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 Act: 07/10/24   @escritores de iglesia      E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A 

EUSEBIO DE CESAREA

resumido por

ESCUELA DE JÓVENES CRISTIANOS, FILIAL DE MERCABÁ

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Eusebio de Cesarea (263-339) fue el gran cronista de la época de Constantino, y el más f
ecundo escritor sobre la historia de la Iglesia. Con razón se le ha llamado, pues, el "Herodoto cristiano" y el "padre de la historia eclesiástica".

Vida. Nació en Cesarea de Palestina y murió poco después que Constantino el Grande. Debe su formación científica básica al presbítero Pánfilo, del que se cree había sido esclavo; en atención a su maestro se impuso a sí mismo el sobrenombre de Pánfilo y escribió además una biografía sobre él. De Pánfilo heredó asimismo una especial veneración hacia el alejandrino Orígenes, quien exiliado en Cesarea había fundado una escuela catequética con una biblioteca que se hiciera famosa.

Durante la persecución de Diocleciano fueron encarcelados maestro y discípulo (ca. 307) y en la prisión escribieron la apología de Orígenes. Pánfilo murió mártir el 309. Eusebio huyó primero a Tiro y después a la Tebaida, en Egipto, donde fue descubierto y encarcelado de nuevo. Al terminar la persecución fue nombrado obispo de Cesarea (ca. 313).

Intervino como tal en la controversia arriana, proponiendo soluciones irenistas, pero que mutilaban la fe ortodoxa. En este sentido escribe varias cartas defendiendo a Arrio e intervino decisivamente en un sínodo de Cesarea que lo declaró ortodoxo. E. adoptó una postura intermedia entre Arrio, que negaba la divinidad de Jesucristo y San Atanasio, que defendía la doctrina homoousiana (consubstancialidad del Hijo con el Padre), reconociendo la divinidad de Cristo pero en términos algo ambiguos.

El año 325 fue excomulgado en el sínodo de Antioquía por rehusar suscribir la confesión de fe contra Arrio. Sin embargo, en el Concilio de Nicea celebrado el mismo año terminó por firmar el símbolo allí redactado, aunque "resistió hasta el último instante, porque le disgustaban esas declaraciones que diferían de las suyas" (Carta a Cesarea, 213-230). En realidad su conformidad fue sólo externa, quizá por complacer al emperador, como demostró su posterior conducta al aliarse con Eusebio de Nicomedia e intervenir en el Sínodo de Tiro (ca. 335) que excomulgó a San Atanasio, e influir probablemente en las medidas adoptadas por Constantino contra los obispos ortodoxos.

Obras. La erudición de Eusebio es sorprendente, y su obra, después de la de Orígenes, es la más abundante de los padres griegos. Focio afirma que "su estilo no es agradable ni brillante, pero él es un hombre de grandes conocimientos".

Versado en todos los ramos del saber de su tiempo, tanto en el campo profano como en el sagrado, destaca sobre todo por sus méritos como historiador. Sus escritos son auténticos arsenales de citas de obras cristianas y paganas, muchas de ellas hoy perdidas. Sólo el valor intrínseco de sus trabajos justifica su pervivencia, a pesar de sus tendencias arrianas.

Obras históricas. Se ha perdido Vida de Pánfilo (de 3 libros), así como se han conservado:

-Chronicon, escrito hacia el 303 y contiene dos partes: la cronografía o historias resumidas de los caldeos, asirios, hebreos, egipcios, griegos y romanos, y una segunda parte a base de cuadros sincrónicos en columnas sinópticas paralelas con glosas indicadoras de los principales sucesos de la historia. Esta parte fue traducida al latín y completada por San Jerónimo en Constantinopla continuándola desde el 325 al 379.

Este procedimiento sincrónico había sido ya utilizado a principios del s. III por Julio Africano en su Cronografía, obra en la que se apoya indudablemente Eusebio (aunque la de Eusebio es más completa en cuanto a materiales y fuentes usadas y más crítica en el empleo de las mismas). La obra se ha conservado en una versión armenia del s. VI y sólo fragmentariamente en el original griego, pero ha influido poderosamente en la historiografía posterior, especialmente durante la Edad Media.

