de esto, sino que incluso en el caso de los demonios impuros su naturaleza no recibe ningún añadido ni sufre ninguna pérdida de lo que realmente es; ni la naturaleza del sol es nunca más o menos de lo que es. Porque estas cosas, y las que son como ellas, son naturalezas perfectas, ya que en todo momento se mantiene el verdadero equilibrio de su carácter natural. Pero cuando algo tiene demasiado o demasiado, aumenta o disminuye, se reduce o se debilita, su naturaleza es destructible por su creación; aunque incluso sobre aquellas naturalezas que no son destructibles gobierna esa voluntad que las hizo indestructibles. Pero no hemos venido ahora a remover el lodo de Bardaisán; porque la inmundicia de Mani es más que suficiente. Porque he aquí que nuestra lengua está muy ansiosa por concluir de inmediato y huir de él. Pero si esas naturalezas que se mencionaron anteriormente son perfectas aunque creadas, ¡cuánto más debe ser perfecta la esencia eterna en su ser!
IX
Sobre la absurda enseñanza de Mani, sobre las dos raíces
Esta doctrina de locos, pues, proclama una existencia que es deficiente en todo, y esta deficiencia refuta a quienes la proclaman. Pues han unido dos raíces con razonamientos absurdos, pero se disuelven con razonamientos sencillos. Pues si una afirmación se hace sin conocimiento, se rectifica con el conocimiento sólido; y quien se pone contencioso se desnuda con los argumentos persuasivos de la verdad. Pues han expuesto confesamente dos Raíces, aunque al investigar se descubre que hay muchas. Pues ¿cómo pueden producir descendencia diferente de ellos? Pues introduce nacimientos y generaciones que son opuestos entre sí. Pero, aunque este ente sea uno, de él deban surgir nacimientos que son opuestos a su naturaleza, esto no es agradable a los oídos de la verdad. Pues ¿cómo puede ese elemento producir algo extraño a sí mismo? En el caso de la creación de la nada, esto puede ser; Pero en el caso de una "naturaleza esencial ligada" no hay tales medios; sobre todo es imposible, cuando la naturaleza es una y otras entidades no están mezcladas con ella.
X
Los seres mortales, ¿surgen de un elemento inmortal?
Por tanto, Mani ha propuesto una entidad que es inmortal, aunque los hijos que produce de ella sean mortales. ¿Y de dónde surgió la mortalidad en el fruto aunque no estuviera mezclada con la raíz de la que provino? ¿Y cómo una naturaleza que no es compuesta produce cuerpos que son compuestos, que han sido confinados y asesinados?
XI
La enseñanza de Mani, sobre la creación del mundo
Has oído ya esta tontería, oh Hipatio. así que ven ahora a escuchar otra que es aún mayor, que dice así: "Cuando el hombre primordial persiguió a los hijos de las tinieblas, los desolló e hizo este cielo con sus pieles, y con sus excrementos compactó la tierra, y también fundió algunos de sus huesos, y levantó y apiló las montañas", ya que hay en ellos había "una mezcla de la luz que fue absorbida por ellos en el principio". Porque "su único propósito al extenderlos y ordenarlos fue que, por medio de la lluvia y el rocío se pudiera purgar todo lo que habían absorbido, y que pudiera haber una separación y refinación de las naturalezas entre sí".
XII
Si eso fuera cierto, el Creador sería tonto o inexperto
¡Qué necio debió ser dicho Artesano! O quizás era un aprendiz que no había alcanzado aún la experiencia en el oficio. Pues si hubiera habido vino para purificar, ¿no habría sabido cómo hacer un colador? Y si hubiera habido plata o cobre para refinar, ¿no habría sabido cómo arreglar un horno? Pues por medio de estos instrumentos que la sabiduría de los mortales ha ideado, las heces pueden separarse fácilmente de lo puro y la escoria de la plata. Pero este artesano, incluso después de muchos años, no ha adquirido inteligencia ni después de innumerables experimentos ha sido capaz de saber lo que es necesario para su oficio, es decir, cómo emplear métodos tan complejos. Pero hizo del cielo un colador que es inútil durante todo el verano, e incluso en invierno no refina todos los días (de hecho, en el remoto sur ni siquiera está un poco humedecido). Muy estúpidamente dispuesto, también, está el hueco de este filtro. Porque si lo puro desciende a la tierra, las heces quedan arriba, en el cielo. Y esta acción es la inversa de la correcta, ya que lo puro desciende a la esfera corporal, mientras que las heces quedan atrás, en la esfera espiritual.
XIII
La enseñanza de Mani, de que toda la creación se refina
En cuanto a las demás afirmaciones, sobre cómo y qué dicen sobre la nieve, éstas son completamente inútiles, y por eso han quedado recogidas en un manto de silencio. No obstante, dice Mani que "el hombre primordial hizo que los árboles fueran hornos". Sin embargo, no siempre separa la fruta del polvo y su producto del suelo, y también dice que los campos de trigo son hornos. Sin embargo, no extrae continuamente vida de la tierra. Y si, como enseña, una refinación surge de los despojos de los arcontes, entonces la mayor parte de esa luz absorbida sale por medio de los despojos de los arcontes que la absorbieron. ¡Tal es la enseñanza contaminada que refina las partes de su dios, a partir de los despojos!
