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Eusebio
de Vercelli (283-371) fue el 1º obispo conocido del norte de Italia, el 1º introductor del
monacato occidental y el 1º traductor de los evangelios al latín, en el
conocido Codex Vercellensis (ca. 340). Vida.
Eusebio nació en la isla de Cerdeña, en una familia cuyo padre murió y
su madre se trasladó a vivir a Roma, siendo él niño. Apadrinado por el
papa Liberio I, recibió pronto Eusebio el sacerdocio, y pronto
empezó a ejercer en Roma
su ministerio. Fallecido
el obispo de Vercelli (Piamonte), nos dice San Ambrosio que Eusebio fue
elegido por el pueblo de Roma como su sucesor (ca. 340), y que fue el
primero en
organizar en Vercelli grupos sacerdotales para vivir y rezar en común. Bajo
el imperio de Constancio, la herejía arriana volvió a triunfar en el Sínodo de
Arlés (ca.
353). Junto
a Lucífero de Cagliari,
Eusebio logró
de Constancio que fuera convocado un Sínodo de Milán (ca. 354),
con la idea de reafirmar
la fe de Nicea y a
Atanasio de Alejandría. Mas la mayoría arriana,
dirigida por Ursacio de Singidom y Valenta de Mursa, impuso sus criterios, y
todos los que se resistieron (él mismo, junto a Lucífero y Osio de
Córdoba) fueron desterrados. A
Eusebio se le confinó
a Escitópolis (Bet San, Israel), bajo la vigilancia del obispo arriano
Patrófilo. Allí
escribió
a sus
fieles
relatando patéticamente las injurias, violencias y malos tratos de que se
le hacía objeto.
Trasladado
más tarde
a Capadocia y a la Tebaida (Egipto), pudo conocer
allí
el alma de Oriente y sus formas de vida. A
Constancio le sucedió Juliano
(ca.
361),
y la
Iglesia recobró su libertad, y los desterrados
pudieron regresar del
exilio.
Eusebio
asistió
entonces al
Sínodo de
Alejandría
(ca. 362), convocado por
San Atanasio. Por encargo del sínodo,
visitó
Eusebio las diócesis de Palestina y Siria,
y
en ellas
promulgó
las decisiones tomadas y
la
restauración de la fe. Vuelto
a Vercelli
(ca. 363),
Eusebio se
alió con Hilario de Poitiers,
con la idea de hacer frente común al arrianismo de Auxencio de
Milán.
Y así fue,
hasta los últimos días de su vida. Obras.
Hoy en día se
reconocen como auténticas tres cartas de Eusebio. Una 1ª carta fue
dirigida al
emperador Constancio, y en ella le pide la convocatoria de un sínodo y
anuncia que se dirige a Milán (PL, XII, 947). Una 2ª carta fue dirigida
a los presbíteros
y pueblo de Italia, y en ella les adjunta el Exemplar libelli facti ad Patrophilum
(PL, XII, 947-954). Una 3ª carta fue dirigida al obispo Gregorio de Elvira
(PL, X, 713), y en ella parece que ha recibido una información
errónea sobre la conducta de
Osio. Fue
también obra de Eusebio la 1ª traducción al latín de los 4 evangelios
(ca. 340), que hoy se conserva en la catedral de Vercelli
bajo nombre de Codex Vercellensis. Así como una traducción
al latín del Comentario a los Salmos, que había escrito años antes Eusebio de Cesarea. Sin fundamento sólido,
son atribuidos erróneamente
a Eusebio
el Símbolo Quicumque (o
Símbolo
Atanasiano),
el tratado sobre la
Confesión Trinitaria
(una extensa confesión de fe)
y hasta 12 libros Sobre la Trinidad que posiblemente fueron
escritos después de San Agustín. Ver
aquí sus Cartas () y Codex Vercellensis, dividido en Mateo
(),
Marcos (),
Lucas () y Juan
().
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