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Tertuliano
de Cartago (160-220) fue el primer escritor latino de la Iglesia (que
escribió en latín, y no en griego), así como el más prolífico
moralista del norte de África, y uno de los grandes innovadores de la
terminología teológica.
Vida.
Tertuliano nació en Cartago,
entrando desde muy joven en el ejército romano (según Eusebio de Cesarea)
del que su padre era centurión. Terminado su periplo militar estudió
abogacía en Roma, y volvió a Cartago como abogado en leyes.
El
193 se convirtió al cristianismo, y según San Jerónimo fue ordenado sacerdote,
aunque tal
dato no aparece reflejado nunca en sus obras (de hecho, sí consta que se casó).
En torno al 207 adoptó una postura favorable
al montanismo, empezando a llevar una vida ascética extremista.
Obras.
Buena parte de la formación forense de Tertuliano queda evidenciada en su obra literaria, de manera que es constante en él la utilización de un tono de polémica
y apologética.
Entre sus obras apologéticas destacan los dos
libros A
las
Naciones
y su Apología
(su obra más
importante), en la que suplica a los gobernantes provinciales la libertad religiosa para los
cristianos. También fueron obras apologéticas suyas Contra los Judíos,
Contra
los Herejes,
Marción,
Hermógenes,
Scápula, Sobre los Filósofos, Sobre los Gnósticos,
Sobre la Persecución (en que propone no provocarla) y
Contra
los Valentinianos.
Respecto
a sus obras teológicas, destaca su Práxeas (principal Tratado
sobre la Trinidad de la antigüedad), Sobre el Alma, Sobre el
Bautismo, Sobre la Carne de Cristo y Sobre la Resurrección
de la Carne.
En
el campo de la espiritualidad, compuso Tertuliano varios discursos A
los Mártires,
Sobre la Oración,
Sobre
la Penitencia,
Sobre el
Velo de las
jóvenes,
Sobre la Modestia, Sobre la Paciencia y Sobre el Ayuno.
También
ahondó Tertuliano en los terrenos de la moral y la ascética, escribiendo
Sobre
los Juegos romanos, Sobre las Modas,
Sobre
la Corona (o
el ejército,
como algo
incompatible con la praxis cristiana), Sobre la Mujer (en el caso
de su propia esposa), Sobre la Monogamia y Sobre
la Idolatría. Teología.
Es posible que la contribución principal de Tertuliano sea su doctrina sobre la
Trinidad. De hecho, fue él el primero que aplicó el término Trinitas a las tres personas
divinas, y el primero en hablar de la
"Trinidad de una divinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo" (Sobre
la Modestia, XXI).
Cristología.
Expuso
Tertuliano la idea de que el Hijo era de la misma sustancia que el Padre, así como
que "hay una sola sustancia en los tres que están unidos entre sí",
adelantándose con ello un siglo al Símbolo de Nicea.
Mariología.
Tertuliano afirma la virginidad de María antes y después del parto, pero niega
que su parto fuese virginal, señalando
que "aunque era virgen cuando concibió, fue mujer cuando dio a luz" (Sobre
la Carne de Cristo, XXIII).
Por "hermanos de Jesús," lógicamente,
entiende Tertuliano a los familiares de María según la carne (Contra
Marción,
IV, 19; Sobre la Monogamia, VIII, Sobre el Velo, VI). Con todo, para
Tertuliano María es
la nueva
Eva (primera transmisora de la vida), como primera transmisora de la
gracia.
Eclesiología. Tertuliano fue el primero en aplicar el título
madre a la Iglesia, al definirla como
"señora madre Iglesia" (A los Mártires,
I). Esta Iglesia es receptora de la fe, y su misión principal consiste en
custodiar
lo revelado, pues sólo ella posee
las Escrituras (que los herejes no tienen derecho a utilizar).
En su período
montanista, esta visión de la Iglesia institucional fue
cediendo a la
visión de la Iglesia espiritual, formada por los hombres espirituales,
pero nunca como algo
enfrentado o contrapuesto.
Sacramentos.
Tertuliano fue el primer autor en aplicar el término sacramentum a los
sacramentos de la Iglesia, así como
el primero en
legar una descripción de la práctica
penitencial en la Iglesia primitiva.
Por él sabemos que existía un
2º perdón después del bautismo (consistente en arrepentimiento y satisfacción), mediante el cual el pecador podía volver al estado de gracia. Este
perdón requería una confesión pública del pecado, y concluía con la absolución
pronunciada por el obispo. Salvo en su época montanista, en que Tertuliano
restringió el
perdón a los "pecados más leves," el cartaginés manifiesta que
"el mismo
perdón
es aplicable a todo tipo de pecados".
Respecto
a la eucaristía, Tertuliano
considera ésta como sacrificio (Sobre la Oración, XIX) de la presencia real
de Cristo (Sobre la Idolatría, VII). Como él
mismo señala, "el pan que Cristo tomó y dio a sus discípulos, lo hizo su
cuerpo diciendo éste es mi cuerpo" (Contra Marción, IV, 40).
Se ha discutido si
la expresión representare, en relación al papel que el pan desempeña
respecto al cuerpo de Cristo, no sería contradictoria. En todo caso, representare
no tiene el matiz de representar, sino de "hacer presente". El pan es el
medio que se utilizaría, pues, para hacer presente el cuerpo de Cristo, y no sólo
para simbolizarlo.
Escatología. Tertuliano creía
en la existencia de un infierno eterno para los condenados (Apología, XLVIII), y se
basó en el pasaje de Mt 5,25 para abogar por una idea de purgatorio o
purificación post mortem del alma, durante el período que va de la muerte a la resurrección
(Sobre el Alma,
LVIII).
Tertuliano sostenía que de ese purgatorio
estarían excluidos los mártires
(Sobre la Resurrección,
XLIII), y que ese estado
podía ser
aliviado
mediante las oraciones de los vivos, como hacen las esposas que rezan por sus
maridos fallecidos (Sobre la Monogamia,
X). Finalmente, podemos señalar que Tertuliano
creía en el milenarismo, y pensaba que en el fin del
mundo los justos resucitarían para reinar con
Cristo en Jerusalén, por un período de mil años (Contra
Marción,
III, 24). Ver
aquí sus tratados sobre el Alma (
y ), Apología
(), Ayuno
(),
Bautismo
(), Castidad
(), Doncellas
(), Ejército
(),
Escorpión (),
Espectáculos (),
Filósofos
(),
Gnósticos (), Herejes
(), Hermógenes
(), Idolatría
(),
Jesucristo (), Judíos
(),
Marción
(,
,
,
,
y ),
Mártires (),
Modas
(), Modestia
(),
Monogamia (),
Mujer (), Naciones (
y ), Oración
(), Paciencia
(),
Paganos (
y ),
Penitencia (),
Persecución (), Práxeas
(), Resurrección
(), Scápula
() y
Valentín (), por orden alfabético.
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