XIV
La enseñanza de Mani, de que los arcontes y sus cuerpos son igualmente
mortales
Dice Mani que, así como la serpiente tiene una piel envolvente, así también de las pieles envolventes de los hijos de las tinieblas se hicieron el cielo, la tierra y el resto de las cosas creadas, que sepan que la prueba que ofrecen es contraria a ellos. Pues no puede haber pieles envolventes sin vida de cosas que por su naturaleza son inmortales. Pues así como la piel envolvente sin vida de la serpiente convence a cualquiera de que la serpiente también es mortal y, de manera similar, divisible, capaz de ser desintegrada y destruida. Y así como la piel envolvente de la serpiente prueba que su naturaleza es destructible, así también la piel envolvente de las tinieblas prueba que las tinieblas también son mortales. Pues una cosa que proviene de un Ser es similar a él en todos los aspectos. Por lo tanto, ya sean pieles envolventes o pieles reales, el caso es el mismo.
XV
¿Por qué el padre de los arcontes fue dejado con vida y encarcelado?
Si los hijos de las tinieblas fueron desollados y tendidos en el aire, dan evidencia de que las tinieblas, su padre, también son mortales porque son compuestos. ¿Por qué, entonces, no lo desollaron también a él, al principio, y liberaron a la creación de sus heridas? ¿Qué necesidad podría haber de que lo dejaran con vida, y qué razón había en su caso para que permaneciera y volviera de nuevo a luchar con las almas puras? Y después de haberlos hecho ebrios, pervertidos y avergonzados, y después de haber hecho a algunos de ellos fornicadores, juglares y blasfemos, entonces ese sabio Constructor tiene suficiente sentido para construir una tumba y una prisión para él. Y en lugar de construir la prisión así después de un largo período y si los hijos de la luz se hubieran reunido y con estas piedras lo hubieran apedreado, entonces, he aquí que habría llegado a su fin. Pero si no hubiera muerto, porque su naturaleza no es mortal, entonces esta enseñanza impura queda en ridículo en todo lo que dice. Pues ¿cómo murieron los hijos del inmortal, y cómo fueron desollados los hijos de un espiritual, y cómo fueron desintegrados los que no son compuestos? Porque el propio Mani fue desollado por quienes dijeron que la oscuridad fue desollada.
XVI
La enseñanza de Mani, sobre la luna
Si, como dice Mani, "la luna recibe la luz que se refina, y durante quince días la absorbe y va vaciándola durante otros quince días", y si se llena muy gradualmente hasta el tiempo de la luna llena, bien puede ser porque no hay suficientes refinadores para dar la luz de una vez. Mas ¿por qué vacía la luz poco a poco? O bien los vasos receptores no la reciben y la dejan ir de inmediato, o el lugar en el que ella la vacía es pequeño y sólo hay lugar para una parte diaria. Y mientras durante quince días esa nave de luz intenta vaciarse la luz, ¿adónde, dime, va esa otra luz, que está "siendo refinada y está subiendo"? ¿A acumularse y existir mientras la luna se está vaciando? Debe vagar y perderse por falta de un lugar donde recibirla; y así la oscuridad la traga una vez más. Porque si "sorbió la luz" cuando estaba lejos de ella en el principio, ¿no la tragará aún más, ahora que la luz está en la misma puerta de su boca?
XVII
Sobre el Director de Mani, que tan tontamente ha organizado la luna
Comprende ahora, oh Hipatio, cuán necio es ese Director de Mani. Pues, en lugar de la disposición que hubiera sido correcta (es decir, que la luna saliera y vaciara la luz en una hora, y volviera para que esa luz anterior que fue vaciada pudiera conservarse), y de que esa luz posterior que se está refinando no pudiera perderse en lugar de una disposición como esta, he aquí que la luna se desgastaría con el ir y venir, y en la luna llena se vaciaría entonces de tal manera que la luz anterior se desgastaría y la última se dispersaría. Pongamos el ejemplo de una mujer que está embarazada durante mucho tiempo, y que su bebé se desarrolla después de nueve meses. Cuando su parto es fácil, el nacimiento tiene lugar en una sola hora, y así el niño no sufre mucho, ni la madre está muy agotada. Pero en el caso de la luna brillante y de movimiento ligero, en el momento de la luna llena su hijo es producido de tal manera que ella está agotada y su hijo agotado. Y si ella produce cada descendencia en un día, ¿no puede producir también como el escorpión en un día? Y si ella realmente lo vacía, debería estar allí mientras esté vaciándolo. ¿Por qué se cansa de ir y venir, aunque no se lleve nada hasta el tiempo de la luna llena?