-Onomasticon, lista alfabética con explicación de los diversos nombres del mundo antiguo, fuente importantísima para la topografía palestinense y conocimiento bíblico. Existe el original griego y una versión latina de San Jerónimo que hizo algunas correcciones.

Obras imperiales. Versan sobre el Imperio Romano y figura de Constantino. Se muestra en estos escritos como un panegirista que todo lo subordina al servicio del emperador, al que consideraba como un enviado de Dios para liberar a la Iglesia de las persecuciones. Su devoción a Constantino ha sido lo que más críticas ha provocado por parte de los autores, sobre todo la primera de las obras a continuación reseñadas:

-Vida de Constantino, compuesta en 4 libros siguiendo el modelo literario de los encomion. Este particular conviene tenerlo en cuenta a la hora de emitir un juicio sobre el valor histórico de este panegírico, algo que se insinúa no en el título latino por el que se conoce este escrito, sino en el griego, cuya traducción podría ser "Reflexiones sobre la vida del emperador Constantino".

De especial interés son las 16 órdenes imperiales adosadas por Eusebio a la obra, cuya autenticidad se ha visto confirmada por el descubrimiento de algún papiro que transcribe parcialmente órdenes de Constantino que coinciden literalmente con Eusebio. La genuinidad misma de toda la obra, puesta en duda por algunos críticos modernos, se puede mantener, aunque es admisible y probable que se hayan hecho interpolaciones posteriores.

-Testimonio de Constantino, especie de apología cristiana atribuida por Eusebio al propio Constantino. Aunque hoy está puesta contra las cuerdas su autenticidad, la defienden Harnack y Kurfess.

-Alabanza de Constantino, que en sus 10 primeros capítulos alaba la persona y obras en Constantino y en las ocho restantes se ofrece una apología del cristianismo o más bien una especie de introducción a la doctrina cristiana acomodada a un público pagano.

Obras eclesiales. Destacan sus obras:

-Historia Eclesiástica, que en su actual forma consta de 10 libros y abarca desde los orígenes de la Iglesia hasta la derrota de Licinio del 324. Es la obra más importante de Eusebio. Su mérito no estriba en la hábil narración de acontecimientos, sino en la inapreciable acumulación de datos, de hechos, documentos y extractos.

La intención de la obra es apologética procurando demostrar que Dios es el fundador de la Iglesia y su defensor ante los poderes adversos. Eusebio nos ofrece las listas de obispos de las sedes más importantes, los autores cristianos, los escritos heréticos, el castigo del pueblo judío, las persecuciones y martirios de los cristianos y el triunfo final de la Iglesia. Eusebio sometió esta obra a varias revisiones y puestas a punto.

Los siete primeros libros se publicaron antes de la persecución de Diocleciano (ca. 303). La difusión de la obra se atestigua por sus numerosas versiones. Se conserva una siriaca (la mejor) del s. IV, que sirvió de base a otra armenia muy literal. Rufino hizo la traducción latina en 403, pero no es muy fiel al original, aunque tiene la ventaja de que completa el relato hasta la muerte de Teodosio el Grande (a. 395).

-Mártires de Palestina, que según promete el propio Eusebio (Historia Eclesiástica, VIII, XIII, 7), dio a conocer los combates y hazañas de los mártires cuya vida "había presenciado personalmente". La obra abarca toda la persecución de Diocleciano (303-311) y se conserva en dos recensiones: 1ª la larga, que ha llegado a nosotros completa sólo en una versión siriaca y fragmentariamente en griego; la corta, que se conserva como apéndice del libro octavo en cuatro manuscritos griegos de la Historia Eclesiástica.

