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Metodio
de Olimpia (250-311) fue uno de los obispos más fecundos en el campo de
la escritura cristiana, así como uno de los
adversarios más distinguidos de Orígenes. Vida. Muy pocos datos ciertos
poseemos sobre Metodio. Sin embargo, sabemos que fue obispo de Olimpia de Licia,
según los testimonios de San Jerónimo (Varones Ilustres, 83) y Sócrates
(Historia Eclesiástica, VI,13), y que murió mártir durante la
persecución de Diocleciano (ca. 311), probablemente en Cálcide. Obras. De
la
extensa producción
de Metodio (desglosada por San jerónimo)
sólo nos ha llegado íntegramente, en su redacción original griega, el
Banquete
(o
Sobre la Virginidad), la más interesante de sus obras. De las demás,
sólo se conservan
fragmentos,
una versión eslava del s. XI
(traducida
al alemán por
Bonwetsch)
y las referencias de Focio, que poseía y analizó
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de las obras de nuestro autor.
En concreto, sus principales obras fueron: 1º
el Banquete, una imitación, en la forma y estilo, del Banquete de Platón.
Va dirigido contra el neoplatónico Porfirio y el alegorista Orígenes, utilizando
para ello el platonismo y la alegoría. Tras el banquete celebrado en el
paradisiaco jardín de Areté (la Virtud), las vírgenes invitadas dialogan
sobre el origen y valor de la virginidad, en concreto sobre: -el matrimonio (Marcela, Teófila y
Talía),
-las propiedades de la castidad (Teopatra, Talusa, Águeda,
Procila),
-su naturaleza y efectos (Tecla, que hace el más bello discurso,
Tisiana y Domnina). Metodio, que procura romper la monotonía del diálogo con
digresiones teológicas contra Porfirio, Orígenes y los gnósticos (con
consideraciones espirituales sobre los textos de la Escritura), concluye con un
bellísimo himno sobre el desposorio virginal con Cristo. "Tal es el Banquete
de Metodio que, a pesar de sus deficiencias de escenografía, la pobreza de su
diálogo y la pertinacia de su prurito alegórico, constituyó el primero y uno
de los más felices intentos de poner el arte literario y la inspiración lírica
al servicio de la virginidad". 2º Tratado sobre
el Libre Albedrío, que plantea el problema del mal físico y moral. El punto de
partida está en el don divino de la libertad humana. Mas el hombre, inducido por el
diablo, es víctima de su propia libertad. 3º Sobre la
Resurrección, que defiende (contra los origenistas) la concepción tradicional del pecado original y
la
naturaleza del cuerpo resucitado. 4º Sobre la
Vida Práctica y Razonable,
pequeño tratado de sabor estoico, pero elevado por el espíritu cristiano de
sometimiento a Dios e imitación de Jesucristo. 5º
Contra Porfirio, una obra muy
alabada por San Jerónimo, y de la que se conservan sólo unos pocos fragmentos. 6º Sobre la
Creación, que explica la libre creación de Dios en el tiempo, por medio
del Hijo (a quien llama la "omnipotente mano creadora de Dios"). Esta obra es
probablemente identificable con el Xenon, del que nos habla Sócrates (Historia
Eclesiástica, VI, 13). 7º Obras
exegéticas, con diversos tratados sobre la
distinción de alimentos, la lepra, la sanguijuela... a través de los cuales
nos va haciendo un paralelismo entre la vida cristiana y las observancias mosaicas. 8º Pequeños fragmentos, de los que Nicetas de Heraclea nos ha trasmitido 25 fragmentos
breves de sus comentarios sobre Job. Por su parte, Teodoreto en su Eranistes conserva unas líneas del
tratado Sobre los Mártires. Así mismo, se han perdido sus comentarios al
Génesis y al Cantar de los Cantares, de los que San Jerónimo
da testimonio.
Igualmente se
han perdido sus tratados Sobre la Pitonisa y Sobre el Cuerpo,
anunciados por Metodio en su Sobre
la Sanguijuela (X,4). 9º
Algunas homilías, como la famosa sobre Simeón y Ana, o las
compuestas para las fiestas de las Palmas y la Ascensión (conservadas
en su versión armenia). No es de Metodio, por otra parte, un supuesto sermón sobre
diversas profecías relativas al fin del mundo, de mucha
aceptación en la Edad Media. Doctrina.
Metodio no es un pensador original, sino que se muestra platónico en metafísica, ireniano en su concepción de la
historia del mundo, origenista en su alegorismo y estoico-aristotélico en su
moral. Su estilo literario combina sutilmente las imágenes platónicas y
bíblicas.
El objeto de su teología es explicar la historia sobrenatural del hombre en la
tierra. Trinidad.
Metodio mantiene cierta visión subordinacionista
respecto a las personas divinas. Por una
parte, afirma que el Verbo es "el más antiguo de los eones, y el primero de los
arcángeles" (Banquete, LX), así como el Verbo y el Espíritu son
"los dos poderes,
nacidos en el fondo de los tiempos, que hacen guardia cerca de Dios" (Banquete,
CCLXXVI) 276). Pero, al mismo tiempo, habla de la generación eterna del Hijo
(Banquete, CXCIII). Eclesiología.
Metodio se inspira en
la eclesiología joánica, a la hora de ver a la Iglesia representada en la
Mujer del Apocalipsis, como la Virgen-Madre
que nutre a sus hijos con la gracia. Gracia.
Según
Metodio, la libertad del hombre es la muestra más clara de haber sido hecho a
imagen y semejanza de Dios. Pero la caída de Adán rompió el perfecto
equilibrio anímico de que gozaba, dañando su libertad e imposibilitándole
para la castidad. Cristo, nuevo Adán, viene a restaurar aquel estado de
perfección original, y un signo de esta restauración es la castidad cristiana. Moral.
Según Metodio la perfección cristiana
se puede alcanzar a través de una severa ascesis de la voluntad, plegando
las malas tendencias y reduciendo a equilibrio las pasiones. En este camino de
perfección juega un papel
importante la oración y la lucha ascética. La virginidad, que constituye la
cumbre de la
perfección cristiana, es el modo de conseguir la ascensión platónica del alma. Escatología.
La
concepción del tiempo y de
la historia de salvación adquiere en Metodio cierto sabor milenarista. En
concreto, viene a decir el obispo licio que, después de los
primeros 5 días, que corresponden al AT (época de las sombras), vino el 6º día
o tiempo del NT y de la Iglesia (época de la imagen), mientras que el 7º
día se abrirá con el retorno de Cristo. Será éste el periodo del
"descanso milenario con Cristo glorioso", y el "comienzo
del tiempo de la realidad", que se consumará en la eternidad del cielo (el
8º día de la historia del mundo). Ver
aquí su Banquete (),
Creación ()
Libre Albedrío (),
Jonás (),
Salmos (),
Simeón y Ana (),
Pasión ()
y Resurrección ().
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