XVIII
¿Cómo puede ser que la cantidad de luz que recibe la luna es siempre la misma?
¿Y cómo es que, desde la eternidad hasta la eternidad, esta nave de luz se llena uniformemente y no recibe ni más ni menos? Pero este plan no fue sabio. Porque sería correcto que, en el momento en que la refinación es grande, la luna recibiera más, es decir, en lugar de llenarse hasta el momento de la luna llena, sería correcto que se llenara en cinco días. Porque si su afirmación fuera cierta, sería correcto que lo que he dicho fuera así. La enseñanza de Mani no ha ayudado a la refinación. Porque hoy hay mucha de la enseñanza de Mani, y por lo tanto está claro que también hay mucha refinación. Pero como hace cien años esta enseñanza no existía (ojalá no existiera ahora) es evidente que la refinación de la luz hace cien años sería menor que hoy. Y si la refinación de la luz no era la misma en cantidad entonces y ahora, ¿cómo era posible que la luna entonces y ahora estuviera uniformemente llena hasta la luna llena? Y cuando los refinadores eran pocos en número, no había menos luz para la luna, ni hoy, cuando abundan los maniqueos, se le añade luz. Pero cuando no había maniqueos, y cuando ahora existen, no hay aumento en la luna aunque existan hoy, así como no había disminución en la luna cuando no existían. Así, por la luna, fijada en la altura que han hecho como espejo para sí mismos, es posible que esa falsedad secreta suya salga a la luz. Porque si la existencia y la no existencia de los maniqueos son iguales a la luna, la enseñanza mentirosa es refutada por lo que es peculiarmente propio, en el sentido de que su existencia está al mismo nivel que su no existencia. Y si no existen para la luna, para la cual ellos imaginan que existen ahora de una manera muy especial, no existen de una manera muy especial para Dios, el Señor de la luna. Así, pues, reciben de las estrellas una refutación especial quienes se imaginan que son reconocidos por las estrellas. De hecho, ¿no los convence el razonamiento de los aritméticos de que cuando son muchos los que persuaden, mucho más miden los que reciben; y cuando hay muchas inundaciones, los ríos se llenan más allá de sus límites y crecen más de lo que suelen?
XIX
El mes lunar de 29 días se opone a la visión de Mani sobre la luna
¿Y por qué, en efecto, hay una luna durante veintinueve días y medio? Que la falsa enseñanza que se disfraza a sí misma ofrezca una prueba sobre este punto por medio de una demostración natural. Pero desnudémosla para que parezca desnuda y sin ninguna verdad. Que nos digan, por tanto, acerca de esta parte del día por qué es defectuosa e incompleta; ¿no hay luz superflua en ninguno de los meses, de modo que se pueda llenar la deficiencia de este día? Mas cuando el día es defectuoso, no está terminado, y si hay luz superflua no está completo. Si debido a la pequeña cantidad de luz ese día es imperfecto, habría una posibilidad de que otros días también lo fueran. De la misma manera, cuando la luz aumenta, sería correcto que los días se encontraran aumentando también. Sin embargo, la falta de luz no hace que la luna disminuya, ni el aumento de luz llena esta parte defectuosa. Así que dejemos que esta parte defectuosa del día convenza a los herejes de que carecen por completo de verdad.
XX
La enseñanza de Mani, sobre el sol
Como la verdad los refuta rápidamente, pasa rápidamente Mani de tratar de la luna al sol, para refutar por el par de estrellas a aquellos que mientras adoran a las estrellas son personas cuya inteligencia está completamente oscura. Porque así como está iluminado quien adora al Señor de las estrellas, así está oscurecido quien cambia el culto de su Señor por el culto de las estrellas. Por lo tanto, expongamos el caso como lo exponen ellos, aunque no lo sostendremos como ellos. Pues dicen que el sol recibe la luz de la luna; ¡dignos de justicia son estos vasos receptores que reciben uno de otro! ¿Y no hay entonces espacio en el sol para recibir todas esas partes en un día de la luna? Pero, tal vez, el sol podría recibirlas, pero la luna es incapaz de darlas; y he aquí que con cualquier carga que tenga, debe apresurarse y arrojar algo del peso que lleva. ¿Cómo, por otra parte, el sol no muestra que ha habido algún aumento de su luz cuando recibe quince partes de luz refinada? Pues, he aquí, la luna está claramente marcada incluso por una parte que se añade cada día, tal como lo demuestra cuando está disminuyendo. ¿Es entonces el sol un vaso que no está completamente lleno? ¿Y cómo es que su deficiencia es invisible? Y si no es deficiente, ¿cómo recibe? Pues si está completo y su cavidad está llena de su luz (como lo está en realidad), entonces sabes que si viertes algo más en un vaso que ya está lleno, no lo recibe; porque todo lo que cae en él se desborda. Pero el sol, que no recibe nada de lo que los maniqueos afirman que existe, por su apariencia nos llama a no aceptar nada de los maniqueos.