Obras apologéticas. Al procedimiento ya habitual en los apologistas griegos Eusebio incorpora en defensa de la religión cristiana una nueva argumentación según un plan grandioso (probablemente la aportación apologética más importante de la Edad Antigua) que muestra las religiones del pasado, incluida la israelita, como una preparación para el cristianismo. Se han perdido algunos de estos escritos y se conservan los siguientes. Se han perdido Refutación y Defensa y Contra Porfirio. Así como se han conservado:

-Introducción al Evangelio, que en principio constaba de 10 libros, pero sólo han llegado completos hasta nuestros días los libros VI-IX. La obra ofrece una recopilación y explicación sucinta de las profecías mesiánicas veterotestamentarias.

-Preparación al Evangelio, obra en 15 libros que afortunadamente se conserva en el original griego, y que según se deduce de algunas alusiones (CXXXV, 3) fue compuesta después del 314, fecha en que Licinio impuso peculiares castigos a los cristianos antioquenos. La escribió para demostrar la superioridad del judaísmo como preparación al Cristianismo frente a las religiones paganas. Es original su método de refutación del paganismo a base de textos de los mismos autores paganos.

-Demostración del Evangelio, que defiende la religión cristiana frente al judaísmo en una obra que comprende 20 libros, de los que se han conservado los 10 primeros y parte del XV. Eusebio acentúa que el cristianismo enlaza con la religión universal de los patriarcas, de la que la ley de Moisés sólo representa una transición. Fue una obra previa al Concilio de Nicea (ca. 325).

Obras teológicas. Destacan sus obras:

-Teofanía de Dios, obra en 5 libros, conservada en una versión siriaca muy antigua y literal.

-Contra Hierocles, libro escrito para refutar al gobernador de Bitinia, y cuyo texto se ha conservado íntegro.

Obras dogmáticas. Destacan sus obras:

-Contra Marcelo, obispo de Ancira. Escrito el 336 tal vez para justificar la deposición del obispo por obra del sínodo arriano de Constantinopla.

-Teología Eclesiástica, ampliación de la obra anterior con tendencias origenistas.

-Epistolario. Se conservan de él completas sólo tres cartas: la dirigida a Flacilo (dedicándole su Teología Eclesiástica), la que envió a Carpiano (como presentación de sus Cánones Evangélicos) y la que escribió a su comunidad de Cesarea (explicando su postura sobre el homoousios y defendiendo su actuación en Nicea). También ha llegado hasta nosotros una nota a Constancia, esposa de Licinio, en la que muestra tendencias iconoclastas.

Obras bíblicas. Siguen en general el sistema alegórico de Orígenes, pero gran parte de ellos se han perdido. Se han perdido una obra sobre la Poligamia y las Familias de los Patriarcas, y otra sobre Preguntas y Respuestas sobre los evangelios (de la que quedan algunos extractos que nos sugieren la contribución crítica del contenido original de la obra). Se conservan:

-Comentario a los Salmos, de gran erudición y muy apreciado entre los antiguos escritores cristianos. Aunque no ha llegado completo a nuestros días, los fragmentos son tan extensos que sirven para formarse una idea de la complejidad y ambición de la obra.

-Comentario a Isaías, descubierto por Mohle al margen de un manuscrito florentino. Falta aún una edición crítica de esta obra.

-Cánones Evangélicos, especie de sinopsis concordada de los Evangelios, inspirada en la Armonía de Amonio de Alejandría.

-Sobre la Pascua, obra perdida en su conjunto, pero conservada en un extenso fragmento dentro de la Catena sobre Lucas compuesta por Nicetas de Heraclea.

Ver aquí su Chronicon (), Onomasticon (), Teofanía (, , , y ), Preparación al Evangelio (, , , , , , , , , , , , , y ), Estrella de Belén (), Demostración del Evangelio (, , , , , , , , y ), Pascua (), Mártires (), Mártires de Palestina (), Cartas (), Historia Eclesiástica (, , , , , , , , y ), Concilio de Nicea (), Hierocles (), Vida de Constantino (, , y ), Alabanza de Constantino () y Testimonio de Constantino ().
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cf. MENDOZA, F; "Eusebio de Cesarea", en Gran Enciclopedia, ed. Rialp, Madrid 1991.

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Molina de Segura, 23 de Septiembre de 2024