XXI
La narración mosaica da el verdadero propósito del lol y la luna
Abandonemos, pues, las doctrinas de los maniqueos, que son los únicos testigos de ellas, y oigamos las de Moisés, de las que dan testimonio todas las naciones bajo el cielo, y en la antigüedad los hebreos, que contaban según la luna, y después de ellos todas las naciones llamadas bárbaras, y también los griegos, que utilizan el cómputo del sol, aunque no abandonan el cómputo de la luna. Por tanto, aunque prolonguemos nuestro discurso, declaremos qué se cuenta por el cómputo del sol y qué por el cómputo de la luna. Los días se cuentan por el cómputo del sol. Porque el amanecer y la oscuridad están indicados por el sol. He aquí la división del día. Pero por la luna se indican los meses. Porque el comienzo de los meses y el fin de los meses están indicados por la luna. El sol marca los días, no los meses. Porque es por la salida del sol y la puesta del sol que se dividen los días. Pero en cuanto a los meses, no hace división, porque su sucesión es uniforme y no declara división alguna cuando terminan los treinta días, de modo que se pueda saber por esa división que el mes ha terminado o comenzado. La luna marca los meses, no los días. Pero la luna, cuando está llena y menguante, hace una división para los meses, pero no hace división para los días. ¡Cuán a menudo sucede que la luna sale a la tercera o cuarta hora y se pone a la séptima o novena hora, mientras que durante dos días enteros no se la ve en absoluto! Dios, que, en su sabiduría, ordenó los meses para el propósito de contar y los días para el propósito de numerar, hizo al sol para contar los días, como también a la luna para contar los meses, y como el día se completa en su curso, así también la luna se completa en sus meses, y desde su comienzo hasta su fin la luna produce treinta días. Pero si el día consta de doce horas y el Sol recorre un recorrido de doce horas, es evidente que el sol es la fuente de los días. Además, si el mes consta de treinta días y la luna completa treinta días en menguante y creciente, es evidente que la luna es la madre y progenitora de los meses.
XXII
Sobre la inexactitud de Mani, al dividir el tiempo y las estrellas
El cómputo exacto es de veintinueve días y medio. Por eso también en el principio la sabiduría del Creador ambos juntó y ordenó las numeraciones para que pudiera perfeccionar el cómputo. Porque cuando se cuentan los meses, numerando tienen treinta días. Pero los once días que están después de los meses no los puso en su lugar correcto, ¿y por qué no? Y ¿por qué faltan once días en la luna, y por qué hay tres horas más en el año en el curso del sol? Son estos tres excelentes misterios, como se interpreta la numeración y se explica el cómputo, de modo que debido a la falta que existe en la luna, los meses se intercalan, y debido al exceso que existe en el sol, los días se intercalan para que, dado que los meses y los días están intercalados, esta estrellas pueda ser rebajada, y la soberanía de Dios pueda darse a conocer. Porque muchas naciones se desvían en el asunto de las estrellas a causa de su luz, que su número convenza a las naciones que, a causa de su dependencia, no es correcto que se las adore.
XXIII
Sobre la descripción del sol
Si la numeración del sol no está ordenada con exactitud, también la luna, por su rapidez y deficiencia, cambia las estaciones del año, de modo que el verano se convierte en invierno y el invierno en verano. Y si tampoco se encuentra deficiencia en la luna, que depende de la plenitud del sol, en cuanto a estas tres horas superfluas que están en el sol, no hay lugar para que entren y permanezcan en la numeración y el cómputo del año. Pues en los días perfectos de los trescientos sesenta y cinco días, ¿dónde pueden entrar y existir tres horas superfluas, esas horas que no pueden ser contadas con el número perfecto de los meses, y no existen en el número perfecto de los días? Pero entre los meses de la luna y la numeración de los días del sol, el Señor de las estrellas dispuso para ellas un lugar para que pudieran ir y descansar en él. Pero hemos hablado de esto rápidamente porque no estábamos navegando para hablar de estos asuntos; pero nos vimos obligados a hablar de ellos para refutar a aquellos que quieren desviar las estrellas del servicio de los meses y días, para que puedan señalar en ellas refinamientos que suben desde la tierra.
XXIV
Si la luna es un recipiente, ¿cómo puede crecer y menguar?
Como la luna parece estar hecha para contar treinta días y se compone de estas partes, cuando los treinta días llegan a su fin, ella misma deja de existir, pues no es una cosa y su luz otra. Y como "la luna es un vaso en cuyo interior se vierte la luz", incluso si esa luz faltara, el vaso mismo, tal como se relaciona con su propia naturaleza en proporción a la luz mencionada, no podría terminar ni aumentar, ya que todos los vasos dan testimonio de que existen en su tamaño natural y, si cae en ellos una cantidad mayor, los vasos no se hacen más grandes, y si cae en ellos una cantidad menor, no se encogen. Y si algo de lo que hay en ellos se vacía y desaparece, esos vasos mismos no desaparecen. Y puesto que llaman a la luna la nave de la luz, que se presente una demostración desde una nave para refutarlos, a saber, que cuando se llena o se vacía, permanece en su tamaño adecuado (es decir, en la proporción real de su longitud, anchura y altura). Pero en el caso de esta nave de luz, que, según dicen, está en los cielos, la luz que se vierte en ella o se vacía de ella es visible para nosotros, pero la nave misma no es visible. Que nos digan entonces la naturaleza de la nave, para que sepamos que para este propósito fue dispuesto que pudiera llenarse y vaciarse como dicen; o que nos digan si esa nave misma se llena y se construye y se eleva, y se completa y se derrumba y desciende. Es evidente incluso para los ciegos que no ven que la luna está hecha para la numeración de los meses, y no para una refinación.
XXV
Sobre la pureza de la luna y del sol
Si dicen los maniqueos que, por ser la luna muy pura y etérea, no es visible, ¿cómo es que el sol es visible, siendo que es una luz más pura y refinada que la luna? Y es el sol el que va y viene todos los días por su pureza a la casa de la vida, como dicen también.
XXVI
Sobre los puntos de vista contradictorios de Bardaisán y Mani, sobre la luna
¿Qué opinión seguiremos, pues? ¿La de Bardaisán, que dice acerca de la luna que es una tierra y una matriz que se llena de un desbordamiento alto y sublime e inunda a los que están abajo y debajo?¿O la de Mani, que dice que la luna está llena de los que vienen de abajo y los envía a los lugares superiores? Porque ambos están equivocados en ambos aspectos, de modo que se puede creer, más bien, la palabra de Moisés que dijo acerca de las estrellas: "Servirán como señales para las estaciones".
XXVII
Sobre la ridícula enseñanza de Mani, sobre las estrellas y sus derrames
¿Quién no se reirá de las palabras de los niños, que dicen que las estrellas se han convertido finalmente en los recipientes receptores de la escuela de Mani, y no de algo que sea grande, sino de los derrames? Porque por éstos la luz se refina si se refina. Porque no hay evidencia de que se refine por la oración como dicen, sino que se refina por los derrames su sabor lo demuestra. Y si no, que oren y derrumben, y que la experiencia incontrovertible muestre en cuál de ellos está el sabor de la comida, en la oración o en los derrames. Pero sobre todo hay evidencia de que quien derrumba mira hacia arriba para enviar hacia arriba por medio de la fuerza y la violencia del viento aquello que se refina al dominio del que ha descendido. Tal vez, este misterio estaba secretamente en el mundo, y el mundo no lo percibió! Tal vez, incluso Mani no lo percibió. Y aquí no es el hombre que ora mucho el que se refina, sino el hombre que derrumba mucho. Los médicos, por medio de cosas muy diferentes, provocan el resurgimiento para purgar el estómago que no digiere. Cuando el estómago no regurgita, se evidencia su pesadez y frialdad. Y debe ser que si no digiere, no se licúa, y si no se licúa, no regurgita, y si no resurge, no sale; y si no sale, no se refina. Porque el frío encierra pesadamente el alimento (es decir, la flema fría que está sobre el alimento, el gran enemigo de la escuela de Mani). Porque con su frialdad desea frenar el refinamiento, para que no se libere y salga de allí. Por lo tanto, ese rábano picante puede ser enemigo de su enemigo, porque entra y combate y, como si se involucrara en una contienda con él, rasga el velo que se extiende sobre la superficie del alimento. Entonces se abre un camino para la luz aprisionada que está allí para que su refinación pueda salir en el degüello. Así, cuando los maniqueos vomitan, porque su comida aún no ha sido digerida, es claro que su refinación no ha todavía subido, y debemos decir que su luz todavía está mezclada en su vómito, y sería correcto que se volvieran y la tragaran de nuevo para que esa luz que está oculta en ella no permanezca en la corrupción. Sobre todo si un perro viene y la traga, he aquí que esa luz que ha salido en vómito de en medio de un maniqueo llamado Justo, ha entrado y ha quedado prisionera en el estómago impuro de un perro, y está claro que si el maniqueo se hubiera dado la vuelta y tragado su vómito inmediatamente, habría habido un ascenso a la altura para que la luz aprisionada volara y subiera a la casa de su Padre. Y que el maniqueo debería ser atormentado en lugar de la luz, porque él sabía que la luz entró y fue prisionera en el vientre del perro, y de allí fue enviada por una transmigración cuando el perro tuvo crías; y que la luz se transmitió en la raza de los perros rabiosos y mordedores; y debe ser loca como ellos, y morder como ellos. Es correcto, también, que muerda y desgarre en pedazos a ese maniqueo que la vomitó y no la tragó de nuevo; porque él es la causa de esta locura. Pero si dicen que también en un perro se refina, entonces los perros son más que ellos en el proceso de refinación, y es correcto que se los alimente más que a ellos.
XXVIII
Sobre el falso refinamiento del aire y de los alimentos
Si los maniqueos dicen que el aire "se purifica y se eleva", confiesan, aunque no lo quieran, que no se purifica por la oración, sino por otras causas, como la sequedad, la ebullición, el calor o el frío. Pues si, como dicen, "el sabor agradable que hay en los alimentos pertenece a la luz que está mezclada en ellos", entonces, así como la boca percibe ese agrado de la luz cuando entra, así también debe percibirlo de nuevo cuando sale. Pues si la boca lo percibió cuando entró, aunque estaba mezclado con amargura, ¡cuánto más debe percibirlo cuando sale, cuando su agrado ha sido separado y aislado! Pero si lo percibe cuando entra, pero cuando sale en el proceso de refinación no lo percibe, está claro que el agrado no pertenece al elemento que se refina, sino a su opuesto. Porque lo que es palpable y gustable cuando entra, debe ser palpable y gustable cuando sale. Pero si dicen más mentiras, incurren en una mayor exposición. Si dicen que debido a que la luz se ha hecho muy sutil y ha sido refinada, por eso la boca no la percibe, entonces con esta breve declaración todo su sistema se ve completamente trastornado en cuanto a la manera en que la oscuridad primitiva, no sólo se apoderó de esa luz primitiva, sino que también "la sintió, tocó, comió, chupó, probó y tragó". Pues he aquí que esta boca nuestra es de la misma naturaleza que esa oscuridad, y ciertamente no percibe la luz cuando sale de su interior. Y aquí toda esta falsedad de ellos se siente porque un oído sano la encuentra.
XXIX
¿Por qué la luz refinada es enviada tan gradualmente a su lugar?
Esta purificación que sale de la boca no está completamente purificada, sino que va de la boca a la luna y de la luna al sol para purificarse y volver a ser como antes. Si es purificada y no depende de la purificación de la luna, ¿por qué es necesario que vaya a la luna y de la luna al sol y no se aleje y suba a su lugar? En efecto, permanece aquí en inactividad durante quince días mientras la luna se vacía, y luego le basta para treinta días. ¿O es posible que haya olvidado el camino que lleva a su hogar? ¿Y cómo supo ir, porque no conocía el camino? Entonces, ¿cómo sabe la luna cómo ir y no pierde su camino, mientras que la luz refinada se pierde y requiere un ayudante que la guíe? Una luz tan fácilmente extraviada no sería capaz ni siquiera de encontrar su camino hacia la luna, sino que necesitaría un ayudante que la guíe y la deposite en la luna. Pero si ambas (es decir, la luna conductora y la luz refinada ) son de una sola naturaleza, ¿cómo una atrae mientras la otra es atraída? ¿Y cómo es que los hijos del Omnisciente no saben cómo volver a la casa de la que vinieron? ¿Y quién puede tener paciencia con ellos? A menos que sea la verdad que él se deleita en su arrepentimiento (Lc 15,7-10). Aquel cuyo único objeto al refutar a estos hombres es que no se extravíen de ese modo. Si, por lo tanto, esta luz que sale de la boca (por cuanto el gusto implica una exhalación y una mezcla) es tan "pura y sutil" al salir de la boca, que la boca no la percibe porque es refinada, y es más refinada y pura que antes de la mezcla, ¿cómo puede la oscuridad turbia manejar esa pureza que no es palpable? ¿O cómo puede lo corpóreo apoderarse de lo espiritual que es intangible? ¿O cómo puede lo corporal comer algo que no tiene cuerpo? Pues o bien la oscuridad es "pura, refinada y sutil" y esa luz es grosera por naturaleza, o ambas son sutiles, o ambas groseras, de modo que las dos no se perciben entre sí, de modo que, tal como fueron percibidas en el alimento, puedan ser percibidas en el refinamiento. Y si ambas son ligeras, ¿de dónde proviene esta pesadez? Y si son puras, la turbidez ha entrado desde algún otro lugar. Por lo tanto, es necesario que busquemos alguna otra entidad que haya perturbado a las dos.
XXX
Sobre el Ser Bueno y sus posesiones, ante los asaltos de su vecino
Malvado
Si esa luz hubiera sido Dios, si fuera bueno o justo, hubiera sido necesario que su bondad y justicia rodearan su lugar con un muro fuerte y preservaran su libertad y honor de su enemigo impuro y de su vecino delirante, especialmente cuando el Ser bueno había percibido que su naturaleza era capaz de ser dañada, como dicen, aunque Dios no permita que se diga esto del bien perfecto. Pero si en su vergüenza se vuelven y dicen que no está dañada, entonces, ¿a quién enseñan? ¿No es a alguien que está en el error? ¿Y a quién curan? ¿No es a alguien que está herido? ¿Y a quién enseñan el credo? ¿No es a alguien que niega y blasfema ? Porque estos males, junto con otros innumerables, sucedieron y están sucediendo a las almas que vienen de él. Y si no son de él, y están en su dominio, le correspondía a él, como a quien es sabio y ama sus posesiones, colocar un muro protector alrededor de sus rebaños que pudieran ser dañados.
XXXI
Sobre cómo Dios ha protegido el cielo de la humanidad
En estas cuestiones se puede sacar un argumento convincente de esta creación que ha sido dispuesta por un Creador sabio, sabiendo que la humanidad se atrevería con su libre albedrío e intentaría con su libre elección poner un límite a la creación. Mas los hombres no son capaces de poner un límite a la creación (porque la coacción no se lo permite), y han intentado poner un límite al Creador mediante la disputa, así como también quisieron construir una torre por la que pudieran subir a donde no se debe hacer un ascenso (Gn 8). Porque la escalera a esa altura es la gracia del Creador, ni en miles o miríadas de años serían capaces de subir a esa altura a la que Elías subió en un abrir y cerrar de ojos. Porque una torre no nos permite ascender al cielo, porque es la voluntad del Señor del cielo la que nos permite ascender al cielo. Por eso, para que los reyes de hoy no fueran tan osados como los de antaño, los colocó en medio de una creación que no puede ser superada. Porque si quisieran subir arriba, están las alturas inmensurables; para bajar abajo, están las terribles profundidades impalpables; para cruzar los confines de la tierra, hay mares amargos e ilimitados, y estas cosas las hizo, no porque tuviera miedo de sí mismo (él, que no es capaz de ser dañado) sino que hizo que el cielo fuera fuerte contra nuestra osadía para que no se agotara en esfuerzos vanos e infructuosos. El reino del Ser bueno debería haber sido protegido de la misma manera. Y si la creación está tan protegida contra la humanidad débil, sería mucho más justo que el reino del Ser bueno que realmente existe fuera fortificado contra enemigos terribles. Porque así como el Señor del dominio es perfecto en su esencia, así también es justo que su dominio sea correctamente diseñado, y su edificio fortificado, y sería justo que ese edificio fuera protegido con un muro fuerte.
XXXII
Sobre los dominios de Dios, y sus murallas
El dominio carece de muralla y a su señor le falta razón. Y si no lo fortificara con una muralla, le faltaría. ¿Cómo podemos llamar a Dios a quien es aún más deficiente que los hombres? Pues no hay nadie que no haga puertas y cerrojos para su casa; ¿o acaso argumentan en respuesta a esto que no debería haber murallas para una ciudad, y una fortaleza para un lugar de escape, y un castillo, y un seto para una viña, y un cercado para un rebaño? ¿Y cuál de los maniqueos hay que no cierre su puerta o la puerta de su lugar de reunión? Pero las puertas están cerradas aquí, a causa de esa lesión. Si un ladrón viniera contra Maní en campo abierto, y contra sus discípulos, ¿no se refugiarían en una fortaleza, se esconderían en un castillo y entrarían dentro de las murallas? Si los maniqueos practican la no resistencia, lo hacen para que los maten y escapen del cuerpo. Pero creo que son más sabios que su Padre (es decir, el Ser bueno) que, según dicen, es un Dios. Porque saben cómo hacer estas cosas aunque estén vestidos con el cuerpo perturbador; pero su Padre, que no está vestido con el cuerpo contaminante, no sabe cómo hacer estas cosas en su propio dominio. Si la escuela de Maní no huye ante un ladrón, y no se refugia en ciudadelas o murallas, preguntemos: ¿Es porque sus cuerpos no pueden ser dañados? Si están esperando esto (es decir, ser asesinados y escapar del cuerpo), y por lo tanto no necesitan una pared, arriba en la casa de su Padre habría una necesidad especial de paredes para que no pudieran mezclarse con el vil cuerpo. Un muro habría impedido que se mezclaran con el vil cuerpo. Porque por falta de muros, de los cuales no tenían, la oscuridad los tragó y los mezcló en este cuerpo, y mientras ellos esperaban escapar de ella por medio de una espada, lo cual, por otra parte, no es realmente el caso, habrían escapado de ella por medio de muros.
XXXIII
Sobre la falta de materiales, para construir dicho muro
Supongamos que un hombre dice que no había piedras. Entonces, ¿dónde estaba esa gran tierra de la que Ban, el Constructor, cortó piedras enteras para la tumba de la oscuridad? ¿Y dónde está una ceguera como ésta, que en un lugar donde existían materiales grabados, y donde había todo este trabajo, y donde había este discípulo sabio y arquitecto de su tumba que tendió la cuerda y pesó las hachas y estableció las reglas, e ideó un plan, donde había todo esto, no se encontró ni uno solo para dar consejo para que lo recibieran y preservaran su dominio? Y he aquí, ellos habrían escapado de los diez mil males que los rodean hoy.
XXXIV
Sobre la enseñanza de Mani, de que la oscuridad abandonó su dominio natural
Si los maniqueos hablan tontamente contra estas cosas, contra toda propiedad, están debatiendo de modo que sólo se puedan proclamar las cosas que no son apropiadas. Y si están tan engreídos, aunque en el error, es como si hubieran descubierto algo verdadero; porque ha escapado a la atención de los herejes que han descubierto solamente el error; pero ellos por su libre albedrío han sido descubiertos por él según su voluntad. Y a causa de los orgullosos que se han exaltado a sí mismos, desviémonos un poco de nuestro examen, y despreciémoslos por un lado para que puedan ser derrotados justamente por el otro. Porque nunca sería agradable para la oscuridad alejarse de su dominio, porque cada entidad que existe está contenta si está en su propio lugar, porque ese es el lugar que pertenece a su naturaleza (véase en las ilustraciones que esto es verdad) como los peces en el agua, como los topos en las bóvedas sepulcrales, como las polillas en la ropa, como los gusanos en la madera, como los gusanos en los graneros, como las golondrinas en los lugares frecuentados por el hombre, como el búho en las ruinas, como la paloma en la luz y como los murciélagos en la noche. Para estos y muchos otros su morada natural es agradable, y si alguien cambia las moradas que les pertenecen por otras que no les pertenecen, es decir, lugares que les dañan en lugar de aquellos que no les dañan, es un gran mal y una amarga desgracia para ellos, como cuenta el célebre salmo del bienaventurado David; y declara en el debido orden los lugares de todos ellos en el Salmo 104 (que dice: "Bendice al Señor, oh alma mía, porque eres grande"), y que declara que según su naturaleza son sus lugares, y según sus lugares es su contentamiento. En efecto, si sumergierais un pez en aceite, escondieseis un topo en miel, hicieseis vivir una polilla en plata, o gusanos en oro, o un piojo en un montón de perlas, aunque éstos superasen a las moradas que les pertenecen, sin embargo, se contentarían con su propia morada. Y si estas cosas que están hechas y que no son entidades se contentan con los lugares que fueron creados para ellas, ¡cuánto más se contentará la entidad de las tinieblas con su guarida natural! Y si alguien la estimula a salir de allí, sufre dolor, tal como un hombre duele al topo oscuro cuando lo saca de su lugar oscuro.
XXXV
Sobre la oscuridad, únicamente contenta en su propio dominio natural
Si la oscuridad tuviera su propio dominio, como dicen, es una afirmación difícil de creer, pero lo que es más difícil es que la oscuridad haya cambiado el dominio de su naturaleza y haya amado lo opuesto a su naturaleza, y haya cambiado su forma ordinaria por algo que le era ajeno. En efecto, un recién nacido cambia de su lugar a otro, pues ambos le pertenecen; y aunque va de su lugar a su lugar propio, llora cuando sale. ¡Cuánto más se angustia un ser si lo arrancan de su lugar y lo llevan a otro lugar que no le pertenece! Pues, así como en su propio dominio está en paz, así también en un dominio que no es el suyo sufre calamidades. Además, los médicos dicen que todo lo que no conserva su naturaleza arruina su generación natural, aunque hablan de costumbre y no de naturaleza. En efecto, si un hombre se dispone a acostumbrarse a algo a lo que no está acostumbrado, si no adquiere la costumbre con sabiduría y sigilo, poco a poco, resulta perjudicado por ello. Pero si una cosa a la que un hombre no está acostumbrado lo incapacita si llega a ella de repente cuando es natural, aunque no sea habitual, ¿cómo es que las tinieblas llegaron de repente a la luz, su opuesto, y la disfrutaron? Y en lugar de lo que hubiera sido correcto (es decir, que se dañara positivamente a las tinieblas, como indica la naturaleza, cuando en realidad asaltó a la luz).
XXXVI
La historia del becerro de oro, aplicada a los maniqueos
Cuando esa impostura es aplastada por las preguntas de la verdad, todo el sistema maniqueo ha sido expuesto y puesto al descubierto. Porque como la pregunta de Moisés rompió el becerro de fundición, así el poder de la verdad rompe la enseñanza fabricada. Pero sé que aunque el becerro fue roto los judíos no huyeron de la adoración de él, así también la enseñanza de los maniqueos ha sido bien expuesta, pero los maniqueos no vilipendian la adoración del sol y la luna. Porque son iguales entre sí en sus blasfemias, aunque no sean iguales en sus Escrituras. Porque como los judíos blasfeman contra el Nuevo Testamento, los maniqueos blasfeman contra nuestro Antiguo Testamento. La parábola de los odres aplicada a los judíos y maniqueos. Pero la Escritura es tanto vino nuevo como viejo. En el caso del vino viejo, su sabor está presente y su olor no se ha debilitado, pero en el nuevo se agita el fermento de su poder y de su calor violento. Pero los vasos que no reciben el vino viejo se convencen a sí mismos por su impureza de que ni siquiera son dignos de contenerlo. Y los que no reciben el vino nuevo son odres viejos a los que el vino nuevo convence por su poder de que no son capaces de soportarlo.